Cuando no es posible disponer de diagnóstico por imagen inmediato para una cojera aguda en perros, es fundamental aplicar un protocolo estructurado que permita diferenciar entre lesiones leves y cuadros ortopédicos de mayor gravedad.
Un abordaje clínico riguroso permite tomar decisiones seguras en las primeras 24–72 horas, priorizando el control del dolor, la evaluación progresiva y la detección de signos de alarma que indiquen la necesidad urgente de pruebas complementarias.
Evaluación inicial: cómo actuar ante una cojera aguda
Ante un perro que presenta cojera súbita sin traumatismo aparente, lo primero es descartar lesiones que comprometan la funcionalidad o estabilidad del miembro afectado. Una buena exploración ortopédica sin necesidad de radiografías puede guiar las primeras decisiones terapéuticas.
En la anamnesis es crucial determinar:
- Momento de inicio y evolución (traumatismo, ejercicio previo, aparición súbita).
- Tipo de cojera: intermitente, constante, en frío o tras actividad.
- Presencia de dolor, inflamación, crepitación, ruidos articulares.
- Afección de uno o varios miembros.
- Estado general: fiebre, letargia o alteraciones sistémicas.
Exploración física sin RX: claves para diferenciar tejidos afectados
Un examen ortopédico sistemático puede ofrecer información valiosa sin necesidad de imagen inmediata. Se recomienda seguir esta secuencia:
- Observación en estación y en movimiento: se valora tipo de apoyo, fase de la marcha afectada (inicio, apoyo, impulso).
- Palpación pasiva y activa: comparando ambos miembros, se detecta dolor localizado, calor, tumefacción o crepitación.
- Manipulación articular: pruebas de movilidad, laxitud (luxación/subluxación), test de cajón anterior/posterior, test de extensión/abducción.
- Evaluación neurológica básica: para descartar alteraciones de propiocepción o déficit motor.
Un dolor localizado sobre el metacarpo, sin inestabilidad ni signos neurológicos, orienta hacia un esguince o contusión leve. Por el contrario, un test de cajón anterior positivo, crepitación o incapacidad total de apoyo obliga a sospechar rotura ligamentosa, luxación o fractura oculta.
Lesiones más frecuentes según localización
Identificar la zona afectada facilita la toma de decisiones terapéuticas tempranas:
- Falanges/metacarpo-metatarso: heridas, contusiones, cuerpos extraños, esguinces.
- Carpo/tarso: esguinces, luxaciones parciales, distensiones ligamentosas.
- Rodilla: rotura de ligamento cruzado craneal, luxación rotuliana.
- Codo y hombro: displasia, osteocondritis, luxaciones, bursitis.
- Columna: dolor lumbar irradiado, hernia discal aguda (sobre todo si se acompaña de ataxia o paresia).
Tratamiento clínico inicial sin diagnóstico por imagen
En ausencia de RX, el objetivo terapéutico inicial debe centrarse en el control del dolor, evitar empeoramientos y permitir una revaluación posterior con imagen si persisten los signos tras 48–72 horas.
Protocolo de manejo inicial
- Reposo absoluto (correa corta, evitar escaleras/saltos) al menos 5–7 días.
- Crioterapia en las primeras 48 h si hay inflamación (15 minutos, 2–3 veces/día).
- Fármacos antiinflamatorios y analgésicos, adaptados a especie y condición general del animal.
Tabla de medicación recomendada en perros con cojera aguda sin RX
Medicamento | Dosis recomendada (perros) | Vía de administración | Comentarios clínicos |
Meloxicam | 0,1 mg/kg el primer día, luego 0,05 mg/kg cada 24 h | Oral o SC | AINES selectivo. Buena tolerancia gastrointestinal. |
Carprofeno | 2 mg/kg cada 12 h o 4 mg/kg cada 24 h | Oral | Alternativa eficaz en dolor músculo-esquelético. |
Robenacoxib | 1–2 mg/kg cada 24 h | Oral o SC | AINES específico para tejido inflamado. |
Paracetamol-codeína | 10–15 mg/kg cada 8–12 h | Oral | Solo si no hay opción de AINES. No usar en gatos. |
Tramadol | 2–4 mg/kg cada 8 h | Oral | Útil en combinación con AINES. Variable eficacia sola. |
Nunca prescribir AINES a largo plazo sin diagnóstico ni combinar varios del mismo grupo. Monitorizar la función renal y gastrointestinal si se prolonga más de 5 días.
Cuándo sospechar de una urgencia oculta
Hay signos clínicos que obligan a acelerar el diagnóstico con pruebas de imagen (RX, ecografía, TAC):
- Incapacidad total de apoyo desde el inicio.
- Dolor intenso a la manipulación o vocalización espontánea.
- Aumento progresivo del volumen del miembro.
- Fiebre, letargia o claudicación múltiple (posible poliartritis).
- Persistencia >72 h sin mejoría pese a tratamiento correcto.
En caso de duda, siempre priorizar el bienestar del paciente e indicar el traslado a centro con imagen disponible.
Tabla resumen: abordaje de cojera aguda sin RX
Paso clínico | Acción recomendada |
Anamnesis | Recoger tiempo de evolución y tipo de inicio |
Exploración física | Palpación, manipulación, test articulares |
Fármacos iniciales | AINES + reposo absoluto 5–7 días |
Signos de urgencia | Dolor extremo, fiebre, incapacidad total |
Revaluación a las 48–72 h | Valorar necesidad de imagen diagnóstica |
Conclusión
Abordar una cojera aguda sin radiografía inmediata no implica renunciar a un diagnóstico clínico riguroso. Mediante un examen ortopédico sistemático y un tratamiento controlado, es posible diferenciar lesiones leves de cuadros urgentes, evitando sobremedicar o dejar sin atención adecuada a lesiones graves.
Como veterinarios, debemos integrar la clínica con la experiencia, manteniendo una comunicación constante con los tutores y reevaluando siempre que los signos no evolucionen favorablemente. La ausencia de RX no debe frenar un manejo responsable, sino agudizar nuestro juicio clínico.
Referencias
- Fossum, T. W. (2018). Small Animal Surgery (5.ª ed.). Elsevier.
- Johnston, S. A., & Tobias, K. M. (2017). Veterinary Surgery: Small Animal. Saunders Elsevier.
- Brinker, W. O., Piermattei, D. L., & Flo, G. L. (2006). Handbook of Small Animal Orthopedics and Fracture Treatment (4.ª ed.). Saunders.
Vasseur, P. B. (2005). Clinical approach to lameness in the dog. The Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 35(5), 1101–1115.