La torsión esplénica es una emergencia médica que puede afectar tanto a perros como a gatos, y requiere una rápida intervención para evitar complicaciones graves.
En este artículo, exploraremos qué es la torsión esplénica, sus posibles causas, cómo diagnosticarla y los enfoques terapéuticos disponibles para tratar esta condición en nuestros pacientes.
¿Qué es la torsión esplénica?
La torsión esplénica, también conocida como torsión de bazo, ocurre cuando el bazo se tuerce sobre sí mismo, comprometiendo el flujo sanguíneo hacia este órgano vital. Esta torsión puede conducir a una obstrucción del flujo sanguíneo y, en casos graves, a la necrosis del bazo.
Cómo ya hemos dicho, esta es una emergencia médica que requiere una atención veterinaria inmediata.
Signos clínicos de la torsión esplénica que nos pueden hacer sospechar
Los signos clínicos de la torsión esplénica pueden variar en gravedad y en forma de aparición. Entre ellos, se pueden incluir los siguientes:
Signos generales
- Dolor abdominal agudo y repentino.
- Distensión abdominal.
- Taquipnea y disnea .
- Taquicardia y debilidad.
- Palidez de las encías.
- Letargia y debilidad generalizada.
- Posición de oración o arco para aliviar el dolor.
Signos asociados al shock
- Piel pálida o fría.
- Mucosas pálidas o cianóticas.
- Pulso débil o difícil de detectar.
- Hipotensión arterial.
Signos de colapso
- Pérdida de conciencia.
- Inmovilidad.
- Dificultad para mantenerse en pie.
Signos de sangrado interno
- Vómitos con sangre o sangre digerida.
- Heces con sangre o melena.
Signos de shock hipovolémico
- Palidez de las mucosas.
- Tiempo de relleno capilar prolongado.
- Pulsos débiles o ausentes en las extremidades periféricas.
Otros signos
- Temblores musculares.
- Salivación excesiva.
- Decaimiento y pérdida de apetito.
Causas de la torsión esplénica
Las causas exactas de la torsión esplénica no están completamente comprendidas, pero se cree que varios factores pueden contribuir a su desarrollo. Algunos de estos factores incluyen:
- Anatomía anormal del bazo o de sus ligamentos.
- Actividad física vigorosa después de una comida grande.
- Traumatismo abdominal.
- Factores genéticos predisponentes en ciertas razas.
Diagnóstico
El diagnóstico de la torsión esplénica se basa en una combinación de historia clínica, signos clínicos y pruebas diagnósticas. Algunas pruebas que pueden ser recomendables incluyen:
Pruebas de imagen
- Radiografías abdominales para evaluar la posición y tamaño del bazo.
- Ecografía abdominal para visualizar el bazo y confirmar la torsión.
- Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) para obtener imágenes más detalladas en casos complejos.
Pruebas de laboratorio
- Hemograma completo para evaluar la presencia de anemia o alteraciones en los recuentos de glóbulos blancos.
- Bioquímica sanguínea para evaluar la función hepática y renal, así como los electrolitos séricos.
Tratamiento
El tratamiento de la torsión esplénica es urgente y suele requerir cirugía de emergencia para desenroscar el bazo y restaurar el flujo sanguíneo.
Además, se pueden administrar terapias de apoyo para abordar complicaciones asociadas, como la hipovolemia o la hipotensión. Algunos enfoques terapéuticos comunes incluyen:
Cirugía
- Laparotomía exploratoria para desenroscar el bazo y evaluar la viabilidad del tejido.
- Esplenectomía parcial o total en casos de necrosis esplénica irreversible.
Terapia de fluidos
- Administración de fluidos intravenosos para corregir la deshidratación y mantener la perfusión tisular.
- Transfusión de sangre si se desarrolla anemia grave.
Analgesia
- Administración de analgésicos para aliviar el dolor postoperatorio.
Antibióticos
- Terapia antibiótica para prevenir o tratar infecciones secundarias.
Medicamentos y dosificación
- Analgésicos: Se pueden administrar opioides como la morfina o la buprenorfina. La dosificación variará según el peso y la condición del paciente.
- Antibióticos: Antibióticos de amplio espectro como la amoxicilina-clavulánico pueden ser utilizados. La dosis habitual es de 10-20 mg/kg cada 8-12 horas.
- Fluidoterapia: Se puede administrar una solución salina isotónica a una tasa de 60-90 ml/kg/día, ajustada según las necesidades del paciente.
Conclusión
La torsión esplénica es una emergencia médica que requiere una atención veterinaria rápida y adecuada. Con un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno, se mejora significativamente el pronóstico de los pacientes afectados por esta condición.
Referencias:
- Tobias, K. M., y Johnston, S. A. (2011). Veterinary Surgery: Small Animal Expert Consult.
- Ettinger, S. J., y Feldman, E. C. (2010). Textbook of Veterinary Internal Medicine.
Nelson, R. W., y Couto, C. G. (2009). Small Animal Internal Medicine.