En los últimos años, el uso de probióticos ha ganado relevancia en el tratamiento y la prevención de trastornos gastrointestinales en perros.
Los probióticos, definidos como microorganismos vivos que, en cantidades adecuadas, pueden ofrecer beneficios para la salud, se han convertido en un complemento terapéutico popular en la veterinaria para mejorar el equilibrio de la flora intestinal, reforzar el sistema inmune y reducir los síntomas digestivos.
¡Aprendamos más acerca del uso de probióticos para la salud gastrointestinal de nuestros pacientes caninos!
¿Qué son los probióticos y cómo funcionan en perros?
Los probióticos son bacterias “buenas” que ayudan a mantener el equilibrio del microbioma intestinal. En el intestino, existen numerosos microorganismos que, en un estado saludable, colaboran en la digestión y absorción de nutrientes.
Sin embargo, factores como el estrés, las dietas inadecuadas, el uso de antibióticos o infecciones pueden alterar este equilibrio y favorecer el crecimiento de bacterias patógenas, resultando en problemas gastrointestinales.
Los probióticos actúan restaurando esta microbiota intestinal, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas, inhibiendo a las patógenas y mejorando la función de la barrera intestinal, lo cual reduce la inflamación y ayuda en el tratamiento de diversas afecciones digestivas en perros.
Beneficios de los probióticos para el sistema digestivo de los perros
Los probióticos pueden ofrecer varios beneficios para el sistema digestivo de los perros, especialmente en casos de alteraciones intestinales. Entre los beneficios más destacados se encuentran:
- Reducción de la diarrea: los probióticos son efectivos en la reducción de diarreas causadas por infecciones, cambios en la dieta o tratamientos con antibióticos. Ayudan a restablecer la microbiota y a reducir la duración e intensidad de los síntomas.
- Alivio de la colitis y enfermedad inflamatoria intestinal (EII): los probióticos pueden reducir la inflamación intestinal al competir con las bacterias patógenas y regular la respuesta inmunitaria. En perros con EII, los probióticos pueden mejorar el estado de la mucosa y aliviar síntomas como diarrea crónica y dolor abdominal.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: al mantener un microbioma equilibrado, los probióticos ayudan a activar el sistema inmune intestinal, creando una barrera eficaz contra patógenos y reduciendo la recurrencia de infecciones intestinales.
- Mejora de la digestión y absorción de nutrientes: los probióticos facilitan la digestión al ayudar en la descomposición de ciertos nutrientes y, en casos de insuficiencia pancreática exocrina, pueden mejorar la absorción de grasas y proteínas.
Trastornos gastrointestinales comunes en perros donde se recomiendan probióticos
Aunque los probióticos se pueden utilizar en una gran variedad de trastornos, los más comunes son:
1. Diarrea aguda o crónica
La diarrea en perros es una de las razones más comunes para la administración de probióticos. Esta afección puede estar provocada por cambios en la dieta, infecciones virales o bacterianas, parásitos y situaciones de estrés. La suplementación con probióticos, especialmente cepas como Lactobacillus y Bifidobacterium, ayuda a restablecer el equilibrio bacteriano y a disminuir la diarrea.
2. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
La EII es una afección crónica que implica inflamación de la mucosa intestinal, provocando diarrea, vómitos y pérdida de peso en los perros afectados. El uso de probióticos en perros con EII ha mostrado efectos beneficiosos en la reducción de la inflamación y el alivio de síntomas digestivos.
3. Colitis
La colitis, una inflamación del colon, puede estar relacionada con infecciones, estrés, o alergias alimentarias. Los probióticos ayudan a estabilizar la flora intestinal y reducir la inflamación, disminuyendo así los síntomas de colitis, como diarrea y mucosidad en las heces.
Cepas de probióticos más recomendadas en veterinaria para perros
La elección del probiótico adecuado es clave para el éxito en el tratamiento de trastornos gastrointestinales. A continuación, se mencionan algunas de las cepas más comúnmente utilizadas en perros y sus aplicaciones:
- Lactobacillus acidophilus: esta cepa es una de las más estudiadas en el tratamiento de diarreas agudas y crónicas, ayudando a estabilizar la flora intestinal y a reducir la proliferación de bacterias dañinas.
- Bifidobacterium animalis: se emplea en casos de diarrea causada por antibióticos o cambios bruscos de dieta. Esta cepa ayuda a reducir la inflamación y mejorar la consistencia de las heces.
- Enterococcus faecium: es una de las cepas más efectivas en el tratamiento de diarrea, tanto en perros jóvenes como en adultos, y se emplea frecuentemente como preventivo en situaciones de estrés.
- Saccharomyces boulardii: aunque es una levadura probiótica, S. boulardii se ha mostrado muy efectiva para reducir la diarrea y colitis en perros, especialmente en casos de diarrea asociada al uso de antibióticos.
Administración y dosis recomendada de probióticos en perros
La administración de probióticos en perros suele realizarse en formato de cápsulas, polvos o comprimidos, que se mezclan con el alimento o se administran directamente. La dosis dependerá de cada caso y del estado de salud del perro, pero por lo general, para probióticos como Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium animalis, se recomiendan dosis de entre 1 a 5 mil millones de UFC (unidades formadoras de colonias) al día.
Para casos de diarrea severa, puede ser necesario iniciar con dosis más altas y reducir a medida que los síntomas mejoren.
Recomendaciones para el uso seguro de probióticos
Aunque los probióticos se consideran seguros para los perros, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:
- Informar a las familias sobre la necesidad de una evaluación veterinaria: antes de comenzar un tratamiento probiótico, es esencial que el veterinario evalúe la situación y recomiende el producto adecuado. No todos los probióticos son adecuados para todos los trastornos.
- Escoger probióticos específicos para animales: aunque existen probióticos de uso humano, los productos formulados específicamente para perros suelen ser más efectivos.
- Vigilancia de los efectos: en algunos casos, los probióticos pueden provocar efectos secundarios leves, como gases o cambios en la consistencia de las heces. Estos suelen ser temporales, pero es importante estar atentos.
Conclusión
El uso de probióticos en el tratamiento de trastornos gastrointestinales en perros ofrece una opción natural y segura para mejorar la salud intestinal y aliviar síntomas digestivos comunes, como diarrea y colitis.
Con el apoyo adecuado, los probióticos se integran eficazmente como parte del tratamiento o prevención de afecciones crónicas y agudas, mejorando así la calidad de vida de los perros afectados. Además, los probióticos también fortalecen el sistema inmunológico, reduciendo la recurrencia de infecciones intestinales y contribuyendo al bienestar general del perro.
¿Tú los usas y los recomiendas?
Fuentes
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