La codeína es un opioide de baja potencia con aplicaciones clínicas muy concretas en la medicina veterinaria. Aunque su uso no está tan extendido como otros analgésicos o antitusivos, es una herramienta útil, especialmente en el tratamiento de la tos no productiva persistente y, en algunos casos, como coanalgésico en dolor crónico leve.
A diferencia de otros opioides más potentes, la codeína presenta un perfil de seguridad más favorable, siendo bien tolerada en tratamientos a corto plazo y con baja incidencia de efectos adversos en perros.
En gatos, su uso es mucho más limitado, debido a particularidades metabólicas y escasa evidencia de eficacia.
¿Qué es la codeína y cómo actúa?
La codeína es un opioide débil, derivado de la metilmorfina, que actúa principalmente como:
- Antitusivo central, bloqueando el centro de la tos en el bulbo raquídeo
- Analgésico suave, gracias a su conversión parcial en morfina en el organismo
- Leve efecto sedante
Su efecto antitusivo no depende de la causa subyacente del estímulo (inflamación, irritación o compresión), por lo que puede utilizarse en cuadros donde la tos seca, no productiva y persistente compromete la calidad de vida del paciente.
Indicaciones clínicas en perros y gatos
En perros, la codeína se utiliza principalmente como:
- Antitusivo en tos seca crónica, como:
- Colapso traqueal
- Bronquitis crónica
- Tos postinfecciosa persistente
- Colapso traqueal
- Analgésico coadyuvante en combinación con paracetamol o AINEs
- Alternativa cuando no se toleran otros opioides
En gatos, su uso está mucho más restringido. Por la escasa capacidad de glucuronidación hepática, la conversión a metabolitos activos es ineficiente, lo que reduce notablemente su eficacia clínica y aumenta el riesgo de efectos adversos.
Dosis y vías de administración
Formato habitual: comprimidos o jarabes humanos (con y sin asociación con paracetamol)
Perros
- Dosis antitusiva oral:
0.5–1 mg/kg cada 8–12 horas - Dosis analgésica (coadyuvante):
1–2 mg/kg cada 12 horas
Preferiblemente como parte de una combinación (p. ej., con paracetamol)
Gatos
- Uso no recomendado rutinariamente
- Si se usa, dosis máxima sugerida:
0.5 mg/kg cada 12 h (sólo bajo supervisión hospitalaria)
Importante: Evitar formulaciones con xilitol, cafeína o efedrina.
Los jarabes humanos deben revisarse cuidadosamente antes de su prescripción.
Comparación con otros antitusivos
Fármaco | Tipo de acción | Especie principal | Comentario clínico |
Codeína | Opioide débil | Perro | Eficaz y seguro como antitusivo puntual |
Hidrocodona | Opioide moderado | Perro | Más potente, pero menos disponible |
Butorfanol | Opioide agonista parcial | Perro y gato | Antitusivo de elección hospitalaria |
Dextrometorfano | No opioide | Perro | Baja eficacia, útil en tos leve no crónica |
Experiencia clínica
En perros con bronquitis crónica o colapso traqueal con tos nocturna intensa, la administración de codeína oral antes de dormir mejora significativamente el descanso del paciente y del tutor.
Es especialmente útil en fases donde no se requiere broncodilatación activa, o como complemento a corticosteroides inhalados.
También se emplea de forma puntual en tos residual postinfecciosa, cuando la causa primaria ya ha sido tratada, pero persiste el reflejo tusígeno no productivo.
Como analgésico, se utiliza sobre todo en combinación con paracetamol (Efferalgan codeína®, Termalgin®, etc.), en perros con dolor leve o en fases terminales donde se prioriza el confort.
Precauciones y efectos adversos
Aunque la codeína es bien tolerada en perros, no está exenta de efectos secundarios, especialmente si se administra sin ajuste de dosis o se combina con otros depresores del SNC.
Efectos adversos más frecuentes:
- Sedación leve
- Estreñimiento
- Hipersalivación
- Bradicardia (raro)
- En gatos: ataxia, vómitos, letargia, agitación paradójica
Contraindicaciones:
- Gatos (uso no recomendado)
- Insuficiencia hepática o renal grave
- Tos productiva (enfermedad infecciosa activa, neumonía)
- Asociación con tranquilizantes o anestésicos sin ajuste de dosis
- Embarazo o lactancia (riesgo de depresión neonatal)
Protocolo clínico práctico: tos crónica seca en perro adulto
- Diagnóstico completo con radiografía torácica y ecocardiografía (si procede)
- Confirmar que no hay neumonía, bronquiectasias ni secreciones productivas
- Iniciar codeína 0.5 mg/kg cada 12 h durante 5 días
- Reevaluar el patrón de tos: si hay mejoría, mantener por 7–10 días
- Reducir progresivamente o suspender según evolución
Puede combinarse con corticosteroides inhalados, control de alérgenos y dieta adaptada si hay obesidad asociada.
Conclusión
La codeína es un fármaco útil y seguro en perros cuando se utiliza como antitusivo o coanalgésico en contextos clínicos bien definidos, especialmente en cuadros de tos seca crónica o dolor leve. Su acción es rápida, predecible y con escasos efectos adversos si se ajusta correctamente la dosis.
En gatos, su uso está desaconsejado por su metabolismo ineficiente y la posibilidad de toxicidad. En la práctica clínica diaria, sigue siendo una herramienta útil en medicina respiratoria y en analgesia multimodal, siempre dentro de un protocolo prudente y supervisado.
Referencias
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (10ª ed.). Wiley-Blackwell
- Papich, M. G. (2021). Saunders Handbook of Veterinary Drugs (5ª ed.). Elsevier
MSD Veterinary Manual. (2023). Fármacos antitusígenos en animales