En medicina veterinaria, pocas habilidades son tan importantes —y tan poco enseñadas— como saber comunicar un pronóstico reservado. A diferencia de un diagnóstico definitivo o un tratamiento concreto, un pronóstico incierto exige equilibrio, empatía y precisión.
El objetivo no es ocultar información, sino ofrecerla con sensibilidad, evitando causar alarma innecesaria mientras se mantiene la honestidad clínica. Vamos a ver cómo hacerlo bien.
Qué significa realmente un pronóstico reservado
Hablar de pronóstico reservado implica que el curso de la enfermedad es incierto: puede evolucionar favorablemente con tratamiento, pero también puede complicarse o no responder. No es un eufemismo para “todo está perdido”, sino una alerta clínica prudente que abre varias posibilidades.
Es clave que nosotros como veterinarios tengamos claro este concepto, porque si no lo tenemos bien interiorizado, difícilmente podremos transmitirlo con coherencia al tutor.
En consulta, muchos tutores asocian “reservado” con “terminal”. Nuestra forma de comunicar puede marcar la diferencia entre generar ansiedad o generar confianza.
Cuándo es necesario usar este tipo de comunicación
No todos los casos requieren plantear un pronóstico reservado. Veamos cuándo sí es útil emplearlo de forma explícita:
- Diagnósticos en evolución (pancreatitis aguda grave, crisis addisoniana, insuficiencia renal aguda)
- Pacientes inestables que aún no han respondido al tratamiento inicial
- Enfermedades con respuesta variable al tratamiento (linfoma, epilepsia refractaria)
- Animales geriátricos con comorbilidades que dificultan la recuperación
- Procedimientos quirúrgicos complejos con riesgos intra o postoperatorios
Consejo práctico: si como clínico tienes dudas fundadas sobre la evolución, es preferible advertir con tacto que dar falsas expectativas. Pero cuidado: la forma en la que lo dices puede reforzar o destruir la relación con el tutor.
Cómo preparar el entorno y el momento
Antes de soltar una frase como “el pronóstico es reservado”, detente un segundo. El contexto lo es todo.
Pautas para una comunicación eficaz
- Busca privacidad: evita explicar cosas delicadas en recepción o en la sala de espera.
- Asegúrate de tener tiempo: no es una conversación para “resolver en 2 minutos”.
- Evita prisas o interrupciones: que el tutor sienta que puede preguntar.
- Observa al tutor: lenguaje corporal, tono, estado emocional.
- Valida emociones: no solo des datos, muestra que comprendes la carga emocional.
Una de las mejores herramientas en consulta es parar unos segundos antes de responder o continuar. El silencio también comunica.
Qué decir y cómo decirlo: frases útiles
Aquí te dejo ejemplos reales que usamos en clínica, adaptados al lenguaje cotidiano, para transmitir incertidumbre sin causar alarma:
Frases para introducir el pronóstico reservado
- “De momento, estamos viendo cómo responde, pero aún no podemos asegurar el desenlace.”
- “La situación es delicada, aunque estamos haciendo todo lo posible para estabilizarlo.”
- “Lo que sabemos hasta ahora indica que podría mejorar, pero también hay un margen de riesgo que tenemos que tener presente.”
Frases para mantener esperanza sin mentir
- “En algunos pacientes similares hemos visto buena evolución, pero cada animal responde de forma distinta.”
- “Hay margen para trabajar, aunque será importante ir viendo día a día.”
- “No estamos en un punto irreversible, pero sí crítico.”
Frases para reforzar la comunicación
- “Estaremos en contacto constante. Si algo cambia, seréis los primeros en saberlo.”
- “Queremos que estéis informados, pero también acompañados durante todo el proceso.”
Importante: adapta el nivel de detalle al perfil del tutor. Algunos quieren saberlo todo, otros solo lo esencial. Preguntar “¿queréis que os explique con más detalle lo que puede pasar?” puede evitar malentendidos.
Qué errores debemos evitar
Comunicar mal un pronóstico reservado puede generar ansiedad, desconfianza o sensación de abandono. Vamos a ver qué errores son los más frecuentes.
Error habitual | Consecuencia negativa |
Usar tecnicismos sin explicar | El tutor no entiende la gravedad real |
Decir “no lo sabemos” sin más | Genera sensación de incompetencia clínica |
Omitir el pronóstico por miedo | Desprepara emocionalmente al tutor |
Ser excesivamente alarmista | Provoca pánico o decisiones precipitadas |
Minimizar la situación | Resta valor a la intervención del veterinario |
No documentar lo comunicado | Complica seguimientos posteriores |
Una estrategia útil es anotar en la historia clínica qué se ha explicado, cómo ha reaccionado el tutor y si hay decisiones pendientes (hospitalización, pruebas, derivación…).
Tabla resumen: cómo comunicar sin alarmar
Situación clínica | Estrategia de comunicación | Frase ejemplo útil |
Paciente inestable con tratamiento inicial | Mostrar cautela con lenguaje constructivo | “Estamos actuando rápido, pero la evolución es incierta.” |
Enfermedad con evolución variable | Aportar referencias sin dar garantías | “Hemos visto casos similares mejorar, pero con matices.” |
Tutor muy ansioso | Validar emociones + reforzar el control médico | “Entiendo vuestra preocupación. Estamos vigilando todo al detalle.” |
Se necesita tomar decisiones complejas | Acompañar en el proceso, sin presión | “Podemos tomar esta decisión juntos en función de cómo evolucione.” |
Conclusión
Saber comunicar un pronóstico reservado no es solo una habilidad clínica: es una herramienta emocional que puede fortalecer la relación con el tutor incluso en los momentos más difíciles.
Ser honestos, sin alarmar; claros, sin ser crudos; empáticos, sin perder objetividad. Esa es la base para un acompañamiento veterinario de calidad. En definitiva, comunicar bien también es tratar bien.
Referencias
- Shaw, J. R., Adams, C. L., & Bonnett, B. N. (2004). Veterinarian-client-patient communication during wellness appointments versus appointments related to a health problem in companion animal practice. Journal of the American Veterinary Medical Association, 224(10), 1556–1563.
- Lagoni, L., Butler, C., & Hetts, S. (1994). The Human-Animal Bond and Grief. W.B. Saunders Company.
- Bissett, S. A., Goulter, N., & Douglas, K. (2020). Delivering difficult news in veterinary practice: Practical communication tips. Australian Veterinary Practitioner, 50(1), 30–36.
- Adams, C. L., & Kurtz, S. (2011). Skills for communicating in veterinary medicine. Dew Point Publishing.
- Coe, J. B., Adams, C. L., & Bonnett, B. N. (2008). A focus group study of veterinarians’ and pet owners’ perceptions of veterinarian-client communication in companion animal practice. Journal of the American Veterinary Medical Association, 233(7), 1072–1080.