La dirofilariosis, también conocida como enfermedad del gusano del corazón, es una afección parasitaria grave que afecta a perros y gatos en todo el mundo.
En este artículo, exploraremos las mejores prácticas en el tratamiento de la dirofilariosis canina y felina, centrándonos en las estrategias terapéuticas más efectivas para combatir esta enfermedad.
¿Qué es la dirofilariosis?
La dirofilariosis es una enfermedad parasitaria causada por el nematodo Dirofilaria immitis, que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. Una vez dentro del hospedador, los gusanos adultos se alojan en el corazón y los vasos sanguíneos pulmonares, causando daño cardiopulmonar grave.
Causas de la dirofilariosis
Cómo ya hemos comentado, las causas de la dirofilariosis son la picadura de mosquitos infectados con larvas de Dirofilaria immitis.
Los que viven en áreas con alta prevalencia de mosquitos son más susceptibles a esta enfermedad, aunque es una enfermedad parasitaria que puede darse en todo el mundo.
Diagnóstico y pruebas recomendadas
Para diagnosticar la dirofilariosis en perros y gatos, se pueden realizar las siguientes pruebas:
- Pruebas serológicas: Para detectar la presencia de antígenos de Dirofilaria immitis en la sangre.
- Microscopía: Examen directo de una muestra de sangre para detectar microfilarias.
- Radiografía torácica: Para evaluar el tamaño y la forma del corazón y los vasos sanguíneos pulmonares.
Tratamiento médico de la dirofilariosis
El tratamiento de la dirofilariosis en perros y gatos requiere un enfoque integral que aborde tanto la eliminación de los gusanos adultos como el manejo de las complicaciones asociadas. Aquí detallamos los enfoques terapéuticos clave utilizados en el tratamiento de esta enfermedad:
Melarsomina
La melarsomina es un medicamento antiparasitario específico utilizado para eliminar los gusanos adultos de Dirofilaria immitis. Se administra por vía intramuscular profunda en el músculo epaxial.
La dosis recomendada es de 2.5 mg/kg en perros. Aunque algunos estudios han investigado su seguridad y eficacia en gatos, los resultados han sido mixtos y su uso en esta especie sigue siendo controvertido.
Los gatos tienen una mayor sensibilidad a muchos medicamentos en comparación con los perros, y la melarsomina puede ser especialmente tóxica para ellos. Además, los gatos infectados con Dirofilaria immitis a menudo tienen menos gusanos adultos que los perros, lo que plantea dudas sobre la necesidad de un tratamiento agresivo como la melarsomina.
En perros, suele administrarse en una serie de inyecciones para lograr una eliminación completa de los gusanos.
Doxiciclina
La doxiciclina es un antibiótico de amplio espectro que se utiliza para eliminar las bacterias endosimbiontes de Wolbachia, que están asociadas con Dirofilaria immitis y pueden contribuir a la inflamación y la enfermedad vascular pulmonar.
Se administra por vía oral y la dosis recomendada es de 10 mg/kg cada 12 horas durante 4 semanas en perros y gatos. La doxiciclina también ayuda a reducir la carga bacteriana y la inflamación asociada con la infección por dirofilariosis.
Terapia de soporte
Además del tratamiento específico contra los gusanos adultos y las bacterias endosimbiontes, es fundamental proporcionar terapia de soporte para abordar las complicaciones asociadas con la dirofilariosis. Esto puede incluir:
- Fluidoterapia: Para mantener la hidratación y la función renal en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva.
- Oxígeno Suplementario: En casos de dificultad respiratoria debido a la enfermedad vascular pulmonar.
- Medicamentos: Para tratar la insuficiencia cardíaca congestiva, como diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores de angiotensina (ARA), y medicamentos antiarrítmicos según sea necesario.
Tratamiento quirúrgico
En casos graves de dirofilariosis con obstrucción vascular significativa o embolismo pulmonar, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico para la extracción de los gusanos adultos y la reparación de los tejidos afectados.
Este enfoque se reserva para situaciones críticas en las que la terapia médica no es suficiente para estabilizar al paciente.
Conclusiones
El tratamiento de la dirofilariosis en perros y gatos requiere un enfoque multifacético que combine la eliminación de los gusanos adultos con el manejo de las complicaciones asociadas.
La melarsomina y la doxiciclina son los pilares del tratamiento médico, mientras que la terapia de soporte desempeña un papel crucial en la estabilización y el manejo de los síntomas. En casos graves, el tratamiento quirúrgico puede ser necesario para mejorar el pronóstico del paciente.
Es fundamental trabajar en estrecha colaboración con los veterinarios especializados en cardiología y medicina interna para proporcionar el mejor cuidado posible a los animales afectados por esta enfermedad potencialmente mortal.
Referencias
- Atkins, C. E., & Miller, M. W. (2014). Canine and Feline Cardiology. Elsevier.
Bowman, D. D. (2014). Georgis’ Parasitology for Veterinarians. Elsevier.