Abordaje de emergencia para el envenenamiento por sapos en perros

Abordaje de emergencia para el envenenamiento por sapos en perros

El envenenamiento por sapos es una situación de emergencia frecuente en la práctica veterinaria, especialmente en regiones donde estos anfibios son comunes. Los sapos liberan toxinas potentes a través de sus glándulas parotoideas, que pueden causar síntomas graves e incluso ser letales para los perros. 

En este artículo, discutiremos en detalle qué es el envenenamiento por sapos, por qué puede suceder, los síntomas que se presentan, los diferentes sapos con los que los perros pueden intoxicarse y, lo más importante, el manejo adecuado en caso de urgencia. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el envenenamiento por sapos?

El envenenamiento por sapos ocurre cuando un perro entra en contacto con las toxinas liberadas por un sapo. Estas toxinas, conocidas como bufotoxinas, son producidas por las glándulas parotoideas situadas detrás de los ojos del sapo. Al morder o lamer al sapo, el perro ingiere estas sustancias tóxicas, que pueden provocar una reacción sistémica rápida y severa.

¿Por qué puede suceder?

Los perros son curiosos por naturaleza y pueden morder o lamer a un sapo por instinto o juego. Esta exposición directa a las toxinas es lo que desencadena el envenenamiento. Además, la temporada de lluvias suele aumentar la actividad de los sapos, lo que incrementa el riesgo de encuentros entre estos anfibios y los perros.

Síntomas del envenenamiento por sapos

Los síntomas del envenenamiento por sapos pueden variar en severidad, pero generalmente incluyen:

  • Hipersalivación
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Jadeo excesivo
  • Desorientación
  • Ataxia
  • Convulsiones
  • Arritmias cardíacas
  • Hipertensión
  • Colapso

Diferentes sapos que causan intoxicación

Aunque hay muchos tipos de sapor que causan intoxicación en perros, algunos de los más comunes incluyen:

Sapo de caña (Rhinella marina)

Este es uno de los sapos más venenosos y se encuentra principalmente en regiones tropicales y subtropicales. Produce una gran cantidad de bufotoxinas, que son extremadamente peligrosas para los perros.

Sapo común (Bufo bufo)

Aunque menos tóxico que el sapo de caña, el sapo común también puede causar envenenamiento si es ingerido o mordido por un perro. Se encuentra comúnmente en Europa y otras regiones templadas.

Sapo gigante (Bufo alvarius)

Conocido por sus toxinas alucinógenas, este sapo se encuentra principalmente en el suroeste de Estados Unidos. Sus toxinas pueden causar síntomas neurológicos graves en los perros.

Manejo de urgencia en caso de envenenamiento

Para manejar un envenenamiento por sapos, es necesario conocer que éste se ha producido.

Paso 1: Evaluación inicial

Es crucial actuar rápidamente. Para familias que tienen la sospecha de que su perro se ha podido intoxicar con un sapo, es vital proporcionarles la siguiente información:

  • Mantener la calma y controlar la respiración del perro.
  • Enjuagar la boca del perro con abundante agua durante 10-15 minutos para eliminar cualquier residuo de toxinas. Evitad que el agua sea tragada.
  • Ir a una clínica veterinaria de inmediato para informar sobre la situación y obtener instrucciones adicionales.

Paso 2: Tratamiento en la clínica

El tratamiento en la clínica veterinaria debe ser rápido y dirigido a estabilizar al paciente y eliminar las toxinas del cuerpo del perro.

Tratamiento sintomático y de soporte

  • Fluidoterapia intravenosa:
    • Perros: 60-90 ml/kg por día, ajustado según las necesidades del paciente.
  • Anticonvulsivos:
    • Diazepam: 0.5-1 mg/kg por vía intravenosa (IV) cada 10-15 minutos según sea necesario.
  • Control de la presión arterial:
    • Propranolol: 0.02-0.06 mg/kg por IV para manejar la hipertensión y las arritmias.
  • Tratamiento de las arritmias:
    • Lidocaína: 2 mg/kg por IV en bolo lento, seguido de una infusión continua si es necesario.

Descontaminación y eliminación de toxinas

  • Carbón activado: 1-4 g/kg por vía oral (VO) para adsorber cualquier toxina remanente en el tracto gastrointestinal.
  • Lavado gástrico: en casos severos donde se haya ingerido una cantidad significativa de toxinas.

Conclusión

La prevención y la información es necesaria en el caso del envenenamiento canino por sapos. Es crucial educar a los tutores sobre los riesgos y las medidas preventivas para reducir la incidencia de estos envenenamientos. 

Teniendo en cuenta los protocolos de abordaje que hemos mencionado, se pueden minimizar los efectos adversos de este tipo de envenenamiento. ¿Conocías los protocolos de emergencia para el envenenamiento por sapos?

Referencias

  1. Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.
  2. Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier.
  3. Tilley, L. P., & Smith, F. W. K. (2016). The 5-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.

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Clàudia Valle

Veterinaria generalista graduada en 2019 en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha cursado un postgrado en Medicina Interna acreditado por la Universidad Católica de Valencia (UCV). Ha dedicado cuatro años a enriquecer su experiencia en diversos hospitales veterinarios. Le encanta la divulgación y piensa que la formación continua e información veraz son imprescindibles para esta formación.

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