El urianálisis es una herramienta diagnóstica rápida, económica y extremadamente útil en medicina veterinaria. Sin embargo, su interpretación puede inducir a errores clínicos si no se tienen en cuenta los factores técnicos, fisiológicos y artefactuales que afectan los resultados.
Así que, vamos a ver en detalle cuáles son los errores más comunes al interpretar una analítica urinaria, cómo evitarlos y qué implicaciones clínicas pueden tener en el diagnóstico.
¿Por qué se producen errores en el urianálisis?
El análisis de orina es sensible a múltiples variables: método de recogida, almacenamiento, tipo de muestra, tiempo transcurrido, equipo utilizado y experiencia del clínico.
Muchos errores no derivan del análisis en sí, sino de una mala correlación clínica, o de confiar ciegamente en una tira reactiva sin evaluar sedimento ni contexto.
Error 1: confiar únicamente en la tira reactiva
Las tiras reactivas son útiles como cribado rápido, pero presentan limitaciones importantes:
- No detectan algunos parámetros con fiabilidad en animales (por ejemplo, urobilinógeno o leucocitos)
- Pueden dar falsos positivos por contaminación, oxidación o sustancias químicas
- No sustituyen al sedimento urinario ni al contexto clínico
Ejemplo clínico: presencia de leucocitos en tira, pero sin piuria en sedimento → posible contaminación por secreción prepucial.
Error 2: no valorar la densidad urinaria en su contexto
La densidad urinaria (DU) es clave para interpretar cualquier resultado. Pero es un error frecuente no correlacionarla con la hidratación, función renal o concentración urinaria.
- Una proteinuria en una orina muy diluida puede no tener significado clínico.
- Una glucosuria en DU <1.020 sin hiperglucemia sugiere disfunción tubular proximal, no diabetes.
Densidad urinaria | Interpretación orientativa |
<1.008 | Hipoestenuria (tubulopatía, diabetes insípida) |
1.008–1.012 | Isostenuria (daño renal) |
>1.030 (perros) | Concentración adecuada |
>1.035 (gatos) | Concentración adecuada |
Error 3: interpretar bacterias sin correlación clínica
La presencia de bacterias en el sedimento solo es significativa si:
- Hay piuria (leucocitos >5–8 por campo)
- Se confirma con cultivo positivo
- La muestra fue tomada por cistocentesis
Una orina recogida por sondaje o micción puede mostrar bacterias por contaminación sin infección activa.
⚠ En gatos especialmente, muchas “bacterias” son artefactos (polvo, pigmentos, burbujas) si no se ha teñido el sedimento.
Error 4: confundir hematuria con hemoglobinuria
En la tira, tanto hematuria como hemoglobina dan resultado positivo en el mismo reactivo. Hay que diferenciarlo mediante sedimento:
- Si hay eritrocitos visibles → hematuria
- Si no hay células pero la orina es rojiza y el animal tiene ictericia, anemia o lesiones musculares → pensar en hemoglobinuria o mioglobinuria
Una hematuria aislada, sin piuria ni bacterias, puede deberse a traumatismo, cristales o urolitiasis.
Error 5: considerar la presencia de cristales como patológica
No todos los cristales implican enfermedad urinaria.
- Oxalato cálcico o estruvita pueden aparecer en orinas concentradas, sin patología
- La presencia de cristales sin signos clínicos ni sedimento inflamatorio no justifica tratamiento
Lo importante es correlacionar con:
- Signos urinarios (polaquiuria, disuria, hematuria)
- Presencia de urolitos en ecografía o RX
- Cambios persistentes en controles seriados
Otros errores frecuentes en consulta
Error | Explicación clínica |
No refrigerar muestra si pasan >30 min | Se multiplican bacterias, se degradan células |
Usar muestras del suelo o empapadores | Alta contaminación, inservible para cultivo |
Interpretar pH sin tener en cuenta dieta | La dieta acidifica/alcaliniza la orina, puede variar fisiológicamente |
No revisar sedimento en <60 min tras recogida | Se degradan elementos celulares, aparecen artefactos |
Confundir cilindros grasos con leucocitos | Aumenta riesgo de diagnóstico erróneo de ITU o nefritis |
Tabla resumen: errores más frecuentes en el urianálisis
Error común | Corrección recomendada |
Confiar solo en la tira reactiva | Siempre complementar con sedimento y DU |
No valorar densidad urinaria | Interpretar todos los parámetros en contexto |
Diagnosticar infección solo por bacterias | Requiere piuria + cultivo + síntomas |
Malinterpretar hematuria vs hemoglobina | Revisar color, sedimento, signos sistémicos |
Tratar cristales sin clínica | Evaluar síntomas, ecografía y evolución |
Conclusión
Una buena analítica urinaria es más que leer una tira: requiere juicio clínico, experiencia con el microscopio y correlación con el paciente. La clave está en evitar automatismos y aplicar un protocolo claro: tira, densidad, sedimento, contexto clínico y cultivo cuando sea necesario.
Reconocer los errores más frecuentes permite no solo evitar tratamientos innecesarios, sino también llegar a diagnósticos más certeros y ahorrar pruebas adicionales. En definitiva, interpretar bien la orina es una habilidad diagnóstica esencial en medicina veterinaria.
Referencias
- Bartges, J. W. (2015). Diagnosis of urinary tract infections. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 45(4), 703–712.
- Grauer, G. F. (2018). Urinalysis: interpretation and pitfalls. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 48(1), 1–17.
- Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine (8.ª ed.). Elsevier Saunders.
- Rishniw, M., & Litster, A. (2017). A practical guide to veterinary urinalysis. Journal of Feline Medicine and Surgery, 19(5), 441–447.