El estornudo es un reflejo natural de protección que ocurre cuando las vías respiratorias, especialmente en la nariz, se ven irritadas. Sin embargo, cuando un perro o un gato presenta estornudos frecuentes o persistentes, puede ser signo de un problema subyacente que requiere atención veterinaria.
¿Cuáles son las causas más comunes de los estornudos en perros y gatos, los métodos de diagnóstico que se pueden utilizar y las mejores prácticas para su tratamiento y manejo? De todo esto hablaremos a lo largo del artículo.
Causas comunes de los estornudos en perros y gatos
Empezamos hablando de las causas más comunes por las que se pueden dar los estornudos en perros y gatos.
Factores ambientales y alérgenos
Los factores ambientales como el polvo, el polen, el humo de cigarrillo o productos de limpieza fuertes pueden irritar el sistema respiratorio de los animales, provocando estornudos.
La exposición frecuente a estos irritantes puede resultar en estornudos persistentes. Los alérgenos, como los ácaros del polvo o ciertos tipos de comida, también son una causa frecuente.
Infecciones respiratorias
Las infecciones virales, bacterianas y fúngicas son causas comunes de estornudos en gatos y perros. En los gatos, el complejo respiratorio felino (herpesvirus y calicivirus) es particularmente prevalente. En perros, la tos de las perreras puede incluir síntomas de estornudos junto a tos y secreciones nasales.
Cuerpos extraños
Tanto en perros como en gatos, un cuerpo extraño, como una semilla, brizna de hierba o incluso pequeños restos, puede alojarse en las fosas nasales, causando estornudos repetitivos en un intento de expulsarlo.
Esta situación es bastante común, especialmente en perros de razas curiosas y exploradoras, y puede requerir intervención veterinaria para su extracción.
Problemas dentales
Las infecciones y enfermedades dentales avanzadas pueden provocar estornudos, sobre todo en gatos y en perros de razas pequeñas. Una raíz infectada puede abrir paso a la cavidad nasal y, con ello, desencadenar síntomas respiratorios, entre los que destacan los estornudos.
Tumores y pólipos
En animales geriátricos, los estornudos persistentes pueden ser un indicativo de la presencia de un tumor nasal o pólipos. Estos crecimientos anormales pueden obstruir el flujo de aire y provocar irritación constante.
Diagnóstico de los estornudos en perros y gatos
Para abordar la causa de los estornudos en perros y gatos, se suele seguir un protocolo diagnóstico que incluye:
Examen físico completo
El primer paso es siempre un examen físico minucioso, en el que se evalúan signos adicionales como secreción nasal, estornudos unilaterales o bilaterales y dolor al tacto en el área de la nariz o boca.
Pruebas de imagen
Las radiografías y, en algunos casos, la tomografía computarizada (TC) pueden ayudar a detectar cuerpos extraños, masas o infecciones en la cavidad nasal. Estas pruebas también son esenciales cuando se sospechan problemas dentales o tumores.
Cultivos y citología
Si hay secreción nasal o estornudos crónicos, un cultivo nasal o una citología puede revelar si hay una infección bacteriana, fúngica o incluso algún tipo de células anormales que sugieren cáncer.
Endoscopia nasal
La rinoscopia, o endoscopia nasal, es una técnica avanzada que permite observar directamente el interior de la cavidad nasal y extraer cuerpos extraños o tomar biopsias si es necesario. Este procedimiento se realiza bajo anestesia.
Tratamiento de los estornudos en perros y gatos
El tratamiento de los estornudos en perros y gatos dependerá de la causa subyacente de los mismos. En resumen podemos decir que:
Tratamiento de irritantes y alérgenos
En caso de que se detecte una reacción alérgica, se recomienda reducir la exposición a los alérgenos identificados. Además, antihistamínicos como la cetirizina (dosis de 1 mg/kg vía oral cada 12-24 horas en perros y en gatos) pueden ayudar a aliviar los síntomas alérgicos.
Tratamiento de infecciones respiratorias
Las infecciones bacterianas suelen tratarse con antibióticos específicos, como la amoxicilina-clavulánico (dosis de 10-20 mg/kg vía oral cada 12 horas en perros y gatos).
En infecciones virales, como el herpesvirus en gatos, se emplean antivirales como el famciclovir (dosis de 40-90 mg/kg vía oral cada 8-12 horas). La duración del tratamiento depende de la severidad de los síntomas y de la evolución de cada caso.
Extracción de cuerpos extraños
Si se ha detectado un cuerpo extraño, es fundamental que se retire para evitar complicaciones. Este procedimiento suele realizarse con anestesia para reducir el riesgo de daño a los tejidos nasales.
Tratamiento de problemas dentales
Cuando se identifican problemas dentales que causan estornudos, puede ser necesario un tratamiento de extracción dental o una limpieza profunda bajo anestesia para resolver la infección y detener los estornudos.
Manejo de tumores y pólipos
Los tumores nasales y los pólipos suelen requerir una combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia. El enfoque terapéutico dependerá del tipo de tumor y del estado de salud del animal, y debe evaluarse cuidadosamente para maximizar el bienestar del paciente.
Prevención y seguimiento
Aunque los estornudos en perros y gatos no siempre se pueden prevenir, algunas pautas que se pueden considerar para evitar su aparición incluyen:
Mantener una buena higiene y ambiente
Para reducir el riesgo de estornudos por irritantes, se aconseja mantener un ambiente limpio y libre de polvo. Evitar productos de limpieza con olores fuertes y asegurarse de que el aire esté bien ventilado también es fundamental.
Revisión dental periódica
La higiene dental en perros y gatos es esencial, ya que reduce el riesgo de infecciones orales y dentales que puedan derivar en estornudos. Es recomendable realizar limpiezas dentales anuales, especialmente en animales de mayor edad.
Control veterinario regular
Las visitas de rutina al veterinario pueden detectar signos tempranos de problemas que causen estornudos, facilitando un tratamiento efectivo antes de que los síntomas se agraven.
Conclusión
Los estornudos en perros y gatos pueden ser un reflejo benigno o un síntoma de un problema mayor que requiere atención veterinaria. Identificar la causa subyacente es crucial para determinar el tratamiento adecuado y asegurar la salud y el bienestar del animal.
Desde infecciones y alergias hasta problemas dentales y tumores, cada causa tiene un enfoque terapéutico específico que mejora significativamente cuando se actúa a tiempo. La prevención, el seguimiento regular y un ambiente libre de irritantes también juegan un papel importante en el control de este síntoma.
Como vemos, algo “tan simple” como un estornudo puede esconder otra serie de factores detrás.
Fuentes consultadas
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