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Hiperactividad en perros: causas, diagnóstico y estrategias efectivas para manejarla

hiperactividad perro

La hiperactividad en perros es un comportamiento que puede resultar agotador tanto para los animales como para sus familias. Se caracteriza por niveles de energía excesivamente altos, dificultad para mantener la calma y falta de concentración en situaciones cotidianas. 

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Aunque es común que los perros jóvenes sean enérgicos, cuando esta actividad se vuelve persistente, descontrolada y afecta la convivencia, es necesario identificar si existe una hiperactividad patológica o si se trata de un problema relacionado con el manejo del entorno y la educación. 

En este artículo, abordaremos las causas de la hiperactividad, cómo diagnosticarla y las estrategias más eficaces para su tratamiento y control. ¡Vamos a ello!

¿Qué es la hiperactividad en perros?

La hiperactividad en perros hace referencia a un estado de excitación constante, impulsividad y actividad excesiva, que generalmente no se resuelve con el ejercicio físico habitual. 

Es importante diferenciar entre un perro simplemente activo, como lo son muchas razas de trabajo, y un perro hiperactivo, cuya conducta va más allá de lo normal para su edad, raza o nivel de estimulación.

La hiperactividad patológica puede asociarse con el síndrome de hiperactividad e hipersensibilidad (HSHA), una condición menos frecuente en perros, pero que puede requerir intervención tanto conductual como médica.

Causas de la hiperactividad en perros

Entre las causas detrás de la hiperactividad canina podemos encontrar:

1. Falta de estimulación física y mental

Uno de los motivos más comunes de hiperactividad es la falta de ejercicio y de actividades que estimulen la mente del perro. La acumulación de energía sin liberar puede llevar a comportamientos destructivos, nerviosismo y excitación constante.

2. Factores genéticos y de raza

Algunas razas tienen una predisposición genética a ser más activas debido a su función original. Ejemplos incluyen:

  • Razas de trabajo: Border Collie, Pastor Alemán, Labrador Retriever.
  • Razas deportivas: Jack Russell Terrier, Vizsla o Setter Irlandés.

Estas razas necesitan mayores niveles de actividad física y mental para mantener su equilibrio.

3. Problemas de manejo, educación y socialización

La falta de límites claros, una mala socialización y el refuerzo involuntario de comportamientos excitables (como premiar saltos o ladridos) pueden desencadenar hiperactividad en perros jóvenes.

4. Estrés o ansiedad

Los perros que viven en un entorno con altos niveles de estrés o que sufren de ansiedad por separación pueden manifestar hiperactividad como una forma de liberar su malestar.

5. Problemas neurológicos o metabólicos

En casos menos frecuentes, la hiperactividad puede estar relacionada con problemas neurológicos o endocrinos, como el hipertiroidismo, que incrementa la actividad del perro.

6. Alimentación inadecuada

Dietas con un exceso de carbohidratos y aditivos artificiales, como conservantes o colorantes, pueden influir en la conducta del perro y aumentar su nivel de actividad.

Síntomas de hiperactividad en perros

La hiperactividad se puede manifestar a través de una serie de comportamientos característicos, que incluyen:

  • Niveles de energía desproporcionadamente altos para su edad y raza.
  • Incapacidad para relajarse, incluso después de realizar ejercicio físico intenso.
  • Atención dispersa y dificultad para concentrarse en órdenes básicas.
  • Comportamientos impulsivos, como saltar o correr sin motivo aparente.
  • Ladridos excesivos y nerviosismo constante.
  • Destrucción de objetos en el hogar o masticación compulsiva.
  • Problemas para dormir y períodos cortos de descanso.

Diagnóstico de la hiperactividad en perros

El diagnóstico de hiperactividad debe realizarse mediante un enfoque integral, ya que es fundamental descartar otras causas médicas o conductuales que puedan estar detrás del comportamiento excesivo.

1. Historia clínica

Se evaluará la información sobre el comportamiento del perro:

  • ¿Cuándo comenzaron los signos de hiperactividad?
  • ¿Cuánto ejercicio realiza diariamente?
  • ¿Cómo es su entorno y rutina diaria?
  • ¿Qué tipo de alimentación recibe?

2. Examen físico y pruebas complementarias

Es importante realizar un examen físico completo y pruebas diagnósticas para descartar problemas de salud, como:

  • Análisis de sangre: Para evaluar la función tiroidea y metabólica.
  • Evaluación neurológica: Para identificar posibles problemas en el sistema nervioso.

3. Evaluación conductual

Un etólogo veterinario o especialista en comportamiento animal, como un educador canino amable, puede realizar una evaluación detallada para diferenciar entre una hiperactividad patológica y un problema de manejo, educación o entorno.

Estrategias de tratamiento para la hiperactividad en perros

El manejo de la hiperactividad en perros requiere una combinación de cambios en el entorno, entrenamiento adecuado y, en algunos casos, tratamiento médico.

1. Incrementar la estimulación física y mental

  • Ejercicio diario: Proporcionar paseos largos, juegos interactivos y actividades que se adapten a la edad y raza del perro.
  • Juegos de olfato: El uso de alfombras olfativas y juegos de búsqueda ayuda a liberar energía mental y reducir la excitación.
  • Enriquecimiento ambiental: Introducir juguetes interactivos y rompecabezas que estimulen la mente del perro.

2. Adiestramiento y modificación de conducta

  • Implementar un entrenamiento basado en refuerzo positivo para enseñar órdenes básicas y promover la calma.
  • Practicar ejercicios de autocontrol, como “quieto” o “sienta”, premiando cuando el perro se mantenga relajado.
  • Establecer una rutina diaria estructurada, que incluya tiempos para ejercicio, alimentación y descanso.

3. Manejo del estrés y la ansiedad

  • Identificar y minimizar los factores estresantes del entorno.
  • Introducir técnicas de relajación, como el uso de feromonas apaciguadoras (Adaptil) o música relajante.
  • Proporcionar un espacio seguro donde el perro pueda descansar sin estímulos externos.

4. Dieta adecuada

  • Optar por una alimentación de calidad, baja en carbohidratos refinados y libre de aditivos artificiales.
  • Consultar al veterinario para ajustar la dieta según las necesidades energéticas del perro.

5. Tratamiento médico

En casos de hiperactividad patológica (como el síndrome HSHA), se puede recomendar el uso de medicación ansiolítica o suplementos calmantes (nutracéuticos), como la L-teanina o la melatonina, siempre bajo supervisión profesional.

EstrategiaEjemplo de acciónBeneficio
Ejercicio físico diarioPaseos de 1-2 horas y juegos de pelotaLibera energía acumulada
Juegos de olfatoUso de alfombras olfativas o búsqueda de premiosEstimula la mente y reduce estrés
Entrenamiento de autocontrolEnseñar “quieto” y premiar la calmaPromueve la relajación
Enriquecimiento ambientalJuguetes interactivos y rompecabezasEvita el aburrimiento
Uso de feromonas calmantesDifusores de Adaptil en el hogarReduce la ansiedad y el nerviosismo

Prevención de la hiperactividad en perros

La prevención de la hiperactividad comienza con un manejo adecuado desde los primeros meses de vida:

  • Proporcionar ejercicio físico y mental adecuado a las necesidades de la raza.
  • Evitar reforzar comportamientos excitables de forma involuntaria.
  • Establecer rutinas que incluyan momentos de calma y descanso.
  • Socializar al cachorro de manera adecuada para reducir la ansiedad y el estrés.

Conclusión

La hiperactividad en perros puede ser un desafío para las familias, pero con un enfoque adecuado basado en ejercicio, estimulación mental y entrenamiento, es posible gestionar este comportamiento de manera efectiva. Es importante descartar problemas médicos subyacentes y, recurrir a un veterinario especialista en comportamiento o educador canino  para diseñar un plan de manejo personalizado. Con paciencia y constancia, se logrará un equilibrio que mejore la calidad de vida tanto del perro como de su familia.

Fuentes consultadas

  1. Overall, K. (2013). Manual of Clinical Behavioral Medicine for Dogs and Cats. Elsevier.
  2. Landsberg, G., Hunthausen, W., & Ackerman, L. (2012). Behavior Problems of the Dog and Cat. Saunders.
  3. Horwitz, D., & Mills, D. (2018). BSAVA Manual of Canine and Feline Behavioural Medicine. BSAVA.
  4. American College of Veterinary Behaviorists (2023). Guidelines for Diagnosis and Management of Hyperactivity in Dogs.
  5. Dodman, N. H. (2016). The Well-Adjusted Dog: Canine Behavior and Training. Houghton Mifflin Harcourt.
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Clàudia Valle

Veterinaria generalista graduada en 2019 en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha cursado un postgrado en Medicina Interna acreditado por la Universidad Católica de Valencia (UCV). Ha dedicado cuatro años a enriquecer su experiencia en diversos hospitales veterinarios. Le encanta la divulgación y piensa que la formación continua e información veraz son imprescindibles para esta formación.

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