La hipersalivación en perros, también conocida como ptialismo, es un aumento excesivo en la producción de saliva que puede deberse a múltiples factores, desde problemas benignos hasta condiciones médicas graves.
Este síntoma, que a menudo preocupa a los tutores, requiere de una evaluación detallada para identificar su origen y aplicar el tratamiento adecuado. Por eso, a lo largo de estas líneas, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la hipersalivación en perros.
¿Qué es la hipersalivación?
La hipersalivación se caracteriza por una producción excesiva de saliva que puede presentarse de forma aguda o crónica. En algunos casos, se debe a estímulos externos, como la comida, mientras que en otros es señal de una patología subyacente.
Este exceso de saliva puede causar molestias tanto al animal como a su familia, además de ser indicativo de problemas sistémicos o localizados.
Causas comunes de la hipersalivación en perros
Aunque la hipersalivación en perros puede deberse a numerosos factores, entre las causas más comunes se encuentran:
1. Estímulos fisiológicos
- Anticipación de alimentos: Algunos perros salivan en exceso ante la presencia o el olor de comida.
- Estrés o ansiedad: Situaciones de estrés, como viajes o visitas al veterinario, pueden desencadenar hipersalivación temporal.
2. Enfermedades bucales
- Enfermedades dentales: La acumulación de sarro, gingivitis o abscesos dentales pueden causar dolor e hipersalivación.
- Traumatismos orales: Cuerpos extraños, heridas o úlceras en la boca pueden provocar un aumento de saliva como respuesta inflamatoria.
- Tumores orales: Las masas en las encías, lengua o paladar pueden irritar los tejidos y estimular la producción excesiva de saliva.
3. Problemas gastrointestinales
- Náuseas: La sensación de náuseas, ya sea por intoxicaciones, gastritis o enfermedades hepáticas, puede inducir hipersalivación.
- Reflujo gástrico: Este problema crónico puede irritar el esófago y desencadenar un aumento en la secreción salival.
4. Intoxicaciones y envenenamientos
- Ingesta de sustancias tóxicas: Plantas, productos químicos o alimentos prohibidos para perros, como el chocolate, pueden estimular una producción anormal de saliva.
- Envenenamientos por insectos o serpientes: Mordeduras o picaduras también pueden causar hipersalivación como respuesta al dolor y la inflamación.
5. Enfermedades sistémicas
- Insuficiencia renal o hepática: Estas condiciones pueden provocar náuseas y, como consecuencia, hipersalivación.
- Rabia: Aunque poco frecuente en áreas donde la vacunación es obligatoria, esta enfermedad viral se asocia con un exceso de saliva.
6. Medicamentos y tratamientos
- Algunos fármacos, como los usados para el control de náuseas, pueden tener la hipersalivación como efecto secundario.
Diagnóstico de la hipersalivación
Para llegar al diagnóstico de la causa subyacente, las pruebas que se suelen realizar son:
1. Examen físico
- Revisión exhaustiva de la cavidad oral para buscar lesiones, cuerpos extraños o masas. También se explorarán signos externos de dolor o inflamación.
2. Análisis de sangre y orina
- Estas pruebas ayudan a descartar problemas sistémicos, como insuficiencia renal, hepática o infecciones.
3. Diagnóstico por imagen
- Radiografías o ecografías son útiles para detectar cuerpos extraños, tumores o problemas gastrointestinales.
4. Histopatología
- En casos de masas orales, se puede realizar una biopsia para determinar si son benignas o malignas.
Tratamientos para la hipersalivación
El tratamiento varía dependiendo de la causa subyacente
1. Tratamiento sintomático
- Hidratación: Mantener al perro hidratado es crucial, especialmente si la hipersalivación es persistente.
- Control de la ansiedad: En casos de hipersalivación relacionada con el estrés, los veterinarios pueden recomendar feromonas o ansiolíticos específicos para perros.
2. Abordaje de la causa subyacente
- Problemas bucales: Procedimientos dentales, como limpiezas profundas, extracciones de dientes dañados o tratamiento de abscesos.
- Cuerpos extraños: Extracción de objetos bajo sedación o anestesia.
- Intoxicaciones: Administración de antídotos específicos o tratamiento sintomático para reducir los efectos del tóxico ingerido.
- Tumores: Dependiendo del tipo y la localización, el tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.
- Enfermedades gastrointestinales: Cambios en la dieta, antiácidos o protectores gástricos para condiciones como el reflujo o la gastritis.
Prevención de la hipersalivación
Algunas pautas que se pueden seguir para evitar la hipersalivación en perros incluyen:
- Higiene bucal regular
- Cepillar los dientes del perro y realizar revisiones dentales periódicas ayudan a prevenir enfermedades bucales.
- Evitar el acceso a tóxicos
- Mantener plantas tóxicas, productos químicos y alimentos dañinos fuera del alcance del perro.
- Ambiente tranquilo
- Minimizar situaciones estresantes y proporcionar un entorno seguro y calmado.
- Vacunación al día
- Garantizar que el perro reciba las vacunas obligatorias, como la de la rabia, para prevenir enfermedades graves.
Conclusión
La hipersalivación en perros puede tener múltiples causas, desde estímulos inocuos hasta enfermedades graves. Trabajar en conjunto entre las familias y el veterinario y mantener hábitos preventivos son la mejor manera de evitar problemas asociados con este síntoma.
¡Aprendiendo todo sobre la hipersalivación en perros podemos ayudarles!
Fuentes
- Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2019). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
- Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier.
- Lappin, M. R. (2012). “Clinical Aspects of Canine and Feline Gastrointestinal Disorders”. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice.
- Brooks, W. C. (2014). “Dental Disease in Dogs”. Journal of Veterinary Dentistry.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.
