Tratamiento urgente para la hipertensión arterial en gatos: protocolos y opciones terapéuticas

Tratamiento urgente para la hipertensión arterial en gatos: protocolos y opciones terapéuticas

La hipertensión arterial en gatos es una condición que puede llevar a complicaciones potencialmente mortales si no se trata de manera adecuada y oportuna. Esta enfermedad, a menudo subdiagnosticada, puede afectar múltiples órganos y sistemas en el cuerpo del gato, incluidos los ojos, los riñones, el corazón y el sistema nervioso. 

¿Sabes cómo identificar la hipertensión arterial en gatos, qué pruebas clínicas son necesarias y los protocolos de emergencia para su tratamiento? ¡En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber!

Qué es la hipertensión arterial en gatos

La hipertensión arterial, o presión arterial alta, es una condición en la que la presión de la sangre en las arterias se eleva a niveles peligrosos. En gatos, se considera hipertensión cuando la presión arterial sistólica supera los 160 mmHg

Esta condición puede ser primaria (esencial) o secundaria a otras enfermedades, como enfermedad renal crónica, hipertiroidismo y diabetes mellitus.

¿Cómo saber si un gato es hipertenso?

Identificar lo más rápido posible la hipertensión arterial en gatos es básico para ofrecer el mejor tratamiento a nuestros pacientes. Entre las claves se encuentra:

Síntomas clave

  • Ceguera súbita: La hipertensión puede causar desprendimiento de retina, lo que lleva a la pérdida repentina de la visión.
  • Sangrado ocular: Hemorragias en el ojo, detectables en un examen oftálmico.
  • Signos neurológicos: Desorientación, convulsiones y ataxia.
  • Fatiga y letargo: Disminución de la actividad física y falta de energía.
  • Vómitos y anorexia: Pérdida de apetito y vómitos recurrentes.

Pruebas clínicas

  • Medición de la presión arterial: Usar un dispositivo Doppler o un monitor oscilométrico para obtener lecturas precisas.
  • Análisis de sangre y orina: Evaluar la función renal y detectar enfermedades subyacentes.
  • Examen oftalmológico: Inspeccionar los ojos en busca de signos de hipertensión ocular, como hemorragias retinianas o desprendimiento de retina.
  • Ecocardiografía: Evaluar el impacto de la hipertensión en el corazón y detectar hipertrofia ventricular izquierda.

Protocolos de emergencia para el tratamiento de la hipertensión arterial en gatos

Una vez identificada la hipertensión en gatos, los protocolos a seguir son:

Estabilización inicial

  • Hospitalización: Ingresar al gato para monitoreo continuo y administración de medicamentos intravenosos.
  • Monitoreo constante: Evaluar regularmente la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los signos neurológicos.

Opciones terapéuticas

Los medicamentos suelen ser necesarios en la mayoría de ocasiones:

Medicamentos antihipertensivos

  • Amlodipino:
    • Dosis: 0.125-0.25 mg/kg, oral, una vez al día.
    • Descripción: Un bloqueador de canales de calcio que ayuda a reducir la presión arterial al relajar los vasos sanguíneos.
  • Enalapril:
    • Dosis: 0.25-0.5 mg/kg, oral, cada 12-24 horas.
    • Descripción: Un inhibidor de la ECA que ayuda a reducir la presión arterial y protege los riñones.
  • Telmisartán:
    • Dosis: 1 mg/kg, oral, una vez al día.
    • Descripción: Un antagonista de los receptores de angiotensina II, utilizado especialmente en gatos con enfermedad renal crónica.

Manejo de las complicaciones

Cómo ya hemos comentado, la hipertensión felina puede acarrear ciertas complicaciones. Las opciones de manejo de estas complicaciones incluyen:

Tratamiento de la ceguera y problemas oculares

  • Prednisolona:
    • Dosis: 1-2 mg/kg, oral, una vez al día.
    • Descripción: Un corticosteroide que puede ayudar a reducir la inflamación y proteger la retina en casos de desprendimiento temprano.
  • Tratamiento láser: En casos de desprendimiento de retina, el tratamiento con láser puede ser considerado para intentar reanclar la retina.

Tratamiento de problemas neurológicos

  • Fenobarbital:
    • Dosis: 1-3 mg/kg, oral, cada 12 horas.
    • Descripción: Un anticonvulsivo utilizado en casos de convulsiones asociadas con hipertensión.

Monitorización continua

  • Evaluación regular de la presión arterial: Monitorizar cada 12-24 horas hasta que la presión arterial esté controlada.
  • Chequeos oftálmicos frecuentes: Evaluar regularmente la salud ocular para detectar mejoras o empeoramientos.
  • Revisiones de función renal: Monitorear la función renal mediante análisis de sangre y orina periódicos.

Tabla de medicamentos para el tratamiento urgente de la hipertensión arterial en gatos

Aquí tienes la lista de los fármacos que hemos mencionado a lo largo del artículo:

MedicamentoDosisVía de administraciónUso
Amlodipino0.125-0.25 mg/kg, una vez/díaOralAntihipertensivo principal
Enalapril0.25-0.5 mg/kg, cada 12-24 hOralAntihipertensivo e inhibidor de la ECA
Telmisartán1 mg/kg, una vez/díaOralAntagonista de los receptores de angiotensina II
Prednisolona1-2 mg/kg, una vez/díaOralAntiinflamatorio ocular
Fenobarbital1-3 mg/kg, cada 12 hOralAnticonvulsivo

Conclusiones

La hipertensión arterial en gatos es una emergencia médica que requiere un diagnóstico rápido y un tratamiento agresivo para prevenir complicaciones graves. La hospitalización y la monitorización continua son esenciales para asegurar una recuperación exitosa. 

¡Cuéntanos cuáles han sido tus experiencias con la hipertensión felina!

Referencias

  1. Brown, S., Atkins, C., Bagley, R., Carr, A., Cowgill, L., Davidson, M., … & Stepien, R. (2007). Guidelines for the identification, evaluation, and management of systemic hypertension in dogs and cats. Journal of Veterinary Internal Medicine, 21(3), 542-558.
  2. Elliott, J., Barber, P. J., Syme, H. M., Rawlings, J. M., Markwell, P. J., & Elliott, J. (2001). Feline hypertension: clinical findings and response to antihypertensive treatment in 30 cases. Journal of Small Animal Practice, 42(3), 122-129.
  3. Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.

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Clàudia Valle

Veterinaria generalista graduada en 2019 en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha cursado un postgrado en Medicina Interna acreditado por la Universidad Católica de Valencia (UCV). Ha dedicado cuatro años a enriquecer su experiencia en diversos hospitales veterinarios. Le encanta la divulgación y piensa que la formación continua e información veraz son imprescindibles para esta formación.

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