La profesión veterinaria es ampliamente reconocida por su alto grado de responsabilidad, pero conlleva también un impacto emocional significativo.
La salud mental en veterinarios es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años, ya que los profesionales que dedicamos nuestra vida al bienestar animal a menudo nos enfrentamos a niveles elevados de estrés, agotamiento y una carga emocional constante.
Este artículo tiene como objetivo profundizar en la importancia de cuidar la salud mental en los veterinarios, identificar los factores que contribuyen al deterioro del bienestar psicológico y proporcionar estrategias efectivas para su mejora. Seguro que te es de utilidad, así que sigue leyendo.
El impacto emocional de la profesión veterinaria
Ser veterinario no solo implica diagnosticar y tratar enfermedades animales, realizar cirugías o poner en marcha protocolos de salud, sino también gestionar situaciones emocionalmente complejas, como la eutanasia, tratar con tutores angustiados o hacer frente a la pérdida de un paciente querido, entre otras situaciones cotidianas.
Estas interacciones tienen un impacto emocional que, con el tiempo, puede llevar a niveles críticos de estrés, ansiedad y, en algunos casos, depresión.
El hecho de que muchos veterinarios sientan una gran responsabilidad por cada vida que atienden puede generar una “disonancia emocional”.
Por un lado, su trabajo busca mejorar la vida de los animales; pero, por otro, se enfrentan a decisiones difíciles que a veces significa no poder salvar a todos sus pacientes, lo que puede resultar devastador a nivel personal.
Factores que contribuyen al deterioro de la salud mental en veterinarios
Aunque cada veterinario lo pueda vivir de una manera diferente, hay ciertos factores comunes que contribuyen al deterioro de la salud mental en la profesión.
1. Altos niveles de estrés y presión laboral
El entorno de trabajo en una clínica veterinaria es dinámico, lleno de urgencias y demanda constante. Los veterinarios a menudo enfrentan largas jornadas laborales, con pocos descansos, y deben gestionar múltiples pacientes y casos al mismo tiempo.
Esto genera una presión significativa, no solo para brindar un servicio rápido y eficiente, sino también para mantenerse emocionalmente disponibles y empáticos hacia los responsables de los animales.
2. Eutanasia y decisiones difíciles
Uno de los mayores retos emocionales en la veterinaria es la eutanasia. Aunque se toma como una decisión compasiva en muchos casos, el acto repetido de terminar con la vida de un animal puede ser traumático para los profesionales.
El veterinario debe encontrar un equilibrio entre lo ético y lo emocional, algo que con el tiempo puede causar agotamiento emocional y sensación de pérdida.
3. Expectativas de los tutores y confrontaciones
Muchos veterinarios también experimentan altos niveles de estrés debido a las expectativas poco realistas de los tutores de los pacientes.
Las confrontaciones o desacuerdos con las familias sobre el diagnóstico, tratamiento o incluso los costes asociados pueden generar ansiedad y frustración. Además, las redes sociales han dado lugar a una mayor exposición a críticas públicas, lo que puede empeorar la presión emocional.
4. Estigma sobre la salud mental
A pesar del aumento de la conciencia sobre la importancia de la salud mental, el estigma sigue presente en muchas profesiones, incluida la veterinaria. Los veterinarios pueden sentirse reacios a hablar sobre sus problemas emocionales, por miedo a ser percibidos como débiles o poco profesionales. Este estigma puede impedir que busquen ayuda cuando más lo necesitan.
Consecuencias del deterioro de la salud mental
El impacto negativo en la salud mental de los veterinarios puede manifestarse de diferentes maneras. El agotamiento o “burnout” es una de las consecuencias más comunes, caracterizado por una sensación de fatiga extrema, despersonalización y falta de realización personal.
Además, la profesión veterinaria muestra tasas de suicidio preocupantes, lo que refleja la necesidad urgente de abordar estos problemas desde una perspectiva tanto individual como colectiva.
El burnout no solo afecta la calidad de vida del profesional, sino también la calidad de la atención brindada a los animales y la relación con sus responsables.
Estrategias para mejorar la salud mental en veterinarios
Algunas estrategias para que los veterinarios podamos obtener bienestar en la salud mental se basan en:
1. Promoción de un equilibrio entre la vida laboral y personal
Una de las formas más efectivas de reducir el estrés en la profesión veterinaria es fomentar un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal.
Los veterinarios deben establecer límites claros en su trabajo y dedicar tiempo a actividades que promuevan el bienestar emocional, como el ejercicio, los hobbies o la meditación.
2. Formación en gestión emocional
El desarrollo de habilidades para gestionar las emociones en situaciones difíciles es clave. Los veterinarios pueden beneficiarse de la formación en inteligencia emocional, que les permite reconocer y manejar sus sentimientos, así como establecer relaciones más sanas con sus pacientes y colegas.
3. Apoyo psicológico y grupos de apoyo
Buscar ayuda profesional de psicólogos o terapeutas especializados en estrés laboral y emocional puede ser esencial para la salud mental. Además, los grupos de apoyo entre compañeros de profesión son una herramienta útil para compartir experiencias, reducir la sensación de aislamiento y ofrecer un espacio seguro para hablar sobre los desafíos emocionales.
4. Consciencia sobre la importancia de la salud mental
Los entornos de trabajo veterinario deben hacer un esfuerzo por normalizar la conversación sobre la salud mental y el bienestar. Las clínicas pueden implementar políticas que promuevan una cultura de apoyo, con acceso a recursos de salud mental y la creación de un ambiente donde se valore tanto la salud física como emocional de los empleados.
Conclusión
La salud mental en la profesión veterinaria es un tema de vital importancia que no debe ser ignorado. Los veterinarios nos enfrentamos a desafíos emocionales únicos que pueden afectar su bienestar psicológico si no se gestionan adecuadamente.
Crear un entorno donde se priorice el equilibrio entre la vida personal y profesional, donde se ofrezcan recursos de apoyo y se fomente una mayor consciencia sobre la salud mental, es fundamental para garantizar el bienestar dentro de la profesión.
Cuidar de los cuidadores es esencial para mantener un sistema de salud veterinaria sostenible y compasivo.
Fuentes
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