Cuando se trata de pacientes con signos neurológicos, es fundamental poder localizar las lesiones con precisión para desarrollar un plan terapéutico efectivo.
En este artículo, profundizaremos en cómo identificar la localización de las lesiones neurológicas en perros y gatos, centrándonos en los signos clínicos, las pruebas diagnósticas y los posibles tratamientos para cada caso.
Signos clínicos y localización
Dependiendo de la localización de los daños, los signos clínicos que se observan son diferentes.
Lesiones cerebrales
Perros:
- Alteraciones del comportamiento: Pueden presentarse cambios en la personalidad, agresividad o apatía.
- Convulsiones: Los perros pueden experimentar convulsiones parciales o generalizadas.
- Circling: La tendencia a caminar en círculos puede indicar una lesión cerebral unilateral.
- Ceguera: La ceguera cortical puede manifestarse como aturdimiento o desorientación.
Gatos:
- Circling y desorientación: Los gatos pueden mostrar movimientos circulares o desorientación.
- Cambios en la postura: Posturas anormales de la cabeza o el cuello pueden indicar problemas cerebrales.
- Compulsión a esconderse: Los gatos pueden buscar lugares oscuros y tranquilos, mostrando cambios en el comportamiento.
Lesiones de la médula espinal
Perros y gatos:
- Dificultad para caminar: Los pacientes pueden arrastrar las extremidades, presentar debilidad o parálisis.
- Alteraciones de la marcha: La ataxia, la marcha rígida o la marcha rueda de carro pueden ser signos de lesión medular.
- Pérdida de sensibilidad: La reducción o la pérdida de la sensibilidad en las extremidades pueden indicar compromiso medular.
Lesiones del tronco encefálico
Perros y gatos:
- Disfunción craneal: Problemas con la deglución, la masticación, la audición, el equilibrio o el movimiento de los ojos.
- Cambios en la respiración: La respiración anormal, como la respiración de Cheyne-Stokes, puede indicar compromiso del tronco encefálico.
- Anormalidades oculares: Los signos de disfunción de los pares craneales pueden incluir nistagmo, estrabismo o anisocoria.
Lesiones de la médula espinal cervical
Perros y gatos:
- Tetraplejia: Parálisis de todas las extremidades, indicando una lesión en la médula espinal cervical alta.
- Hiperestesia cervical: Sensibilidad exagerada en el cuello, a menudo asociada con dolor o rigidez.
Lesiones de la región lumbar
Perros y gatos:
- Paraplejia: Parálisis de las extremidades traseras, indicando una lesión en la médula espinal lumbar.
- Incontinencia urinaria y fecal: Pérdida de control de la vejiga y el intestino debido a la interrupción de los impulsos nerviosos.
Diferenciación y pruebas diagnósticas
Un examen neurológico completo es esencial para evaluar a un paciente con signos neurológicos.
En perros, se debe prestar especial atención a la marcha, los reflejos y la sensibilidad en las extremidades. Los gatos, por otro lado, pueden requerir una evaluación adicional de la postura, la marcha y los reflejos para obtener pistas sobre la ubicación de la lesión.
Pruebas de imagen
Las pruebas de imagen, como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC), son herramientas valiosas para visualizar lesiones cerebrales y de la médula espinal.
Estas pruebas proporcionan información detallada sobre la ubicación y la extensión de la lesión, lo que ayuda a guiar el plan terapéutico. Además, las radiografías pueden ser útiles para evaluar lesiones óseas que puedan estar comprimiendo la médula espinal.
Planes terapéuticos y tratamientos
Lesiones cerebrales
El tratamiento de las lesiones cerebrales en perros y gatos puede variar dependiendo de la naturaleza y la gravedad de la lesión. En general, el enfoque terapéutico puede incluir el uso de corticosteroides para reducir la inflamación cerebral, junto con antiepilépticos si hay convulsiones. Además, se pueden requerir terapias de soporte nutricional y cuidados intensivos, especialmente en gatos que tienen una mayor predisposición a la anorexia.
Lesiones de la médula espinal
El tratamiento de las lesiones de la médula espinal puede implicar una combinación de enfoques médicos y quirúrgicos. En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para aliviar la compresión de la médula espinal y estabilizar la columna vertebral. Además, la fisioterapia puede ser beneficiosa para mejorar la función neurológica y la calidad de vida del paciente. Se pueden usar analgésicos para controlar el dolor y facilitar la rehabilitación.
Planes terapéuticos generales: pequeña guía de referencia
Antiinflamatorios y analgésicos
Perros y gatos:
- Corticosteroides: La prednisolona se utiliza a menudo para reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado con lesiones neurológicas. La dosis inicial típica es de 0,5-1 mg/kg por vía oral cada 12-24 horas, con una reducción gradual de la dosis según la respuesta clínica.
- AINEs: El meloxicam es un AINE ampliamente utilizado en perros y gatos para el control del dolor y la inflamación. La dosis recomendada es de 0,1 mg/kg por vía oral una vez al día.
Terapia neuroprotectora
Perros y gatos:
- Vitamina E: La vitamina E puede tener efectos neuroprotectores y antioxidantes. La dosis recomendada es de 10-20 UI/kg por vía oral una vez al día.
- S-Adenosilmetionina (SAMe): Este suplemento puede tener beneficios en la función hepática y la salud neurológica. La dosis recomendada es de 10-20 mg/kg por vía oral una vez al día.
Terapia para el control de convulsiones
Perros y gatos
- Antiepilépticos: El levetiracetam es un antiepiléptico de amplio espectro que puede ser útil en el control de convulsiones. La dosis recomendada es de 20-60 mg/kg por vía oral cada 8 horas.
- Fenobarbital: A menudo se utiliza en el tratamiento a largo plazo de convulsiones. La dosis inicial es de 2-3 mg/kg por vía oral cada 12-24 horas, ajustada según la respuesta clínica y los niveles séricos.
Terapia de soporte y rehabilitación
Perros y gatos:
- Fisioterapia: Ejercicios de fortalecimiento muscular, masaje y terapia con agua pueden ayudar en la recuperación de la función neurológica.
Tratamiento de las complicaciones
Perros y Gatos
- Manejo de la incontinencia: Fármacos como la fenilpropanolamina o la duloxetina pueden ser útiles en el control de la incontinencia urinaria. Las dosis varían según el agente y la respuesta individual del paciente.
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Referencias y fuentes
- Dewey CW, Da Costa RC. “Practical Guide to Canine and Feline Neurology.” Wiley; 2016.
- Platt S, Olby N. “BSAVA Manual of Canine and Feline Neurology.” Wiley; 2013.
- Lorenz MD, Coates JR, Kent M. “Handbook of Veterinary Neurology.” Elsevier; 2015.