El paciente ASA V representa el mayor reto anestésico en medicina veterinaria. Se trata de animales moribundos, cuya probabilidad de fallecer sin intervención quirúrgica es prácticamente del 100 %.
La cirugía suele ser el último recurso para intentar prolongar o salvar la vida del paciente, pero el riesgo anestésico es extremo. En estos casos, el objetivo no es la anestesia perfecta, sino realizar el procedimiento de forma rápida, eficaz y con las mínimas interferencias fisiológicas.
Qué es un paciente ASA V
La clasificación ASA V se asigna a pacientes con una o varias enfermedades sistémicas graves y descompensadas, cuya supervivencia sin intervención es nula. Son animales al borde del colapso vital, que requieren una intervención urgente o emergente. La categoría se convierte en ASA VE si la cirugía es de urgencia, lo cual es casi siempre el caso.
Ejemplos clínicos habituales:
- Perro con ruptura esplénica y shock hipovolémico.
- Gato con obstrucción urinaria severa y uremia avanzada.
- Hemoperitoneo traumático.
- Piómetra con sepsis y alteración de la coagulación.
- Distocia con sufrimiento fetal y shock materno.
La supervivencia depende directamente de la rapidez de actuación, la estabilización previa, y la habilidad para mantener el mínimo de estabilidad intraoperatoria.
Cómo identificar y valorar un ASA V
En la práctica, es fácil identificar un ASA V, pero esencial cuantificar su estado con precisión:
- Parámetros vitales alterados: taquicardia o bradicardia extrema, hipotermia, mucosas pálidas o cianóticas, tiempo de relleno capilar >3 s.
- Analítica crítica: hipoglucemia, azotemia severa, lactato elevado, anemia o coagulopatía.
- Signos de shock evidente: pulso débil, extremidades frías, hipoperfusión generalizada.
En estos animales, cada segundo cuenta, por lo que la valoración preanestésica debe realizarse en paralelo a la estabilización.
Predisposición y casos típicos
En perros
- Roturas esplénicas por hemangiosarcomas.
- Piómetras con endotoxemia.
- Shock hemorrágico tras traumatismo.
En gatos
- Uropatía obstructiva grave con hiperkalemia y bradicardia.
- Peritonitis séptica.
- Tóxicos que inducen colapso multiorgánico (ej. lirios, permetrinas).
Manejo anestésico básico para pacientes ASA V
Veamos cuáles son las estrategias clínicas más efectivas para anestesiar con seguridad relativa a un paciente ASA V.
Premedicación
En la mayoría de los casos se omite. Si el animal está consciente pero dolorido o agitado, se puede usar fentanilo a dosis bajas.
- Perros y gatos:
• Fentanilo: 2–3 µg/kg IV lenta
• Midazolam: 0,2 mg/kg IV si hay ansiedad sin hipotensión severa
Evitar cualquier sedante que pueda deprimir aún más la función cardiovascular o respiratoria. A veces, la inducción directa es preferible.
Inducción anestésica
La inducción debe ser muy lenta y con el animal preoxigenado durante al menos 3–5 minutos.
- Etomidato: 0,2–0,3 mg/kg IV. Elección ideal por su estabilidad cardiovascular.
- Ketamina + Midazolam:
• Perros: Ketamina 1 mg/kg + Midazolam 0,2 mg/kg IV
• Gatos: Ketamina 1–1,5 mg/kg + Midazolam 0,2 mg/kg IV - Alternativa en casos extremos:
• Inducción con fentanilo a dosis altas (10–20 µg/kg IV) si se va a realizar una laparotomía urgente muy breve.
Mantenimiento anestésico
Debe minimizarse al máximo el uso de inhalatorios.
- Isofluorano a concentración muy baja, solo si el paciente tolera.
- Fentanilo en CRI: 2–5 µg/kg/h
- Ketamina en CRI: 5–10 µg/kg/min
- Evitar hipotermia a toda costa (mantas térmicas activas).
En procedimientos muy cortos (ej. cesárea de urgencia o toracocentesis), puede mantenerse solo con CRI de opioides.
Monitorización intensiva
Es imprescindible desde el minuto uno:
- ECG continuo
- Capnografía
- TA invasiva o Doppler
- Temperatura central
- Glucemia, lactato y parámetros de perfusión periférica
Tener a mano soporte vital: adrenalina, dopamina, fluidos calientes, equipo de reanimación.
Tabla resumen
Fase | Perros (ASA V) | Gatos (ASA V) | Observaciones clave |
Premedicación | Fentanilo 2–3 µg/kg IV o sin premedicar | Fentanilo 2–3 µg/kg IV si conscientes | Solo si está consciente y agitado |
Inducción | Etomidato 0,2–0,3 mg/kg o Ketamina + Midazolam | Etomidato o Ketamina + Midazolam | Preoxigenación esencial, administrar lentamente |
Mantenimiento | Isofluorano a baja concentración + CRI de opioides | CRI de ketamina o fentanilo con mínimo inhalatorio | Priorizar analgesia continua y mínimo anestésico inhalado |
Monitorización | ECG, capnografía, TA invasiva, temperatura | ECG, capnografía, TA Doppler, temperatura central | Controlar hipovolemia, glucemia, perfusión y termorregulación |
Conclusión
Anestesiar a un paciente ASA V exige una ejecución precisa, rápida y extremadamente prudente. El pronóstico es reservado desde el inicio, pero una anestesia bien planificada puede marcar la diferencia. En estos casos, menos es más: menos anestésico, menos tiempo, menos agresión farmacológica. El equipo debe estar coordinado, con tareas claras, y preparado para actuar ante cualquier eventualidad. Porque cuando se anestesia un ASA V, se anestesia al límite.
Referencias
- Grimm, K. A., Lamont, L. A., Tranquilli, W. J., Greene, S. A., & Robertson, S. A. (2021). Veterinary Anesthesia and Analgesia: The Fifth Edition of Lumb and Jones. Wiley-Blackwell.
- Muir, W. W., Hubbell, J. A. E. (2017). Handbook of Veterinary Anesthesia. Elsevier.
- Mama, K. R., & Steffey, M. A. (2020). Managing anesthesia in high-risk veterinary patients. Vet Anaesth Analg, 47(3), 273–282.
- FECAVA. (2020). Guidelines on safe anaesthesia and analgesia in veterinary practice.
- Pascoe, P. J. (2018). Anesthetic considerations for critically ill animals. Clin Tech Small Anim Pract, 33(4), 205–211.