La clasificación ASA (American Society of Anesthesiologists) es una herramienta fundamental para valorar el riesgo anestésico en pequeños animales y adaptar el protocolo a cada paciente.
Una correcta categorización permite anticipar complicaciones, individualizar la premedicación, la inducción, el mantenimiento y la monitorización, y mejorar los resultados clínicos.
En este artículo encontraréis una guía práctica para establecer un plan anestésico básico según el estado ASA, desde pacientes sanos hasta casos críticos.
¿Qué es la clasificación ASA y por qué es clave en anestesia veterinaria?
El sistema ASA clasifica a los pacientes en cinco niveles de riesgo anestésico, basándose en su estado físico general antes del procedimiento. No tiene en cuenta la duración ni el tipo de cirugía, sino las condiciones sistémicas previas.
Esta clasificación, aunque originalmente diseñada para medicina humana, ha sido adoptada ampliamente en veterinaria por su utilidad predictiva y como lenguaje común entre clínicos.
Categoría ASA | Definición veterinaria |
ASA I | Paciente sano, sin enfermedad sistémica, cirugía electiva. |
ASA II | Enfermedad sistémica leve, compensada. Ej: obesidad moderada, enfermedad dental. |
ASA III | Enfermedad sistémica moderada a grave, controlada. Ej: cardiopatía estable. |
ASA IV | Enfermedad sistémica grave, descompensada. Ej: fallo renal avanzado. |
ASA V | Paciente moribundo, que probablemente no sobrevivirá sin cirugía urgente. |
La clasificación se complementa con una “E” si la intervención es de urgencia (por ejemplo, ASA IIIE).
Evaluación previa y adaptación del plan anestésico
Cada categoría ASA exige un enfoque distinto. El protocolo no debe ser rígido, sino una guía que se ajuste a la especie, edad, tipo de cirugía, experiencia del equipo y equipamiento disponible.
Es clave realizar:
- Exploración física completa.
- Anamnesis dirigida (enfermedades previas, medicamentos, tolerancia al ayuno).
- Analítica preanestésica adaptada a la edad y categoría ASA.
- ECG y pruebas complementarias en ASA ≥ III.
Plan anestésico básico por categoría ASA
Estos son los planes anestésicos tipo para perros y gatos, orientados a veterinarios en clínica general. Las dosis deben adaptarse al paciente y a cada contexto clínico.
ASA | Premedicación | Inducción | Mantenimiento | Monitorización recomendada |
I | Dexmedetomidina + butorfanol | Propofol IV a efecto | Isofluorano o sevofluorano | T°, FC, FR, SpO₂ |
II | Dexmedetomidina + metadona | Propofol o alfaxalona IV | Isofluorano + infusión de opioide | Como ASA I + ECG, TA no invasiva |
III | Midazolam + metadona | Alfaxalona o ketamina-midazolam | Isofluorano + CRI de lidocaína o ketamina | ECG, TA no invasiva, capnografía, temperatura |
IV | Midazolam + fentanilo | Etomidato o ketamina-midazolam | Isofluorano a baja concentración + CRI | ECG continuo, presión invasiva si es posible |
V | Fentanilo solo o inducción directa | Ketamina + midazolam vía rápida | Procedimientos breves: mantener con ketamina | Monitorización intensiva, soporte vital continuo |
Consideraciones clínicas prácticas
- ASA I–II: pacientes con buena reserva fisiológica, pueden tolerar protocolos estándar. Aun así, es recomendable evitar fármacos que prolonguen la recuperación, especialmente en gatos.
- ASA III: no usar A2-adrenérgicos como primera línea. Elegir fármacos cardiopulmonares estables, inducción lenta y monitorización estricta.
- ASA IV–V: evitar hipotensión y depresión respiratoria a toda costa. Es preferible usar dosis bajas y combinar analgesia potente con agentes de corta acción.
Tabla práctica: dosis orientativas por categoría ASA
Fármaco | Dosis perro | Dosis gato | Categorías ASA recomendadas | Vía | Observaciones |
Dexmedetomidina | 1–5 µg/kg | 1–3 µg/kg | I–II | IM o IV | No usar en ASA ≥ III |
Metadona | 0,2–0,5 mg/kg | 0,1–0,3 mg/kg | II–IV | IM, IV | Buena analgesia, combinar con tranquilizante |
Midazolam | 0,2–0,5 mg/kg | 0,2–0,3 mg/kg | III–V | IM, IV | Ideal como tranquilizante en pacientes débiles |
Ketamina | 2–5 mg/kg | 2–4 mg/kg | III–V | IV, IM | Analgésico disociativo útil en pacientes críticos |
Propofol | 2–6 mg/kg a efecto | 2–5 mg/kg a efecto | I–III | IV lenta | No usar en hipovolemia sin soporte |
Alfaxalona | 1–3 mg/kg a efecto | 1–3 mg/kg a efecto | I–III | IV o IM lenta | Cardiopulmonarmente más estable que propofol |
Etomidato | 0,2–0,3 mg/kg | 0,2–0,3 mg/kg | IV–V | IV | Elección en pacientes inestables |
Tabla resumen
ASA | Estado del paciente | Premedicación sugerida | Inducción sugerida | Monitorización mínima |
I | Sano, cirugía electiva | Dexmedetomidina + butorfanol | Propofol o alfaxalona | T°, FC, FR, SpO₂ |
II | Enfermedad leve controlada | Dexmedetomidina + metadona | Propofol o alfaxalona | + ECG, TA |
III | Enfermedad moderada estable | Midazolam + metadona | Ketamina-midazolam | + capnografía, temperatura |
IV | Enfermedad grave descompensada | Midazolam + fentanilo | Etomidato o ketamina | ECG continuo, presión invasiva |
V | Moribundo, cirugía paliativa | Fentanilo o sin premedicar | Ketamina + midazolam | Soporte vital completo |
Conclusión
El estado ASA no solo clasifica el riesgo anestésico, sino que debe guiar la toma de decisiones clínicas desde la premedicación hasta la recuperación. Un plan anestésico básico ajustado al ASA permite mejorar la seguridad, minimizar efectos adversos y personalizar el abordaje según cada paciente.
En la práctica diaria, aplicar esta clasificación de forma sistemática y combinarla con una evaluación clínica rigurosa es clave para una anestesia veterinaria segura, ética y eficaz.
Referencias
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- Brodbelt, D. C., et al. (2008). Risk factors for anesthetic-related death in dogs and cats. Vet Anaesth Analg, 35(5), 379–390.