Los vómitos persistentes en perros jóvenes, en la mayoría de los casos responden a causas leves y autolimitadas. Sin embargo, hay casos en los que se esconden patologías infecciosas, congénitas o digestivas graves que requieren una actuación inmediata y estructurada.
Así que, vamos a ver en detalle cómo aplicar un protocolo clínico eficaz para detectar y tratar correctamente los vómitos en cachorros y perros jóvenes.
Cuándo los vómitos dejan de ser “normales”
En animales jóvenes, el vómito ocasional puede estar relacionado con errores dietéticos, parásitos o inmadurez digestiva. Sin embargo, hay señales de alarma que deben activar el protocolo de urgencia:
- Persistencia >12–24 horas
- Vómitos con sangre o biliosos
- Asociados a letargia, fiebre o deshidratación
- Vómitos acompañados de diarrea intensa o anorexia total
- Raza predispuesta a cuerpos extraños (Labrador, Beagle, Bulldog)
- Historia de ingestión de tóxicos, objetos o plantas
Ante estas señales, se debe descartar patología obstructiva, infecciosa o inflamatoria relevante.
Diagnóstico diferencial estructurado
La clave está en organizar el diagnóstico por grupos de causas, teniendo en cuenta la edad y estado general del paciente.
Principales causas de vómitos persistentes en perros jóvenes
Grupo etiológico | Posibilidades clínicas |
Dietéticas | Cambio brusco de pienso, sobreingesta |
Infecciosas | Parvovirus, coronavirus, giardiasis |
Parasitarias | Toxocara, Ancylostoma, Isospora |
Obstructivas | Cuerpos extraños, invaginación intestinal |
Congénitas | Estenosis pilórica, megaesófago |
Metabólicas | Hepatopatías, nefropatías juveniles |
Inflamatorias | Enteritis eosinofílica, gastritis inmunomediada |
Exploración inicial y pruebas básicas
- Exploración física completa: valorar abdomen, signos de dolor, palpar masas.
- Hemograma y bioquímica: electrolitos, función renal, hepática, glucemia.
- Test rápidos: parvovirus, giardias, antígenos pancreáticos.
- Radiografía simple: descartar cuerpos extraños, patrón obstructivo.
- Ecografía abdominal: muy útil en obstrucciones parciales, invaginaciones o gastritis.
Si tras esta primera línea no se alcanza un diagnóstico claro y los vómitos persisten, puede plantearse endoscopia digestiva o laparotomía exploratoria.
Tratamiento inicial según gravedad
El tratamiento debe individualizarse, pero hay unas bases terapéuticas comunes. Vamos a desglosarlo por fases.
Estabilización del paciente
- Ayuno terapéutico: mínimo 6–12 horas, según gravedad y tolerancia.
- Fluidoterapia: Ringer lactato o Hartmann, ajustar según deshidratación y electrolitos.
- Corrección de hipoglucemia o hipopotasemia si procede.
- Antieméticos seguros en jóvenes:
Medicamento | Dosis en perros jóvenes | Vía | Comentarios |
Maropitant | 1 mg/kg cada 24 h | SC u oral | Seguro a partir de las 8 semanas de vida |
Metoclopramida | 0,2–0,5 mg/kg cada 8 h | IV/IM/SC | Procinético, útil si no hay obstrucción |
Ondansetrón | 0,1–0,2 mg/kg cada 8 h | IV/IM | Especialmente útil en vómitos refractarios |
Antibióticos y protectores digestivos
- Antibióticos solo si hay signos sistémicos o sospecha de translocación bacteriana.
- Omeprazol o sucralfato si hay evidencia de úlcera o hematoemesis.
Cuándo derivar o avanzar en el diagnóstico
Es fundamental reevaluar al paciente a las 24–48 horas. Si los vómitos persisten y no hay mejoría clínica, conviene escalar el protocolo:
- Derivación para endoscopia si se sospechan lesiones mucosas, cuerpos extraños gástricos, úlceras, esofagitis crónica.
- Biopsias digestivas en caso de enteritis crónica o enfermedad inflamatoria intestinal.
- Estudios genéticos si se sospechan trastornos congénitos.
En razas braquicéfalas jóvenes, considerar estenosis pilórica o reflujo gastroesofágico por hernia hiatal.
Tabla resumen: protocolo clínico ante vómitos persistentes
Paso clínico | Acción recomendada |
Anamnesis dirigida | Edad, dieta, vacunación, acceso a tóxicos |
Exploración + test rápidos | Descartar causas infecciosas o quirúrgicas |
Estabilización inicial | Fluidoterapia, antieméticos, ayuno |
Reevaluación 24–48 h | Valorar respuesta y necesidad de pruebas avanzadas |
Derivación/endoscopia | Si persisten vómitos sin causa clara |
Conclusión
Los vómitos persistentes en perros jóvenes no deben subestimarse. Aunque muchas veces se resuelven con manejo médico básico, otras requieren un protocolo diagnóstico escalonado y una intervención precoz.
La clave está en identificar signos de alarma, estabilizar al paciente y decidir cuándo es el momento de avanzar con pruebas más específicas.
Referencias
- Washabau, R. J., & Day, M. J. (2013). Canine and Feline Gastroenterology. Elsevier Saunders.
- Willard, M. D., & Twedt, D. C. (2012). Gastrointestinal Emergencies in Puppies and Kittens. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 42(6), 1141–1160.
- Hall, E. J., & Simpson, K. W. (2019). Diseases of the gastrointestinal system. In Ettinger & Feldman: Textbook of Veterinary Internal Medicine (8.ª ed.).
- German, A. J., et al. (2006). Diagnostic approach to chronic vomiting in dogs. Journal of Small Animal Practice, 47(7), 350–356.