La radiografía de abdomen es una técnica de diagnóstico por imagen muy útil en veterinaria. Es un procedimiento barato, rápido, fácil de interpretar, y que está disponible en la mayoría de centros.
Es especialmente útil en el triaje de urgencias, ya que nos da información importante acerca del estado de la cavidad abdominal del paciente. Eso sí, hay que tener en cuenta que normalmente no nos da un diagnóstico definitivo, por lo que es importante ayudarnos de pruebas complementarias.
¿Te parece interesante la radiografía de abdomen? ¿Quieres saber más acerca de ella? ¡Pues vamos con todo!
Pero antes, quiero dejarte por aquí, una charla de abdomen agudo, donde hablamos del abordaje de un paciente que acude de urgencias con dolor abdominal ¡Es completísimo!
Cómo interpretar una radiografía
Antes de meternos a hablar de la radiografía de abdomen en particular, es necesario entender los conceptos básicos de una radiografía. Los rayos X, que son la base de una radiografía, son parte del espectro electromagnético. Además, emiten radiación ionizante, es decir, que interactúan con los átomos que forman la materia.
Debido a esta interacción con la materia, dependiendo de la composición de esta, obtenemos la imagen radiográfica característica en negros, grises y blancos.
También es importante tener en cuenta que, debido a la ionización de los rayos X, son necesarias protecciones específicas para las personas involucradas en el proceso radiográfico.
La sala dónde se realizan las radiografías debe estar correctamente aislada. Los profesionales deben tener protecciones plomadas, además, de que en la sala se quede el mínimo personal posible. Es fundamental también hacer controles de la radiación recibida y los contadores Geiger son muy útiles para esto.
¿Cuándo se debe hacer una radiografía de abdomen?
Cómo ya hemos comentado, una radiografía de abdomen puede ser muy útil en el triaje de urgencias cuando se presentan problemas gastrointestinales. Ante la sospecha de una dilatación/torsión del estómago, la presencia de un cuerpo extraño, o vómitos y/o diarreas recurrentes.
Además, también se utiliza para identificar alteraciones en órganos como el hígado, los riñones, el bazo, los intestinos, así cómo el sistema urinario, la cavidad peritoneal y retroperitoneal, y un largo etcétera.
Para poder tener radiografías de abdomen correctas y que no se presten a malas interpretaciones, es importante usar la técnica radiológica correcta.
Normalmente, las radiografías no nos dan un diagnóstico definitivo. Por eso, tras una radiografía de abdomen, y ante la observación de alguna alteración, una de las pruebas más utilizadas es la ecografía.
En estos casos, la radiografía y la ecografía se complementan muy bien, y nos puede ayudar a obtener el diagnóstico definitivo.
Órganos principales en los que debemos fijarnos
Si bien la radiografía de abdomen la realizaremos pensando en un órgano (u órganos) concretos, es necesario visualizar toda la radiografía al completo.
Importantísimo, que para evitar errores de interpretación, se realicen mínimo dos proyecciones ortogonales, idealmente, y siempre que sea posible, tres.
Las proyecciones, en relación al paciente, serán:
- Ventrodorsal/dorsoventral
- Latero-lateral (izquierda/derecha)
- Oblicua
- Cráneo-caudal
- Medio-lateral
En el caso de la radiografía de abdomen, las proyecciones más habituales son la lateral (LL), la ventrodorsal (VD) y la dorsoventral (DV). En todas ellas, el haz de luz estará centrado sobre la última costilla, y se disparará en fase de espiración.
También es vital tener en cuenta a la hora de interpretar una radiografía, si se trata de un perro o un gato. Cuando estamos viendo el paciente in situ, es obvio, pero cuando no, este es el “truco” para diferenciarlos.
La de arriba es la RX de un perro. Se diferencia porque tiene los cuerpos vertebrales “cuadrados”. El gato, en cambio, tiene los cuerpos vertebrales más delgados y finos. Además, el corazón se observa más pequeño y alargado en los felinos.
Teniendo todo esto en cuenta, también tenemos que saber que a la hora de interpretar una RX de abdomen, la dividimos en las siguientes zonas:
Y ahora sí, vamos a ver los órganos principales a tener en cuenta en una radiografía abdominal.
Estómago
El estómago es un órgano con forma de saco, que se distiende según su carga. Ocupa
principalmente el epigastrio dorsal y medio izquierdo.El estómago se divide en 3 regiones:
- Fundus: Contiene a la burbuja gástrica y contacta con el pilar diafragmático izquierdo e incluye por craneal al hiato esofágico y el cardias (que no se diferencian entre sí en una RX de abdomen simple). Por lateral se lo halla bajo las tres últimas costillas de la arcada costal izquierda.
- Cuerpo: En perros suele atravesar el eje medio hacia el epigastrio derecho. En gatos, no lo sobrepasa. Observando hacia craneal, contacta con el hígado.
- Antro, canal y esfínter pilórico: Estas partes tampoco se diferencian entre sí, formando una imagen redondeada.Son las partes menos afectadas por la carga del estómago.
Intestino delgado
El intestino delgado, tanto en perros como en gatos, es relativamente corto, ya que mide aproximadamente 3,5 veces la longitud del animal. Tiene la capacidad de poder desplazarse ampliamente en la cavidad abdominal.
Por eso, podemos encontrarlos entre órganos como vejiga, estómago o útero, o entre los órganos macizos como el hígado, el bazo, o los riñones.
El intestino delgado también se divide en 3 partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon, pero estas partes no son diferenciables en una radiografía de abdomen simple.
Intestino grueso
El intestino grueso es corto, y aunque depende del paciente, tiene una longitud aproximada de entre 60 y 75 cm. En este caso también hay 3 porciones:
- Colon craneal: es la parte más corta, de ubicación derecha
- Colon transverso: en el epigastrio dorsal
- Colon caudal: de ubicación izquierda
El recto es la continuidad del intestino grueso en la cavidad pélvica y está recubierto, casi por completo, por el peritoneo.
Hígado
En su estado normal, pesa aproximadamente un 3% del peso del paciente, por lo que se trata de un órgano voluminoso. Se divide en 6 lóbulos, pero en una radiografía abdominal simple no los podemos diferenciar.
Su densidad es intermedia y homogénea. En un lateral se proyecta con forma triangular en el epigastrio medio. Caudalmente, tiene una forma más cóncava e irregular, para adaptarse a las vísceras con las que tiene contacto. También tenemos en cuenta que el borde ventral se ubica sobre la pared abdominal.
Bazo
Este órgano tiene forma de lengua, y al igual que el hígado, su densidad es intermedia y homogénea. Suele rodear transversalmente el abdomen, desde lateral izquierdo hasta ventral derecho.
No encontrar el bazo en una radiografía de abdomen, no tiene por qué indicar su ausencia o alguna patología. De hecho, en gatos, aunque el paciente presente un bazo normal, es bastante complicado que se vea en un RX simple.
Riñón
Los riñones tienen la característica forma de alubia, aunque en gatos suelen ser más redondeados. Su tamaño depende del tamaño del paciente.
Su ubicación es en el retroperitoneo. El riñón derecho tiene una ubicación más limitada debido a sus ligamentos cortos, mientras el izquierdo es más libre. Este último puede hallarse a la par del riñón derecho, pero normalmente se encuentra entre la L2 y L5.
Es importante tener en cuenta que se pueden ocultar con diferentes vísceras u órganos. Por ejemplo, en proyección ventrodorsal, se suelen superponer los pezones, dando lugar a pensar que se tratan de cálculos de forma errónea.
Vejiga
La vejiga es un órgano hueco distensible en forma de gota en perros, y elipsoidal en gatos. Cuando está llena, se puede ver en la región umbilical desplazando a otras vísceras. En cambio, cuando está vacía, es posible que no la identifiquemos.
Útero
En estado normal, el útero es un órgano que no se puede ver en una radiografía abdominal simple. Pero si cobra especial relevancia en periodos de gestación.
En los primeros dos tercios de la gestación los cuernos uterinos van tomando una forma saculada que desplazará a otras vísceras abdominales. No será hasta después de ese periodo que se podrá observar la mineralización de los huesos fetales.
Es muy interesante hacer una radiografía de abdomen para conocer el número de cachorros que se esperan.
Órganos que no se ven en una radiografía de abdomen simple
Para evitar posibles errores de interpretación, es igual de interesante saber los órganos que se ven en una RX, así como los que no se ven. En este caso, tenemos:
- Páncreas
- Linfonódulos
- Glándulas adrenales: a excepción de gatos que presentan una calcificación fisiológica de la adrenal, que sí se observa
¿Qué hemos aprendido sobre la radiografía de abdomen?
Esta técnica de diagnóstico por imagen es una buena aproximación para ver que le está sucediendo internamente a nuestros pacientes. Cómo ya hemos comentado, no nos suele dar un diagnóstico definitivo, y a veces será necesario utilizar contrastes, por ejemplo, o hacer otro tipo de estudios adicionales.
Pero sí es una técnica muy útil que podemos utilizar de forma fácil en la práctica diaria.
Así que con todo lo que te hemos contado, ¿podrías interpretar la radiografía que ves a continuación? Asimismo, te dejamos aquí disponible nuestro curso sobre radiografía torácica.
Fuente: Medicina I: facultad de ciencias veterinarias de la universidad de Buenos Aires. Métodos complementarios – Exploración radiológica
