El hipotiroidismo, junto con la diabetes mellitus, es una de las enfermedades endocrinas más comunes en perros, afectando el funcionamiento normal de la glándula tiroides.
Se trata de una patología crónica en la que la glándula produce cantidades insuficientes de hormonas tiroideas, lo que lleva a una serie de cambios metabólicos en el organismo.
Aunque el diagnóstico puede ser complicado, con un tratamiento adecuado y seguimiento regular, lograremos mejorar la calidad de vida del animal.
¿Cómo identificamos el hipotiroidismo? ¿Qué perros tienen con mayor predisposición a padecerla? ¿Cuál es el enfoque terapéutico más efectivo para su manejo? En este artículo respondemos a todas estas preguntas.
¿Qué es el hipotiroidismo en perros?
El hipotiroidismo se define como una deficiencia en la producción de hormonas tiroideas, principalmente tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), lo que provoca un enlentecimiento de los procesos metabólicos.
En la mayoría de los casos, el hipotiroidismo canino es primario, es decir, es causado por una disfunción de la propia glándula tiroides. Las dos principales causas de hipotiroidismo primario en perros son la tiroiditis linfocítica (de origen autoinmune) y la atrofia idiopática de la glándula.
Este trastorno afecta principalmente a perros de mediana edad y de razas específicas, y aunque sus signos clínicos pueden variar, la letargia y el aumento de peso son algunos de los más comunes.
Diagnóstico del hipotiroidismo en perros
El diagnóstico del hipotiroidismo en perros puede ser bastante complejo, ya que sus signos clínicos pueden confundirse con otras afecciones. Es esencial combinar los datos clínicos con pruebas de laboratorio que confirmen la baja producción de hormonas tiroideas.
Procedimientos diagnósticos:
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- Historia clínica y examen físico: Los perros con hipotiroidismo suelen presentar signos como letargo, aumento de peso sin cambios en la dieta, intolerancia al frío, pérdida de pelo simétrica y problemas dermatológicos como piel seca o seborrea.
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- Pruebas de función tiroidea:
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- T4 total (TT4): La medición de la tiroxina total es el primer paso. Niveles bajos de TT4 sugieren hipotiroidismo, pero debe confirmarse con otras pruebas.
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- TSH (hormona estimulante de la tiroides): En perros con hipotiroidismo, el nivel de TSH suele estar elevado, ya que el cuerpo intenta compensar la falta de T4.
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- T4 libre por diálisis de equilibrio (fT4): Esta prueba es más específica para confirmar el diagnóstico en caso de niveles bajos de T4 total.
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- Pruebas de función tiroidea:
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- Prueba de anticuerpos antitiroglobulina: En perros con tiroiditis linfocítica, una de las causas más comunes de hipotiroidismo, se pueden detectar estos anticuerpos en la sangre, lo que confirma un origen autoinmune.
Perros con mayor predisposición a desarrollar hipotiroidismo
Aunque cualquier perro puede desarrollar hipotiroidismo, algunas razas tienen una predisposición genética a sufrir esta enfermedad. Entre las razas más afectadas se encuentran:
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- Golden Retriever
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- Labrador Retriever
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- Doberman Pinscher
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- Cocker Spaniel
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- Boxer
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- Beagle
El hipotiroidismo se presenta con mayor frecuencia en perros de mediana edad, especialmente entre los 4 y 10 años. Los perros de razas grandes parecen tener una mayor susceptibilidad, y los casos son más comunes en hembras castradas y machos intactos.
Manejo y tratamiento del hipotiroidismo en perros
El tratamiento del hipotiroidismo en perros es bastante efectivo y se basa en la suplementación diaria de hormonas tiroideas. El objetivo es restaurar los niveles hormonales a la normalidad y aliviar los signos clínicos.
El fármaco de elección es la levotiroxina sódica (T4 sintética), que sustituye la hormona tiroidea que el cuerpo no está produciendo.
Terapia de reemplazo hormonal:
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- Levotiroxina sódica (T4 sintética):
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- Dosis inicial: 0.02 mg/kg cada 12-24 horas.
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- Vía de administración: Oral. El ajuste de la dosis dependerá de la respuesta clínica del perro y de los resultados de las pruebas sanguíneas de seguimiento.
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- Levotiroxina sódica (T4 sintética):
Es fundamental monitorear los niveles de T4 después de comenzar la terapia, generalmente 4-6 semanas tras el inicio del tratamiento. Dependiendo de los resultados, la dosis puede ajustarse para mantener los niveles dentro del rango óptimo.
La mayoría de los perros responden bien al tratamiento y muestran una mejora clínica significativa en las primeras semanas.
Manejo dietético y estilo de vida:
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- Control del peso: El hipotiroidismo con frecuencia está asociado al aumento de peso, por lo que es importante implementar una dieta adecuada y controlar la ingesta calórica. Las dietas bajas en calorías y ricas en fibra pueden ayudar a mejorar el control del peso en estos pacientes.
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- Ejercicio regular: A medida que el perro responde al tratamiento, el ejercicio moderado puede ayudar a mejorar su estado físico general y prevenir el aumento de peso.
Manejo en caso de urgencia:
El coma mixedematoso es una rara complicación del hipotiroidismo no tratado, caracterizado por letargia extrema, hipotermia, bradicardia y shock. Si se presenta esta condición, es crucial una atención rápida.
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- Terapia de emergencia:
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- Fluidoterapia: Es esencial para estabilizar al animal y corregir la hipotensión. Se recomienda usar soluciones isotónicas como el suero fisiológico.
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- Levotiroxina intravenosa: En casos graves, se puede administrar una dosis de 0.005 mg/kg por vía intravenosa.
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- Calentamiento activo: Es fundamental mantener la temperatura corporal del perro mediante mantas térmicas o fuentes de calor para evitar la hipotermia.
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- Terapia de emergencia:
Tabla resumen del tratamiento del hipotiroidismo en perros
Tratamiento | Dosis (perros) | Vía de administración |
Levotiroxina sódica | 0.02 mg/kg cada 12-24 horas | Oral |
Levotiroxina sódica (coma mixedematoso) | 0.005 mg/kg | Intravenosa |
Fluidoterapia (coma mixedematoso) | Según el estado del paciente | Intravenosa |
Conclusión
El manejo del hipotiroidismo en perros es generalmente exitoso con la terapia adecuada, permitiendo a los animales recuperar su calidad de vida y evitar complicaciones más graves. La clave para un tratamiento efectivo es un diagnóstico temprano y el ajuste regular de las dosis de levotiroxina en función de los resultados clínicos y de laboratorio.
A medida que se monitoriza al perro a lo largo del tiempo, es posible mantener la enfermedad bajo control y asegurar una vida plena para el paciente.
Aunque el hipotiroidismo es una condición crónica, los perros tratados adecuadamente suelen llevar una vida prácticamente normal, sin los síntomas debilitantes que caracterizan a esta enfermedad endocrina.
¿Cuántos casos de perros con hipotiroidismo te has encontrado en tu práctica clínica? Con este artículo ya no tendrás más dudas a la hora de enfrentarte al siguiente caso. ¡Ánimo!
Referencias
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- Feldman, E. C., & Nelson, R. W. (2014). Canine and Feline Endocrinology. Elsevier.
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- Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2019). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
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- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.