La trombocitopenia inmune en perros, también conocida como púrpura trombocitopénica idiopática (PTI), es una enfermedad autoinmunitaria en la que el sistema inmune del propio animal destruye sus plaquetas.
Esta condición puede comprometer gravemente la hemostasia, provocando sangrados espontáneos y poniendo en riesgo la vida del paciente si no se actúa con rapidez.
Aunque puede aparecer de forma aislada (primaria), en la mayoría de los casos es secundaria a otras patologías como neoplasias, infecciones o reacciones farmacológicas.
Su diagnóstico se basa en exclusión, y su tratamiento requiere inmunosupresión intensiva y monitorización cuidadosa.
Clasificación de la trombocitopenia inmune
La trombocitopenia inmune se puede clasificar en:
- Primaria (idiopática): autoinmunitaria sin causa subyacente identificable. Suele diagnosticarse tras excluir otras posibles etiologías.
- Secundaria: asociada a procesos como:
- Neoplasias (linfoma, hemangiosarcoma)
- Infecciones (ehrlichiosis, anaplasmosis, leishmaniosis)
- Enfermedades inmunomediadas múltiples (EIM)
- Fármacos (sulfonamidas, fenitoína, metimazol)
- Neoplasias (linfoma, hemangiosarcoma)
Signos clínicos orientativos
Los signos derivan principalmente del sangrado por trombocitopenia grave (< 30.000 plaquetas/μl):
- Petequias y equimosis (en abdomen, encías, conjuntiva)
- Hematuria, epistaxis, melena
- Letargo, debilidad, anorexia
- Taquicardia, palidez mucosa
- Hemorragia en punción venosa
Un paciente que presenta hemorragias sin alteración en TP/TTPA ni signos de coagulopatía secundaria debe hacernos pensar en una trombocitopenia grave como causa primaria.
Diagnóstico: paso a paso
La trombocitopenia inmune es un diagnóstico de exclusión. Es imprescindible descartar causas infecciosas y neoplásicas antes de iniciar inmunosupresión.
Pruebas recomendadas:
- Hemograma completo: confirmación de trombocitopenia severa (<30.000 plaquetas/μl), posible anemia asociada.
- Frotis sanguíneo: para descartar pseudotrombocitopenia por agregados plaquetarios.
- Bioquímica general: evaluar función hepatorrenal previa al tratamiento.
- Test infecciosos: serología o PCR para ehrlichia, anaplasma, leishmania y dirofilaria.
- Rx torácica y ecografía abdominal: descartar neoplasias ocultas.
- Pruebas de coagulación (TP, TTPA): normales en PTI, ayudan a diferenciar de CID.
- Anticuerpos antiplaquetarios (opcional): no siempre disponibles, no esenciales si la sospecha clínica es alta.
Tratamiento inmunosupresor
El tratamiento debe iniciarse lo antes posible, sin esperar confirmación laboratorial definitiva, si el sangrado es activo y las causas secundarias más comunes se han descartado.
Esquema inicial en trombocitopenia inmune primaria
Fármaco | Dosis inicial | Observaciones |
Prednisona | 2–4 mg/kg/día VO | Fraccionar en 2 tomas. Reducción progresiva tras respuesta. |
Dexametasona (IV) | 0,15–0,3 mg/kg/día | En pacientes críticos o con vómitos. |
Azatioprina (perros) | 2 mg/kg/día VO durante 7 días, luego día sí/día no | No usar en gatos. Monitorizar la hepatotoxicidad. |
Ciclosporina | 5 mg/kg cada 12 h VO | Alternativa en casos refractarios o con efectos adversos a corticoides. |
Omeprazol | 0,5–1 mg/kg/día VO | Protección gástrica (corticoides) |
Clopidogrel (opcional) | 2 mg/kg/día VO | Prevención de trombosis, especialmente si hay hipercoagulabilidad por inflamación. |
Transfusión plaquetaria: ¿cuándo?
- Solo en hemorragias activas potencialmente letales (hematuria severa, sangrado pulmonar, hematomas compresivos).
- Ideal: plasma rico en plaquetas, si está disponible.
- Alternativa: sangre fresca total o concentrado de plaquetas (difícil en centros convencionales).
Seguimiento y reducción de dosis
Tras la instauración del tratamiento, se espera una respuesta hematológica en 3–7 días, con aumento progresivo del recuento plaquetario. La monitorización debe ser semanal hasta normalización:
- Si hay respuesta completa: iniciar reducción gradual de corticoides cada 2–3 semanas.
- Si no hay respuesta en 7 días: valorar añadir 2.º inmunosupresor o repetir pruebas diagnósticas.
- Evitar retirada brusca de tratamiento: riesgo de recaída.
- Revisar recuento plaquetario periódicamente durante 3–6 meses.
Pronóstico
El pronóstico depende de la severidad clínica y la rapidez de respuesta al tratamiento:
- Respuesta rápida y sostenida: pronóstico favorable
- Refractariedad o recaídas frecuentes: pronóstico reservado, requieren tratamientos prolongados o alternativos
- Algunos casos evolucionan hacia formas crónicas que requieren inmunosupresión de mantenimiento a largo plazo
Conclusión
La trombocitopenia inmune en perros es una enfermedad grave pero tratable si se diagnostica correctamente y se actúa con rapidez. Un enfoque sistemático basado en exclusión, control del sangrado y tratamiento inmunosupresor eficaz es clave para mejorar la supervivencia y reducir complicaciones.
La monitorización estrecha y el manejo de efectos secundarios son tan importantes como el tratamiento inicial.
Referencias
- Scott-Moncrieff, J. C. (2020). Immune-mediated thrombocytopenia in dogs. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 50(2), 397–410.
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (9.ª ed.). Wiley-Blackwell.