El prurito es uno de los motivos de consulta dermatológica más frecuentes en la clínica veterinaria. Entre las causas más comunes se encuentran la dermatitis alérgica y la sarna, dos entidades que pueden compartir signos clínicos, pero cuya etiología, diagnóstico y tratamiento difieren de forma importante.
Presentación clínica: ¿alergia o parásito?
Ambas patologías pueden cursar con picor intenso, lesiones eritematosas, alopecia y excoriaciones. Sin embargo, la distribución de las lesiones, el historial del paciente y la respuesta a tratamientos anteriores nos dan pistas valiosas.
Características comunes:
- Prurito de intensidad variable
- Eritema, alopecia focal o difusa
- Costras, liquenificación y engrosamiento cutáneo en casos crónicos
- Infecciones secundarias frecuentes (pioderma, Malassezia)
Diferencias clave en el diagnóstico clínico
Para diferenciar entre dermatitis alérgica y sarna en perros, es esencial guiarse por una combinación de historia clínica detallada, exploración física dirigida y pruebas diagnósticas específicas.
Historia clínica orientativa:
- Edad y raza: las dermatitis alérgicas suelen presentarse en animales jóvenes (1–3 años), mientras que la sarna puede aparecer a cualquier edad.
- Estacionalidad: la atopia suele tener un patrón estacional; la sarna no.
- Animales en contacto: la sarna sarcóptica es muy contagiosa; si hay otros perros o humanos con prurito, es sospechosa.
- Respuesta a tratamientos anteriores: un cuadro que no responde a antiparasitarios debe hacer sospechar de alergia.
Exploración física:
- Dermatitis alérgica: predomina en zona ventral, interdigital, pabellones auriculares, axilas, ingles.
- Sarna sarcóptica: afecta márgenes de orejas, codos, abdomen y tórax. El prurito suele ser desproporcionado respecto a las lesiones visibles.
- Sarna demodécica: localizada en cara, extremidades, con pápulas, comedones o pioderma secundaria. Menos pruriginosa salvo complicaciones.
Pruebas diagnósticas clave
El diagnóstico de certeza requiere confirmación con técnicas de citología o raspado, aunque en algunos casos se recurre al tratamiento de prueba cuando la sospecha es alta.
- Raspado cutáneo profundo: especialmente útil en sarna demodécica. Requiere múltiples muestras y técnica cuidadosa.
- Raspado superficial: útil para sarna sarcóptica, aunque su sensibilidad es baja (muchos falsos negativos).
- Acetato adhesivo + citología: permite detectar levaduras o bacterias secundarias que agravan el prurito.
- Pruebas de eliminación: en dermatitis alérgica alimentaria (dieta hipoalergénica).
- Test de alérgenos o serología IgE: en dermatitis atópica, para identificar desencadenantes ambientales.
En casos de sarna sarcóptica, la respuesta al tratamiento antiparasitario puede ser también un criterio diagnóstico indirecto, especialmente cuando no se identifican ácaros.
Tratamiento: enfoques completamente distintos
Una diferencia crucial entre estas patologías es su tratamiento. Confundirlas puede llevar a prolongar el sufrimiento del paciente y generar resistencia a fármacos.
Sarna sarcóptica:
- Isoxazolinas (sarolaner, fluralaner, lotilaner): 1 dosis mensual durante 2–3 meses
- Selamectina o moxidectina tópica (Spot-on)
- Baños con amitraz o azufre californiado (opcional)
- Tratar animales en contacto
- Corticoides solo si el prurito es extremo, tras iniciar tratamiento acaricida
Sarna demodécica:
- Isoxazolinas: elección actual por eficacia y seguridad
- Baños con amitraz en casos generalizados (dosis ajustada)
- Tratar infecciones bacterianas secundarias con antibióticos sistémicos
- Revisiones mensuales con raspados hasta obtener dos negativos consecutivos
Dermatitis alérgica:
- En dermatitis alimentaria: dieta de eliminación estricta durante al menos 8 semanas
- En atopia: oclacitinib, lokivetmab o ciclosporina como base inmunomoduladora
- Corticoides: útil en brotes, pero evitar su uso crónico sin diagnóstico
- Control de infecciones secundarias (piodermas, Malassezia)
- Higiene y ácidos grasos esenciales como apoyo
Tabla comparativa: sarna vs dermatitis alérgica
Característica | Sarna sarcóptica | Dermatitis alérgica |
Edad de aparición | Cualquier edad | Frecuente en jóvenes (1–3 años) |
Contagiosidad | Alta (otros perros, humanos) | No contagiosa |
Distribución lesiones | Codos, orejas, abdomen | Axilas, ingles, interdigital, orejas |
Prurito | Muy intenso | Variable (moderado a severo) |
Diagnóstico | Raspado, respuesta a tratamiento | Pruebas alérgicas, dieta |
Tratamiento | Acaricidas sistémicos | Inmunomoduladores, dietas |
Conclusión
Diferenciar entre dermatitis alérgica y sarna en perros requiere una evaluación clínica sistemática que combine la observación de signos, el contexto del paciente y pruebas diagnósticas bien escogidas.
Ante un perro con prurito generalizado, no hay que precipitarse con corticoides sin haber descartado previamente sarna o infecciones, ya que puede enmascarar signos clave y complicar el manejo.
Referencias
- Mueller, R. S., et al. (2020). Treatment of canine sarcoptic mange: a systematic review. Veterinary Dermatology.
- Olivry, T., et al. (2021). Diagnosis and management of canine atopic dermatitis. Proceedings of the NAVDF.
- White, S. D., & Ihrke, P. J. (2019). Veterinary Dermatology: Clinical Differential Diagnosis.