Asegurar el bienestar animal en la consulta veterinaria aporta muchos beneficios, tanto para los gatos y perros, los tutores y todo el equipo veterinario.
Pero cuando hablamos de bienestar animal, ¿de qué estamos hablando exactamente? ¿Cómo hacemos un buen manejo de los pacientes felinos? ¿Y de los caninos?
En este artículo hablaremos de estos temas mucho más a fondo, ¡sigue leyendo!
¿Qué es el bienestar animal?
Antes de hablar de bienestar animal en la consulta, es importante que tengamos claro lo que significa el bienestar animal en general. Desde los años 60 se empezaron a definir las libertades que aseguran el bienestar animal.
Pero no fue hasta el año 1993, que el Farm Animal Welfare Council redefinió estas 5 libertades para asegurar el bienestar a cualquier animal que dependa de las personas. Las 5 libertades son las siguientes:
- Ausencia de sed, hambre y malnutrición, aportándoles agua fresca de fácil acceso y una dieta adecuada para mantener una plena salud
- Ausencia de incomodidad, aportando un entorno adecuado que esté limpio y seco y tenga zonas de descanso cómodas
- Ausencia de dolor, lesiones o enfermedades, aportando cuidados veterinarios suficientes para asegurar la ausencia de sufrimiento
- Posibilidad de expresión de la conducta normal de la especie, aportando espacio suficientes, reacción interespecífica y enriquecimiento ambiental
- Ausencia de miedo y angustia, asegurando que se evitan las condiciones que podrían provocar sufrimiento mental
Por lo que vemos, el bienestar animal hace referencia tanto al estado físico como emocional del animal. La WSAVA lo define como: “El bienestar animal es el confort físico y psicológico, social y ambiental de los animales”
¿Qué ventajas nos proporciona asegurar el bienestar de los pacientes en consulta?
Asegurar el bienestar animal de los perros y gatos en consulta nos ayuda a obtener mejores resultados clínicos y quirúrgicos, y mejora la relación con las familias.
Como hemos mencionado, el bienestar animal se refiere tanto a lo físico como a lo emocional. Por lo tanto, un mal manejo del animal sin asegurar su bienestar puede provocar efectos clínicos, como los siguientes:
- El miedo y el dolor en la consulta puede provocar que tanto perros como gatos muestren conductas agresivas, lo que dificulta su manejo y es perjudicial tanto para el animal como para el equipo veterinario
- El mismo miedo y el dolor hace que aumente la cantidad de hormona del estrés, el cortisol. Los niveles altos de cortisol hacen que el sistema inmune también se estrese y ralentice la recuperación de una enfermedad o cirugía.
- Los animales estresados con alto nivel de cortisol y noradrenalina, hacen que se alteren las analíticas sanguíneas
- Los animales estresados suelen necesitar más cantidad de analgesia y anestesia, por lo que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios
Por lo tanto, podemos confirmar que asegurar el bienestar animal en la consulta hará que no tengamos pacientes estresados.
¿Cómo cumplimos con las 5 libertades del bienestar animal en la clínica veterinaria?
Para asegurar que las 5 libertades del bienestar animal se cumplan, todo el equipo veterinario debe estar formado. En nuestro caso hablamos de la clínica de pequeños animales, es decir, perros y gatos. También es importante adecuar el manejo para cada especie, y de esto hablaremos más adelante.
Por eso, vamos a desglosar cada una de las 5 libertades y cómo podemos ponerlas en práctica en la clínica:
Ausencia de sed, hambre y malnutrición
La alimentación es básica tanto para la salud física, como la psicológica de los animales. Una buena alimentación con una dieta adecuada hace que la recuperación sea más rápida.
Algunas pautas que se podemos seguir para cumplir con esta libertad del bienestar animal en la consulta es:
- Siempre que sea posible, alimentaremos a los animales de forma enteral
- El agua debe estar disponible siempre limpia y fresca (a no ser que no esté indicado por alguna causa médica, como una cirugía en próximas horas)
- Prestar atención a la presentación de los alimentos, la frecuencia con la que se ofrecen y los requisitos nutricionales de cada especie
- Preguntaremos a las familias cuál es la alimentación normal del animal, sobre todo en gatos, que es más posible que padezcan de neofobia alimentaria
Ausencia de incomodidad
La ausencia de incomodidad de los animales hace referencia a tener un entorno que satisfaga tanto los requerimientos físicos como etológicos de cada especie. Sabemos que perros y gatos tienen necesidades de entorno diferentes (de las que hablaremos más adelante), pero hay ciertos requisitos que ambos deben tener:
- La temperatura, ventilación, iluminación, humedad y ruido deben ser los adecuados
- Las jaulas de hospitalización deben tener un tamaño adecuado para cada especie e individuo
- Los perros hospitalizados por largos periodos de tiempo, habrá que sacarles para que vayan al baño y a hacer ejercicio (si su condición se lo permite)
- La limpieza del entorno debe hacerse de forma rutinario, pero sin ser demasiado intrusivos
- Los perros y los gatos deben mantenerse en espacios separados, idealmente desde el inicio (sala de esperas separadas)
- En gatos, el arenero, la comida y el agua, deben mantenerse lo más separados posible
Ausencia de dolor, lesiones o enfermedades
Para asegurarnos la protección contra el dolor, el sufrimiento, las lesiones o las enfermedades, algunas de las pautas que podemos seguir son las siguientes:
- Asegurarnos que los animales están monitorizados continuamente para detectar signos físicos o conductuales de estrés, miedo o dolor
- Intentaremos realizar los exámenes veterinarios sin que puedan ver, escuchar u oler a otros animales
- Las personas a cargo de los pacientes hospitalizados (normalmente las ATVs) deben manipular a los animales de forma adecuada, sin ser invasivas y evitando el estrés y las molestias innecesarias.
- No dejar al animal desatendido bajo ninguna circunstancia
- Es interesante realizar protocolos para asegurar la ausencia de dolor o lesiones en los pacientes.
Posibilidad de expresión de la conducta normal de la especie
Se debe permitir a los animales la oportunidad de expresar comportamientos normales o típicos de la especie que no sean incompatibles con la visita veterinaria, ya que esto favorece a su bienestar psicológico. Algunas de las cosas que podemos tener en cuenta en la clínica son:
- Proporcionar un enriquecimiento ambiental adecuado. En gatos, proporcionales y área elevada, un lugar para esconderse y algo para rascar. Esto se puede solucionar con una caja
- El ejercicio es muy beneficioso, siempre que su estado físico lo permita. A los perros podemos ofrecerles alfombras y juguetes y/o sacarles a pasear
- Limpiaremos las áreas donde han estado los animales de forma rápida y consideraremos el uso de feromonas sintéticas
- Debemos dejar a cada animal su tiempo necesario para que se adapte
Ausencia de miedo y angustia
Muchos animales sienten miedo y angustia a la hora de ir a la clínica veterinaria. Esto sobre todo sucede cuando han tenido experiencias negativas y/o han sido hospitalizados por largos periodos de tiempo.
Por eso, algunas de las reglas que podemos seguir para minimizar el miedo y la angustia son:
- Perros y gatos deben ser hospitalizados siempre en espacios separados
- Debemos monitorizar la interacción del personal de la clínica con los animales, para que estas relaciones sean siempre positivas para ambas partes
- Es importante que todo el equipo conozca las señales de calma y de alarma de perros y gatos
- Evaluar si cada animal está más tranquilo con presencia de sus tutores o sin ellos delante. Hay animales que se calman cuando tienen la presencia de su tutor, y otros que se ponen más nerviosos
- En animales hospitalizados, permitir que los tutores vayan a verlos
- Siempre se realizarán unos buenos y eficientes cuidados de enfermería (sin ser invasivos)
¿Cómo hago un buen manejo del paciente canino?
Ahora, separándolos por especies, empezaremos a hablar de cómo asegurar el bienestar canino en la clínica. El buen manejo del perro comienza desde antes de llegar a la consulta, es decir, todo lo que se pueda hacer en casa y previo a ello.
Podemos comentarles a los tutores que se pasen de vez en cuando aunque no tengan consulta. Con ello conseguiremos habituarlos al lugar, los olores, el ruido, y a las personas que trabajamos en ella. Les podremos dar chuches y caricias si lo permiten, para que tengan experiencias positivas en la clínica.
Si vemos que el perro del nerviosismo y el estrés, puede llegar a tener algún comportamiento agresivo, se lo comunicaremos a los tutores. Además, le podemos aconsejar que habituen al animal en casa al bozal (a poder ser de canasta, ya que este permite que observemos sus señales de calma)
Cuando el perro tenga cita, lo que podemos hacer en la clínica para asegurar un buen manejo es lo siguiente:
- Intentaremos que el perro esté en la sala de espera el menor tiempo posible
- No nos acercaremos al perro al principio, dejaremos que él se acerque. Si tenemos que acercarnos, lo haremos de forma lateral (nunca de frente)
- Observaremos las señales de apaciguamiento que nos de el perro (giros de cabeza, lamidos, bostezos, etc)
- Nos moveremos de forma tranquila, sin hacer movimientos ni ruidos bruscos
- Respetaremos los gustos del perro, si prefiere que la exploración se haga en la mesa o en el suelo
- Podemos darle algún chuche o comida que sepamos que le guste mucho
¿Cómo hago un buen manejo del paciente felino?
Un manejo cat friendly es quizás un poco más complejo que el manejo del paciente canino. Pero no por ello debemos dejar de hacerlo. De la misma forma que con los perros, el punto de partida comienza en los hogares.
Los gatos deben estar habituados al transportín, para ellos este elemento debe ser parte del mobiliario de la casa. Podemos introducir dentro mantas, chuches, juguetes o cosas que le gusten. Es recomendable que el transportín sea rígido y que la parte de arriba pueda quitarse.
También en casa se puede recomendar que habitúen a los gatos a la manipulación. Esto es, simulando de cierta manera un examen físico por todas las partes de su cuerpo.
Con el gato habituado al transporte y a la manipulación, llega el momento de la consulta. Algunas de las pautas recomendables son:
- Haremos esperar el menor tiempo posible
- Dejaremos el transportín en alto y tapado
- Se pueden usar feromonas sintéticas enchufadas en todo la clínica, y rociar con feromonas la mesa de consulta
- Colocaremos una manta en la mesa de consulta y cuando el transportín esté en la mesa, abriremos la puerta para que pueda salir por su propia voluntad
- Intentaremos no mirarlo de frente y sujetarlo lo mínimo posible
- Todo el equipo veterinario debería estar concienciado y hacer un manejo cat friendly
Además, si aun teniendo en cuenta todas estas pautas el gato se estresa mucho, quizá es recomendable que un veterinario a domicilio lo visite
Conclusiones acerca del bienestar animal en la consulta veterinaria
Como hemos visto a lo largo del artículo, asegurar el bienestar animal en la consulta veterinaria es extremadamente importante para el bienestar físico y emocional de nuestros pacientes.
Aunque no todos los profesionales y todos los centros hacen un manejo en positivo como el que hemos estado describiendo, es fundamental para que se cumplan las 5 libertades del bienestar animal.
Todos los profesionales que trabajamos en clínica debemos estar informados y adaptarnos a estos protocolos por la salud de los perros y gatos que nos visitan.
¡Cuéntanos! ¿En vuestro centro tenéis estos pilares en cuenta? ¿Algún truco más que te gustaría aportar?
Bibliografía:
- Pautas de bienestar de WSAVA para clínicos de animales de compañía y equipos veterinarios
- Etología felina: Guía básica del comportamiento del gato – Rosana Álvarez Bueno
- Manual completo de enfermería veterinaria – Victoria Aspinall