El mastocitoma es una de las neoplasias cutáneas más frecuentes en perros y se origina a partir de los mastocitos, células del sistema inmunológico que participan en la respuesta inflamatoria y alérgica.
Su comportamiento es altamente variable, desde tumores de crecimiento lento y bajo riesgo hasta formas agresivas con alta capacidad de diseminación metastásica. Esta variabilidad hace que el abordaje del mastocitoma requiera una evaluación exhaustiva para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Entonces, ¿cómo podemos manejar y tratar este proceso neoplásico? Sigue leyendo que te lo contamos todo de forma detallada.
Diagnóstico del mastocitoma en perros
El diagnóstico del mastocitoma suele comenzar con la identificación de una masa cutánea o subcutánea en el perro. Se puede sospechar de mastocitoma al observar masas que fluctúan en tamaño o presentan ulceración.
La confirmación se realiza mediante citología de aspiración con aguja fina (FNA), donde se observan los característicos mastocitos con granulación citoplasmática. Posteriormente, se puede realizar una biopsia para evaluar el grado de malignidad y un análisis inmunohistoquímico para identificar marcadores que indiquen el comportamiento del tumor.
Además, es fundamental realizar estudios de imagen, como ecografía y radiografías, para evaluar la presencia de metástasis en órganos como el bazo, el hígado y los ganglios linfáticos. En algunos casos, se puede realizar una tomografía computarizada para una evaluación más detallada del tumor y sus posibles diseminaciones.
Estrategias de manejo del mastocitoma canino
El tratamiento del mastocitoma en perros depende de varios factores, incluyendo la localización, el grado histológico y el estado general del animal. Entre las principales opciones se incluyen la cirugía, la radioterapia, los medicamentos quimioterápicos y los inhibidores de la tirosina quinasa.
En muchos casos, el abordaje incluye una combinación de estas terapias para obtener los mejores resultados.
Cirugía
La cirugía es el tratamiento de elección para el mastocitoma en perros siempre que sea posible extirpar el tumor con márgenes adecuados. Se recomienda una excisión con márgenes amplios para evitar la recurrencia, generalmente de 2-3 cm de margen de tejido sano alrededor del tumor.
En algunos casos, especialmente en tumores grandes o localizados en áreas críticas como extremidades, pueden ser necesarios procedimientos de reconstrucción para cubrir el defecto quirúrgico.
La recurrencia es común en mastocitomas de alto grado o en aquellos con márgenes quirúrgicos insuficientes, por lo que el seguimiento postoperatorio es crucial.
En situaciones donde no es posible la cirugía completa, la combinación con radioterapia u otros tratamientos puede mejorar los resultados.
Radioterapia
La radioterapia se utiliza como complemento de la cirugía, especialmente en casos donde los márgenes quirúrgicos son insuficientes o en tumores no resecables. La radioterapia ha mostrado ser eficaz para reducir el tamaño del tumor y retrasar su progresión, especialmente en mastocitomas de grado intermedio y alto.
El protocolo de radioterapia depende del tamaño y ubicación del tumor, así como de la disponibilidad de equipos especializados. Por lo general, se aplican varias sesiones en un periodo de semanas.
Quimioterapia
La quimioterapia es una opción en casos de mastocitomas de alto grado, con metástasis o en situaciones donde la cirugía y la radioterapia no son posibles. Los medicamentos más comunes en la quimioterapia para mastocitomas en perros incluyen vinblastina, lomustina y prednisona.
La combinación de fármacos puede mejorar la respuesta, y el protocolo de tratamiento se ajusta en función de la tolerancia del paciente y la efectividad del tratamiento.
Terapias dirigidas: Inhibidores de la tirosina quinasa
Los inhibidores de la tirosina quinasa (ITK), como el toceranib (Palladia) y el masitinib, se utilizan como tratamiento para el mastocitoma en perros, especialmente en casos con mutaciones en el gen c-KIT.
Estos medicamentos bloquean las señales de crecimiento del tumor y pueden reducir su tamaño y retrasar su progresión. Los ITK son útiles tanto como tratamiento primario en tumores no operables como para complementar la cirugía y reducir el riesgo de recurrencia.
El uso de ITK debe ser monitorizado cuidadosamente debido a sus efectos secundarios, que pueden incluir vómitos, diarrea y alteraciones en la función renal y hepática.
Control del dolor y cuidado paliativo
En casos de mastocitoma avanzado o no resecable, el manejo del dolor y los cuidados paliativos son fundamentales para mantener la calidad de vida del perro.
Los analgésicos, antiinflamatorios y otros medicamentos de soporte ayudan a reducir la incomodidad y los efectos secundarios de la enfermedad y el tratamiento.
El enfoque paliativo puede incluir cambios en la dieta, terapias de soporte inmunológico y atención especializada para mantener la comodidad del perro.
Tabla resumen de medicamentos para el tratamiento del mastocitoma en perros
A continuación, se presenta un resumen de los principales medicamentos utilizados para el tratamiento del mastocitoma en perros, incluyendo sus dosis, vías de administración y efectos principales.
Medicamento | Dosis | Vía de administración | Efecto principal |
Vinblastina | 2 mg/m² cada 1-2 semanas | Intravenosa | Quimioterapia, inhibición del crecimiento tumoral |
Lomustina | 60-90 mg/m² cada 3-4 semanas | Oral | Quimioterapia, efecto citotóxico en células tumorales |
Prednisona | 1-2 mg/kg cada 12-24 horas | Oral | Antiinflamatorio, reducción del tamaño del tumor |
Toceranib (Palladia) | 2.75 mg/kg cada 48 horas | Oral | Inhibidor de la tirosina quinasa, reducción del crecimiento tumoral en tumores con c-KIT |
Masitinib | 12.5 mg/kg cada 24 horas | Oral | Inhibidor de la tirosina quinasa, bloqueo del crecimiento celular tumoral |
Conclusión
El mastocitoma en perros representa un desafío significativo en la medicina veterinaria, ya que su comportamiento es muy variable y puede requerir un enfoque multifacético para lograr un control efectivo.
La combinación de cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapias dirigidas ofrece un arsenal de opciones que permite adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada caso.
Los casos oncológicos son complicados de tratar, tanto para el equipo veterinario como para las familias de los perros afectados, pero trabajando en conjunto, podemos mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Fuentes consultadas
- Withrow, Stephen J., y David M. Vail. Withrow and MacEwen’s Small Animal Clinical Oncology. 6ª edición, Elsevier, 2020.
- London, Cheryl A., y Steven E. Suter. Tumors in Domestic Animals. 5ª edición, Wiley-Blackwell, 2017.
- Dobson, Jane M., y Bernard Séguin. “Mast Cell Tumours in the Dog.” Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, vol. 47, no. 1, 2017, pp. 1-19.
- Hahn, Kristin A., y Michael R. Legendre. Oncology for Veterinary Technicians and Nurses. Wiley-Blackwell, 2020.