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Colecistitis en pequeños animales: Qué es y cómo abordarlo

La colecistitis en pequeños animales es una afección inflamatoria de la vesícula biliar que puede ser causada por diversos factores, como la obstrucción de los conductos biliares, infecciones bacterianas o cálculos biliares. 

Por todo esto, vamos a ver en detalle qué es la colecistitis, los signos clínicos que presenta, cómo se diagnostica y, lo más importante, cómo se aborda terapéuticamente esta condición.

Qué es la colecistitis y sus signos clínicos

La colecistitis es una inflamación de la vesícula biliar, un órgano ubicado en el abdomen que almacena y concentra la bilis producida por el hígado. Esta inflamación puede ser aguda o crónica y puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo la presencia de cálculos biliares, infecciones bacterianas, enfermedades parasitarias o trastornos metabólicos.

Los signos clínicos de la colecistitis en pequeños animales pueden incluir:

  • Dolor abdominal, que puede manifestarse como sensibilidad al tacto o postura encorvada.
  • Letargia y falta de apetito.
  • Vómitos y diarrea, a menudo con presencia de bilis.
  • Ictericia, o coloración amarillenta de la piel y las mucosas, debido a la acumulación de bilirrubina en el torrente sanguíneo.
  • Fiebre y otros signos de inflamación sistémica.

Diagnóstico de la colecistitis

El diagnóstico de la colecistitis en pequeños animales generalmente se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas complementarias. Algunas de las pruebas más comunes incluyen:

  • Análisis de sangre para evaluar la función hepática y los niveles de bilirrubina.
  • Ecografía abdominal para visualizar la vesícula biliar y buscar signos de inflamación o cálculos.
  • Aspiración de líquido biliar para análisis microscópico y cultivo bacteriano, si está indicado.
  • Radiografías abdominales para detectar la presencia de cálculos biliares u otras anomalías.

Abordaje terapéutico de la colecistitis

El tratamiento de la colecistitis en pequeños animales depende de la gravedad de la afección y de la causa subyacente. En casos leves a moderados, el abordaje terapéutico puede incluir

Dieta específica y manejo nutricional

Una parte fundamental del tratamiento de la colecistitis en perros y gatos implica ajustes en la dieta y el manejo nutricional. Se recomienda una dieta baja en grasas y fácilmente digerible para reducir la estimulación de la vesícula biliar y minimizar la producción de bilis. Además, se pueden considerar alimentos enlatados o dietas blandas que sean suaves para el sistema digestivo.

El tratamiento farmacológico juega un papel importante en el manejo de la colecistitis. Los siguientes fármacos pueden ser utilizados:

  • Antibióticos: Se prescriben para tratar infecciones bacterianas concurrentes y prevenir la propagación de la infección. Entre los antibióticos comunes se incluyen la amoxicilina-clavulanato y la enrofloxacina.

Amoxicilina-Clavulanato

  • Perros: La dosis típica de amoxicilina-clavulanato en perros para el tratamiento de la colecistitis es de 12.5 a 25 mg/kg por vía oral cada 12 horas. La duración del tratamiento puede variar según la gravedad de la infección y la respuesta del paciente. Se puede administrar con o sin alimentos.
  • Gatos: En gatos, la dosis recomendada de amoxicilina-clavulanato para la colecistitis es de 12.5 mg/kg por vía oral cada 12 horas. Al igual que en los perros, la duración del tratamiento dependerá de la severidad de la infección y la respuesta al tratamiento.

Enrofloxacina

  • Perros y Gatos: La dosis de enrofloxacina para el tratamiento de la colecistitis en perros y gatos es de 5 a 20 mg/kg por vía oral una vez al día. En casos más graves o infecciones crónicas, se puede aumentar la dosis hasta 20 a 25 mg/kg por vía oral cada 24 horas. La enrofloxacina también está disponible en forma intravenosa para casos más graves, con una dosis de 5 a 10 mg/kg administrada una vez al día.
  • Analgésicos y antiinflamatorios: Para aliviar el dolor y reducir la inflamación asociada con la colecistitis, se pueden administrar analgésicos y antiinflamatorios. El meloxicam y la buprenorfina son opciones comunes que pueden ser administradas por vía oral o intravenosa según sea necesario.

Fluidoterapia y soporte hidratante

Es fundamental mantener una adecuada hidratación en los pacientes con colecistitis para prevenir la deshidratación y mantener la función renal adecuada. La fluidoterapia intravenosa puede ser necesaria en casos de deshidratación severa o vómitos persistentes. Además, la administración de líquidos ayuda a diluir la bilis y promover la eliminación de toxinas del cuerpo.

Monitoreo continuo y seguimiento

Durante el tratamiento de la colecistitis, es crucial realizar un seguimiento cercano del paciente para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar cualquier complicación potencial. Se recomienda un monitoreo regular de los signos vitales, incluyendo la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria. Además, se pueden realizar análisis de sangre periódicos para evaluar la función hepática y los niveles de bilirrubina.

Evaluación quirúrgica

En casos graves o refractarios al tratamiento médico, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para drenar el contenido biliar y tratar cualquier complicación intraabdominal, como perforación de la vesícula biliar o formación de abscesos.

  • Colecistectomía: En algunos casos, la remoción quirúrgica de la vesícula biliar (colecistectomía) puede ser necesaria para resolver la infección y prevenir recurrencias.

Seguimiento y cuidados postoperatorios

  • Monitorización Postoperatoria: Después de la cirugía, el paciente debe ser monitoreado de cerca en cuidados intensivos para garantizar una adecuada recuperación y detectar cualquier complicación temprana.
  • Terapia de Mantenimiento: Se debe continuar el tratamiento con antibióticos y se pueden requerir medidas de apoyo adicionales, como terapia de fluidos y analgesia, durante el período postoperatorio.
  • Seguimiento a largo Plazo: Se debe programar un seguimiento regular para evaluar la respuesta al tratamiento, monitorear la función hepática y prevenir la recurrencia de la enfermedad.

Conclusiones

En conclusión, la colecistitis en pequeños animales es una afección que requiere un diagnóstico y tratamiento adecuados para prevenir complicaciones graves. Es esencial abordar la causa subyacente de la inflamación y proporcionar cuidados de apoyo para garantizar la recuperación del paciente. 

Referencias

  • Smith, A. F., y Tobias, K. M. (2015). Small Animal Emergency and Critical Care for Veterinary Technicians. Elsevier Health Sciences.
  • Silverstein, D. C., y Hopper, K. (2009). Small Animal Critical Care Medicine. Elsevier Health Sciences.
  • Tams, T. R. (2009). Handbook of Small Animal Gastroenterology. Elsevier Health Sciences.

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Desiré Huerga

Desiré es licenciada en física por la Universidad del País Vasco y ATV. Uniendo estas dos pasiones, ha realizado varios cursos de especialización sobre diagnóstico por imagen, haciendo internados en hospitales. Además, se enamoró del quirófano desde el primer día que entró en uno. Le encanta la divulgación, y piensa que la formación continúa y la información veraz es imprescindible para esta profesión.

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