El engrosamiento de la piel, también conocido como hiperqueratosis o liquenificación, es un signo dermatológico frecuente en perros que puede ser síntoma de diversas afecciones subyacentes.
Para poder tener claras las causas, cómo llegar al diagnóstico y el tratamiento adecuado en cada caso, ¡sigue leyendo porque te contamos todo lo que necesitas saber acerca del engrosamiento de la piel en perros!
¿Qué es exactamente el engrosamiento de la piel?
El engrosamiento cutáneo ocurre cuando la piel del perro desarrolla capas adicionales en respuesta a irritación, inflamación o infecciones crónicas. Puede manifestarse como placas endurecidas, piel más áspera o con tonalidades oscuras. Este cambio, generalmente, está acompañado de picor, mal olor o pérdida de pelo.
Causas principales del engrosamiento de la piel en perros
Entre las causas principales del engrosamiento de la piel se encuentran:
Alergias
- Dermatitis atópica: Las alergias ambientales, como al polen, el polvo o los ácaros, son causas comunes. Los perros suelen lamerse o rascarse intensamente, provocando un engrosamiento progresivo de la piel.
- Alergia alimentaria: Las reacciones a ciertos ingredientes en la dieta también pueden desencadenar inflamación cutánea crónica.
Infecciones
- Infecciones bacterianas o fúngicas: Procesos como la pioderma o la infección por Malassezia causan inflamación prolongada y alteraciones en la piel, incluyendo engrosamiento.
Parásitos
- Sarna sarcóptica: Los ácaros de la sarna provocan picazón intensa y lesiones cutáneas que pueden progresar al engrosamiento.
- Demodicosis: La proliferación excesiva de ácaros demodécicos puede generar cambios cutáneos, especialmente en perros inmunosuprimidos.
Endocrinopatías
- Hipotiroidismo: Esta condición endocrina afecta la piel y el pelaje, causando sequedad, engrosamiento y pérdida de pelo.
- Síndrome de Cushing: La alteración hormonal asociada puede predisponer al perro a infecciones crónicas y cambios dérmicos.
Factores mecánicos y ambientales
- Presión o fricción repetida: Áreas como los codos o las patas pueden desarrollar callos debido al contacto constante con superficies duras.
- Irritantes ambientales: Sustancias químicas o condiciones adversas pueden alterar la integridad de la piel.
Trastornos genéticos
Algunas razas, como los bulldogs o los golden retrievers, tienen predisposición genética a desarrollar hiperqueratosis o problemas cutáneos relacionados.
Signos clínicos
El engrosamiento de la piel suele venir acompañado de otros síntomas, como:
- Pigmentación oscura: Áreas hiperpigmentadas alrededor de las lesiones.
- Picor: Intensidad variable dependiendo de la causa.
- Pérdida de pelo: Localizada o generalizada.
- Mal olor: Asociado a infecciones secundarias.
- Placas endurecidas: Particularmente en codos, almohadillas o cara.
Diagnóstico del engrosamiento de la piel
Es importante llegar al diagnóstico definitivo del engrosamiento de la piel. Para ello, algunos pasos que se pueden seguir son:
- Historia clínica y examen físico
Con la recopilación de información sobre cambios recientes en el entorno, dieta y comportamiento. - Citología cutánea
Permite identificar infecciones bacterianas o fúngicas. - Raspados de piel
Útiles para detectar parásitos como ácaros de la sarna o demodex. - Pruebas alérgicas
Se realizan en casos de sospecha de dermatitis atópica o alergias alimentarias. - Biopsia cutánea
Indicada en casos complejos o cuando se sospechan enfermedades autoinmunes o neoplásicas. - Análisis sanguíneos y hormonales
Pueden revelar enfermedades sistémicas como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing.
Tratamiento del engrosamiento de la piel en perros
El abordaje terapéutico dependerá de la causa subyacente.
Tratamiento específico
- Antibióticos y antifúngicos: En caso de infecciones bacterianas o fúngicas secundarias.
- Control de parásitos: Productos acaricidas efectivos para eliminar ácaros de la piel.
- Dietas hipoalergénicas: En casos de alergias alimentarias confirmadas.
- Inmunoterapia: Cuando el engrosamiento se asocia a alergias ambientales crónicas.
- Suplementación hormonal: Para corregir desequilibrios endocrinos.
Tratamiento tópico
- Champús medicados: Fórmulas específicas con clorhexidina, ketoconazol o ácido salicílico para reducir inflamación y eliminar infecciones.
- Emolientes y humectantes: Para mejorar la textura y la hidratación de la piel.
- Ungüentos tópicos: Con propiedades calmantes o antimicrobianas.
Tratamiento complementario
- Control del picor: Uso de antihistamínicos, ácidos grasos esenciales o incluso inmunomoduladores como oclacitinib en casos graves.
- Suplementos nutricionales: Ácidos grasos omega-3 y vitaminas esenciales para mejorar la salud cutánea.
Manejo ambiental
- Reducción del estrés: Importante en enfermedades dermatológicas crónicas.
- Superficies blandas: Para minimizar la presión en zonas propensas al desarrollo de callos.
Prevención
También es importante tener en cuenta que, aunque no se puede prevenir al 100%, hay algunas pautas que se pueden considerar para evitar que aparezca el engrosamiento de la piel:
- Higiene regular
Baños con productos adecuados para el tipo de piel del perro. - Control de parásitos
Protocolos antiparasitarios constantes. - Dieta equilibrada
Alimentos de calidad que promuevan una piel y pelaje saludables. - Revisiones veterinarias
Consultas periódicas para detectar problemas cutáneos en sus etapas iniciales. - Enriquecimiento ambiental
Reduce el estrés, un factor desencadenante común en problemas de piel.
Conclusión
El engrosamiento de la piel en perros es un síntoma que puede tener múltiples causas, desde alergias hasta infecciones o desequilibrios hormonales. La colaboración entre el responsable del animal y el veterinario es fundamental para alcanzar resultados óptimos.
¿Has encontrado muchos casos de engrosamiento de piel en perros? ¿Has sabido seguir el protocolo adecuado para la identificación de la causa subyacente?
Fuentes
- Griffin, C. E., & Kwochka, K. W. (2012). Current Veterinary Dermatology: Diagnosis and Therapy. Mosby.
- Scott, D. W., Miller, W. H., & Griffin, C. E. (2011). Muller & Kirk’s Small Animal Dermatology. Elsevier.
- Hensel, P., Santoro, D., Favrot, C., et al. (2015). “Canine atopic dermatitis: Detailed guidelines for diagnosis and management”. Veterinary Dermatology.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.
- Hillier, A., & Griffin, C. E. (2001). “The ACVD task force on canine atopic dermatitis”. Veterinary Immunology and Immunopathology.