La hipotermia es una urgencia bastante grave, especialmente en animales expuestos a bajas temperaturas, neonatos, pacientes anestesiados o críticos hospitalizados. Se define como el descenso de la temperatura corporal por debajo de los valores fisiológicos normales (< 37,5 °C en perros y gatos adultos).
Detectarla de forma temprana y aplicar un tratamiento adecuado es fundamental, ya que la hipotermia compromete funciones cardiovasculares, respiratorias y neurológicas, y puede ser fatal si no se actúa con rapidez.
Fisiopatología de la hipotermia
La temperatura corporal se mantiene gracias a un equilibrio entre la producción de calor (actividad muscular, metabolismo) y la pérdida de calor (conducción, convección, evaporación, radiación).
Cuando la pérdida supera a la producción y los mecanismos compensatorios se saturan, se instaura la hipotermia. Los sistemas más afectados son:
- Cardiovascular: bradicardia, arritmias, hipotensión.
- Respiratorio: depresión ventilatoria, hipoxia.
- Neurológico: letargia, estupor, coma.
- Metabólico: hipoglucemia, acidosis metabólica.
Factores predisponentes
La hipotermia no siempre se debe a la exposición ambiental. Existen múltiples factores predisponentes en la clínica.
- Exposición al frío: animales perdidos, accidentes en exterior, caídas en agua fría.
- Neonatos y geriátricos: escasa capacidad de termorregulación.
- Pacientes anestesiados: pérdida de calor por vasodilatación y baja producción de calor.
- Shock y sepsis: alteración del metabolismo y vasoconstricción periférica.
- Hipoglucemia y caquexia: menor producción endógena de calor.
En la hospitalización, los pacientes críticos son especialmente vulnerables.
Clasificación de la hipotermia
La gravedad de la hipotermia se clasifica según la temperatura central medida con termómetro rectal o esofágico.
- Leve (35–37,4 °C): temblores, letargia leve, taquicardia inicial.
- Moderada (32–34,9 °C): estupor, bradicardia, hipotensión, hipoventilación.
- Grave (< 32 °C): coma, arritmias graves, riesgo vital inmediato.
Esta clasificación orienta el protocolo terapéutico.
Signos clínicos de hipotermia
La observación clínica es clave para sospechar hipotermia en urgencias.
- Conductuales: letargia, apatía, disminución de la respuesta a estímulos.
- Neurológicos: ataxia, estupor, disminución de reflejos.
- Cardiovasculares: bradicardia, arritmias, pulso débil, mucosas pálidas.
- Respiratorios: hipoventilación, respiración lenta y superficial.
- Generales: temblores iniciales seguidos de rigidez muscular, hipotermia periférica al tacto.
La confirmación diagnóstica siempre debe hacerse con medición objetiva de la temperatura.
Diagnóstico y pruebas complementarias
Aunque el diagnóstico es clínico, conviene realizar pruebas complementarias para evaluar complicaciones.
- Temperatura rectal o esofágica: método directo para confirmar la hipotermia.
- ECG: detectar arritmias ventriculares asociadas a la hipotermia grave.
- Hemograma y bioquímica: valorar hipoglucemia, acidosis metabólica, alteraciones electrolíticas.
- Gasometría: útil en pacientes críticos con depresión respiratoria.
Estas pruebas ayudan a guiar el tratamiento y monitorizar la evolución.
Manejo terapéutico de la hipotermia
El tratamiento consiste en la reanimación térmica progresiva, evitando aumentos bruscos de temperatura que provoquen arritmias o vasodilatación excesiva.
Medidas generales
- Colocar al paciente en un ambiente cálido y protegido de corrientes de aire.
- Minimizar el estrés y la manipulación excesiva.
- Monitorizar temperatura cada 15–30 minutos.
Métodos de recalentamiento
- Hipotermia leve
- Mantas y compresas térmicas externas.
- Uso de incubadoras o mantas de aire forzado.
- Fluidoterapia templada (37–38 °C).
- Mantas y compresas térmicas externas.
- Hipotermia moderada
- Combinación de calor externo (mantas, bolsas de agua) y calor interno.
- Enemas con fluidos tibios, si es necesario.
- Oxigenoterapia tibia y humidificada.
- Combinación de calor externo (mantas, bolsas de agua) y calor interno.
- Hipotermia grave
- Recalentamiento activo interno: fluidoterapia IV templada, lavados peritoneales o pleurales con solución tibia en casos extremos.
- Ventilación mecánica con aire caliente y humidificado en pacientes críticos.
- Monitorización intensiva de ECG y electrolitos.
- Recalentamiento activo interno: fluidoterapia IV templada, lavados peritoneales o pleurales con solución tibia en casos extremos.
El objetivo es alcanzar la normotermia de forma controlada y segura.
Complicaciones del tratamiento
Durante el recalentamiento pueden aparecer complicaciones que deben anticiparse:
- Arritmias ventriculares por manipulación brusca o recalentamiento rápido.
- Hipotensión secundaria a vasodilatación.
- Recaída en la hipotermia si el paciente no mantiene la producción endógena de calor.
Por ello, es indispensable una monitorización continua durante y después del tratamiento.
Papel del tutor en la recuperación
El tutor debe comprender la gravedad de la hipotermia y colaborar en la prevención de recaídas:
- Evitar exposición prolongada al frío en razas pequeñas, cachorros y geriátricos.
- Usar ropa protectora o mantas en animales vulnerables.
- Supervisar a gatos y perros durante convalecencias postanestésicas.
- Acudir inmediatamente a la clínica si reaparecen signos de letargia, temblores o debilidad.
La educación del tutor es esencial para mantener al paciente estable tras el alta.
Tabla resumen: manejo de la hipotermia en urgencias
| Grado de hipotermia | Signos principales | Tratamiento recomendado |
| Leve (35–37,4 °C) | Temblores, letargia leve, taquicardia | Calor externo, fluidos templados, incubadora |
| Moderada (32–34,9 °C) | Estupor, bradicardia, hipotensión | Calor externo + interno, oxigenoterapia tibia |
| Grave (< 32 °C) | Coma, arritmias, depresión respiratoria | Fluidoterapia tibia IV, recalentamiento interno activo, soporte intensivo |
Referencias científicas
- Silverstein, D. C., & Hopper, K. (2014). Small Animal Emergency and Critical Care Medicine (2ª ed.). Elsevier.
- DiBartola, S. P. (2012). Fluid, Electrolyte and Acid-Base Disorders in Small Animal Practice (4ª ed.). Elsevier.
- Cooper, E. S., & Hall, K. E. (2016). Hypothermia in small animal practice. Journal of Veterinary Emergency and Critical Care, 26(6), 823–830.
- Mathews, K. A. (2006). Emergency management of hypothermia. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 36(2), 369–382.









