La peritonitis aséptica es una inflamación del peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal, que se caracteriza por la ausencia de bacterias u otros microorganismos causantes de infección.
Aunque menos común que la peritonitis infecciosa (o séptica), esta condición puede presentarse como una complicación de diversas enfermedades subyacentes, como la pancreatitis, el trauma abdominal, los trastornos gastrointestinales y las neoplasias abdominales.
Signos clínicos de la peritonitis aséptica
La presentación clínica de la peritonitis aséptica puede variar dependiendo de la causa subyacente y la gravedad de la inflamación.
Los signos más comunes incluyen dolor abdominal agudo o crónico, distensión abdominal, letargo, anorexia, vómitos recurrentes y fiebre.
En algunos casos graves, los pacientes pueden presentar signos de shock o colapso.
Diagnóstico de la peritonitis aséptica
El diagnóstico de la peritonitis aséptica se basa en la evaluación clínica del paciente y en pruebas diagnósticas complementarias.
Se pueden realizar análisis de sangre para evaluar los niveles de glóbulos blancos, proteínas séricas y marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (PCR).
Además, la ecografía abdominal es una herramienta útil para detectar la presencia de líquido libre en la cavidad abdominal y evaluar la gravedad de la inflamación peritoneal.
Abordaje y plan terapéutico
El tratamiento de la peritonitis aséptica en perros y gatos es multidisciplinario y debe adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente.
La terapia de fluidos intravenosos es fundamental para corregir la deshidratación y mantener la perfusión tisular adecuada.
Se pueden administrar fármacos antiinflamatorios como los corticosteroides para reducir la inflamación y el dolor.
En algunos casos, puede ser necesario realizar una laparotomía exploratoria para identificar y tratar la causa subyacente de la peritonitis.
Tratamiento farmacológico y dosificación
- Fluidoterapia: La administración de fluidos intravenosos es esencial para mantener la perfusión tisular y corregir la deshidratación. Se pueden utilizar soluciones cristaloides balanceadas, como el Ringer lactato o el suero fisiológico, a una velocidad de infusión inicial de 60-90 ml/kg/día, ajustando según la respuesta clínica del paciente y los valores de electrolitos.
- Antiinflamatorios: Los corticosteroides, como la prednisolona, se pueden utilizar para reducir la inflamación abdominal y aliviar el dolor. La dosis inicial típica es de 1-2 mg/kg cada 12-24 horas, ajustando según la respuesta clínica. Se recomienda una reducción gradual de la dosis una vez que se logre el control de los signos clínicos.
- Analgésicos: Los analgésicos opioides, como la morfina o la buprenorfina, pueden ser necesarios para controlar el dolor asociado con la peritonitis. La dosis y la frecuencia de administración deben ajustarse según la respuesta del paciente y los signos de dolor.
- Antieméticos: En casos de vómitos persistentes, se pueden administrar antieméticos como el maropitant o la metoclopramida para controlar las náuseas y mejorar el apetito. La dosis recomendada de maropitant es de 1 mg/kg una vez al día, mientras que la metoclopramida se administra a una dosis de 0.2-0.5 mg/kg cada 8-12 horas.
- Antibióticos: Aunque la peritonitis aséptica no está asociada con infección bacteriana, se pueden utilizar antibióticos de amplio espectro en casos de peritonitis secundaria a una enfermedad subyacente, como la pancreatitis o la perforación gastrointestinal. La elección del antibiótico y la dosificación deben basarse en la causa subyacente y los resultados del cultivo bacteriano, si están disponibles.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento farmacológico debe ser individualizado para cada paciente. Los cambios en la dosificación y la selección de fármacos deben realizarse en función de la respuesta clínica del paciente y los resultados de los exámenes de seguimiento.
Referencias
- Gookin, J. L., y Birkenheuer, A. J. (2015). Peritonitis and peritoneal cavity. En S. J. Ettinger, y E. C. Feldman (Eds.), Textbook of Veterinary Internal Medicine (pp. 2175-2177). Elsevier.
- Hall, E. J. (2017). Inflammatory bowel disease. En S. J. Ettinger, y E. C. Feldman (Eds.), Textbook of Veterinary Internal Medicine (pp. 1764-1768). Elsevier.
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