Los perros braquicéfalos —Bulldog Francés, Bulldog Inglés, Carlino, Boston Terrier, etc— son cada vez más frecuentes en consulta, y con ellos, las patologías respiratorias derivadas de su anatomía.
El llamado síndrome respiratorio obstructivo de razas braquicéfalas (BOAS) compromete la calidad de vida de muchos pacientes desde edades tempranas.
La evaluación prequirúrgica es clave para decidir si un paciente se puede beneficiar de una cirugía correctiva y, sobre todo, para anticipar riesgos anestésicos. Veamos cómo abordar esta evaluación de forma sistemática.
Qué es el síndrome braquicefálico y qué estructuras se ven afectadas
El BOAS se produce por una combinación de anomalías anatómicas que generan resistencia al flujo aéreo, esfuerzo respiratorio crónico y alteraciones secundarias progresivas. Las principales estructuras implicadas son:
Anomalías primarias
- Estenosis de narinas (fosas nasales colapsadas o muy estrechas)
- Paladar blando elongado
- Hipoplasia traqueal
Alteraciones secundarias (por esfuerzo crónico)
- Eversión de sáculos laríngeos
- Colapso laríngeo
- Engrosamiento de la mucosa faríngea
- Bronquitis crónica o colapso traqueobronquial
En consulta, no es raro que el tutor consulte por “ronquidos” o por “respiración ruidosa” desde cachorro, y lo considere “normal” en la raza. Nuestra labor empieza ahí: educar e informar.
Cuándo está indicado valorar la cirugía
No todos los perros braquicéfalos requieren cirugía, pero sí todos deben ser evaluados clínicamente. Veamos los criterios que nos hacen plantear una derivación quirúrgica.
Signos clínicos indicativos
- Estridor inspiratorio persistente
- Intolerancia al ejercicio, jadeo excesivo
- Cianosis o síncopes tras excitación o calor
- Disfagia, regurgitación o vómitos frecuentes
- Ronquido intenso incluso en reposo
- Dificultad respiratoria al dormir (apneas)
Consejo práctico: si el tutor comenta que su perro “se ahoga cuando se emociona”, es motivo suficiente para una exploración detallada.
Factores de riesgo asociados
- Pacientes <3 años con síntomas evidentes
- Obesidad
- Ambientes calurosos o húmedos
- Viajes frecuentes, estrés, ansiedad
Evaluación clínica: pasos previos antes de indicar cirugía
Una buena evaluación prequirúrgica debe contemplar tanto el estado respiratorio como los sistemas digestivo, cardiovascular y anestésico. Veamos cómo organizarla.
1. Historia clínica dirigida
Preguntar por:
- Inicio de los signos (desde cachorro o progresivo)
- Episodios de síncope, regurgitación o vómito
- Calidad del sueño
- Capacidad para hacer ejercicio
El uso de escalas como la “BOAS index” puede ser útil para objetivar el impacto clínico.
2. Exploración física completa
- Evaluar narinas: presencia de colapso o estrechez
- Auscultación laríngea y tráquea: estridor, ruidos respiratorios
- Temperatura corporal tras excitación leve
- Esfuerzo inspiratorio en reposo
3. Pruebas diagnósticas básicas
Prueba | Utilidad principal |
Radiografía torácica (2 proyecciones) | Evaluar hipoplasia traqueal, colapso, cardiomegalia |
Hemograma y bioquímica | Valoración general preanestésica |
Gasometría arterial (opcional) | Casos graves con disnea persistente |
Endoscopia (bajo anestesia) | Diagnóstico definitivo de BOAS y lesiones asociadas |
En la mayoría de clínicas generales, una exploración completa + RX torácica + perfil prequirúrgico básico es suficiente para tomar decisiones con criterio.
Valoración anestésica preoperatoria
Los pacientes con BOAS tienen mayor riesgo de complicaciones durante y después de la anestesia: obstrucción de vía aérea, hipoxia, vómito, regurgitación, hipoventilación.
¿Qué valorar antes de anestesiar?
- Peso y condición corporal: ajustar dosis y ventilación
- Evaluación cardíaca si hay soplos o fatiga marcada
- Riesgo digestivo: considerar gastroprotección previa
- Plan anestésico individualizado: evitar estrés, usar premedicación sedante suave
Siempre tener preparado material de intubación rápida y acceso a oxígeno suplementario. La monitorización postoperatoria debe ser activa las primeras 24 h.
Tabla resumen: evaluación prequirúrgica en síndrome braquicefálico
Elemento a evaluar | Valoración clínica y/o pruebas | Objetivo principal |
Narinas | Inspección directa | Confirmar estenosis |
Ruido respiratorio en reposo | Exploración + auscultación | Estridor, esfuerzo respiratorio |
Capacidad de ejercicio | Observación post paseo breve | Detectar fatiga excesiva o jadeo extremo |
Radiografías torácicas | 2 proyecciones | Evaluar tráquea, corazón, pulmones |
Digestión y regurgitación | Historia clínica + palpación abdomen | Valorar reflujo, vómito crónico |
Analítica general | Hemograma + bioquímica | Descartar comorbilidades |
Riesgo anestésico | Clasificación ASA + exploración | Establecer protocolo seguro |
Conclusión
Evaluar a un perro braquicéfalo antes de una cirugía no es solo mirar su paladar o sus narinas. Es entender su fisiología alterada, anticipar riesgos y diseñar un plan quirúrgico y anestésico adaptado.
Una buena evaluación prequirúrgica mejora el pronóstico postoperatorio y permite al tutor comprender mejor por qué su perro necesita ayuda para respirar. En estos pacientes, la intervención temprana marca la diferencia.
Referencias
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