El hipertiroidismo es una enfermedad endocrina bastante frecuente en gatos, sobre todo en los de edad avanzada. Esta patología se caracteriza por la producción excesiva de hormonas tiroideas, lo que provoca una aceleración en el metabolismo del animal.
Aunque puede resultar una afección grave si no se trata, la detección precoz y un plan de manejo adecuado permiten mejorar la vida del gato.Por eso, hemos querido traer este artículo, para hablar sobre el diagnóstico, las opciones de tratamiento y el manejo de los casos de hipertiroidismo en felinos. ¡Empezamos!
¿Qué es el hipertiroidismo en gatos?
El hipertiroidismo en gatos es una enfermedad endocrina provocada por una producción excesiva de hormonas tiroideas, principalmente la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), generadas por la glándula tiroides.
Esta sobreproducción, que acelera el metabolismo, es normalmente causada por un adenoma benigno de la glándula tiroidea, aunque en raras ocasiones puede deberse a un tumor maligno.
El hipertiroidismo suele afectar a gatos mayores de 10 años, y los síntomas más comunes incluyen pérdida de peso a pesar de tener un apetito voraz, hiperactividad y polidipsia.
Diagnóstico del hipertiroidismo en gatos
El diagnóstico de hipertiroidismo felino se basa tanto en la clínica como en las pruebas de laboratorio. Es fundamental para confirmar el diagnóstico antes de iniciar cualquier tratamiento.
Procedimientos diagnósticos:
- Historia clínica y examen físico: Los signos más comunes incluyen pérdida de peso a pesar de tener un apetito exagerado, taquicardia, hiperactividad y cambios en el pelaje. La presencia de una glándula tiroides palpable es un hallazgo frecuente durante el examen físico.
- Pruebas de laboratorio:
- T4 total (TT4): La medición del nivel de T4 total en suero es la prueba inicial de elección. Niveles elevados de T4 son altamente indicativos de hipertiroidismo en gatos.
- T4 libre (fT4): En casos donde los niveles de T4 total no son concluyentes, la medición de T4 libre mediante diálisis de equilibrio puede ser útil para confirmar el diagnóstico.
- Pruebas adicionales: El análisis sanguíneo y de orina, así como pruebas de función hepática y renal, son esenciales para descartar otras patologías concurrentes que pueden influir en el manejo del tratamiento.
- Ecografía o gammagrafía tiroidea: Aunque no siempre es necesario, la imagen de la glándula tiroidea puede ser útil en casos de difícil diagnóstico o cuando se sospecha de carcinoma tiroideo.
Gatos con mayor predisposición al hipertiroidismo
El hipertiroidismo afecta principalmente a gatos mayores, típicamente aquellos con más de 10 años. No existe una predisposición clara por sexo o raza, aunque algunas razas puras, como los siameses, parecen tener una incidencia más baja en comparación con gatos de razas mixtas.
Al ser una enfermedad relacionada con la edad, es crucial que los tutores y veterinarios presten especial atención a los signos clínicos en gatos geriátricos.
Manejo y tratamiento del hipertiroidismo en gatos
El tratamiento del hipertiroidismo felino puede ser abordado desde varias perspectivas, dependiendo de las características individuales del paciente y las condiciones de la familia del gato.
Existen cuatro opciones principales de tratamiento: manejo médico con fármacos antitiroideos, terapia con yodo radiactivo, cirugía y manejo dietético.
1. Tratamiento médico (antitiroideos):
- Metimazol (o tiamazol): Es el fármaco más utilizado para el control del hipertiroidismo en gatos. Este medicamento inhibe la producción de hormonas tiroideas y puede administrarse tanto de forma oral como tópica.
- Dosis oral: 2.5-5 mg/gato cada 12 horas.
- Dosis tópica: Aplicar 5 mg por vía transdérmica en el pabellón auricular cada 12 horas.
El metimazol es eficaz, pero requiere seguimiento continuo, ya que puede tener efectos adversos como vómitos, anorexia, y en raros casos, hepatotoxicidad o reacciones hematológicas.
2. Terapia con yodo radiactivo (I-131):
La terapia con yodo radiactivo es considerada el tratamiento de elección en muchos casos, ya que ofrece una cura definitiva al destruir el tejido tiroideo hiperfuncionante.
- Procedimiento: Una única inyección subcutánea de yodo radiactivo es generalmente suficiente para tratar la enfermedad. Tras la administración, el gato deberá estar hospitalizado durante unos días para evitar la exposición a la radiación de otros animales o personas.
- Ventajas: El I-131 destruye selectivamente el tejido afectado sin necesidad de intervención quirúrgica ni tratamiento a largo plazo.
3. Cirugía (tiroidectomía):
La extirpación quirúrgica de la glándula tiroides afectada es otra opción, aunque no es tan común como el tratamiento con yodo radiactivo. La cirugía puede ser una buena alternativa en aquellos casos en los que el tratamiento médico o con yodo no es viable.
- Consideraciones: El riesgo quirúrgico aumenta en gatos mayores o con problemas cardíacos concurrentes, y existe la posibilidad de desarrollar hipoparatiroidismo postoperatorio.
4. Manejo dietético:
- Dietas bajas en yodo: Algunas dietas comerciales específicas restringen el contenido de yodo, lo que puede ayudar a reducir la producción de hormonas tiroideas. Esta opción puede ser útil en casos donde no se desea realizar terapia médica o radioactiva, aunque requiere una estricta adherencia a la dieta y suele ser más difícil de implementar en hogares con múltiples animales convivientes.
Manejo de la crisis tiroidea
En casos graves, los gatos con hipertiroidismo pueden presentar una crisis tiroidea, caracterizada por taquicardia extrema, hipertensión, debilidad severa, insuficiencia cardíaca y, en casos graves, colapso. Esta situación requiere atención urgente.
Tratamiento de emergencia:
- Propranolol o atenolol (beta-bloqueadores):
- Dosis: 0.2-0.4 mg/kg cada 12 horas por vía oral. Estos medicamentos ayudan a controlar la taquicardia y reducir la presión arterial en gatos con crisis tiroidea.
- Fluidoterapia: Es esencial en casos de deshidratación o choque. Se recomienda el uso de soluciones isotónicas, como el suero fisiológico, para estabilizar al paciente.
- Metimazol intravenoso: En situaciones críticas, se puede administrar metimazol por vía intravenosa para reducir rápidamente los niveles hormonales.
Tabla resumen del tratamiento del hipertiroidismo en gatos
Tratamiento | Dosis (gatos) | Vía de administración |
Metimazol (oral) | 2.5-5 mg cada 12 horas | Oral |
Metimazol (transdérmico) | 5 mg cada 12 horas | Tópica (pabellón auricular) |
Yodo radiactivo (I-131) | Según el peso del gato | Subcutánea |
Propranolol | 0.2-0.4 mg/kg cada 12 horas | Oral |
Conclusión
El hipertiroidismo felino es una enfermedad tratable y, con las opciones terapéuticas adecuadas, los gatos pueden llevar una vida normal y de buena calidad.
El diagnóstico temprano y la elección de la terapia más adecuada son claves para el éxito del tratamiento. Dependiendo de la opción terapéutica elegida, se debe ajustar el plan de manejo a las necesidades individuales del paciente y asegurarse de que el seguimiento a largo plazo se realice de manera adecuada.
Como siempre, la comunicación abierta con los tutores sobre las opciones disponibles y los posibles riesgos asociados es fundamental para garantizar el bienestar del gato.
¡El hipertiroidismo no es grave si se detecta a tiempo! Con este artículo tienes todo en tus manos para que tus pacientes felinos con hipertiroidismo tengan una calidad de vida excelente.
Referencias
- Feldman, E. C., & Nelson, R. W. (2014). Canine and Feline Endocrinology. Elsevier.
- Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2019). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.