La traqueobronquitis infecciosa canina, comúnmente conocida como “tos de las perreras”, es una de las enfermedades respiratorias más frecuentes en perros. Es especialmente común en aquellos que conviven en grupos, como refugios, criaderos o residencias caninas.
Aunque la mayoría de los casos son leves, la tos de las perreras puede evolucionar a complicaciones graves si no se diagnostica y trata adecuadamente.
Por eso nos centraremos en las mejores prácticas para diagnosticar, manejar y tratar esta enfermedad en la clínica veterinaria, incluyendo el manejo de urgencias y los tratamientos recomendados. ¡Comencemos!
¿Qué es la traqueobronquitis infecciosa canina?
La tos de las perreras es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que afecta principalmente a la tráquea y los bronquios de los perros. Es causada por una combinación de agentes patógenos, siendo los más comunes el Bordetella bronchiseptica, el virus de la parainfluenza y el adenovirus tipo 2.
Estos agentes infectan las vías respiratorias superiores, lo que provoca inflamación e irritación de la tráquea y los bronquios, resultando en la característica tos seca y persistente.
Este síndrome respiratorio se propaga fácilmente en lugares donde los perros están en estrecho contacto, como perreras, clínicas veterinarias, y parques para perros, a través de aerosoles o contacto directo con secreciones infectadas.
Diagnóstico de la tos de las perreras
El diagnóstico de la traqueobronquitis infecciosa canina suele basarse en la presentación clínica y en el historial reciente del perro, especialmente si ha estado en contacto con otros caninos.
Los principales síntomas incluyen tos seca y áspera, similar a un “bocido” o arcada, que puede empeorar con la actividad o la excitación. Además, es importante descartar otras causas de tos, como la bronquitis crónica, el colapso traqueal o la insuficiencia cardíaca.
Principales signos clínicos:
- Tos seca y persistente
- Arcadas o náuseas después de episodios de tos
- Descarga nasal leve (a veces)
- Fiebre baja (en casos complicados)
Métodos diagnósticos recomendados:
- Anamnesis y examen físico: Un historial reciente de exposición a otros perros, junto con una tos seca y no productiva, suelen ser indicativos de la enfermedad.
- Radiografías torácicas: Si bien la tos de las perreras generalmente no muestra anormalidades radiográficas, esta herramienta es útil para descartar neumonía u otras condiciones pulmonares.
- Cultivo bacteriano y PCR: En casos severos o crónicos, las pruebas de laboratorio pueden ser útiles para identificar los patógenos implicados, particularmente Bordetella bronchiseptica.
Perros con mayor predisposición a la traqueobronquitis infecciosa
Cualquier perro puede contraer la tos de las perreras si está expuesto a otros caninos infectados. Sin embargo, algunos grupos son más propensos a desarrollar infecciones más graves.
Los cachorros, que aún no tienen su sistema inmunológico completamente desarrollado, y los perros mayores o inmunocomprometidos están en mayor riesgo de desarrollar complicaciones como neumonía. Además, los perros no vacunados contra Bordetella o el virus de la parainfluenza son más susceptibles.
Los animales que frecuentan entornos donde hay una alta concentración de perros, como guarderías caninas, parques, o refugios, tienen un riesgo elevado de contagio. Estos perros, a menudo, se exponen a múltiples cepas de los patógenos, lo que aumenta la probabilidad de infección.
Manejo de la traqueobronquitis infecciosa
Si bien la mayoría de los casos de tos de las perreras son autolimitantes y se resuelven en unas semanas, algunos perros pueden desarrollar complicaciones respiratorias graves, como la neumonía bacteriana. En estos casos, el manejo temprano y adecuado es esencial para evitar una evolución negativa.
Protocolo de manejo en casos graves:
- Control de la tos: En perros con tos severa, que interfiere con su capacidad para descansar o comer, se pueden utilizar antitusivos para aliviar el malestar.
- Butorfanol:
- Dosis: 0.5 mg/kg cada 6-12 horas.
- Vía de administración: Subcutánea (SC) o intravenosa (IV).
- Butorfanol:
- Antibióticos en infecciones bacterianas secundarias: En casos donde hay sospecha de una sobreinfección bacteriana, se recomienda el uso de antibióticos para prevenir la progresión a neumonía.
- Doxiciclina:
- Dosis: 5 mg/kg cada 12 horas.
- Vía de administración: Oral (VO).
- Enrofloxacino:
- Dosis: 5-20 mg/kg cada 24 horas.
- Vía de administración: Oral (VO) o inyectable.
- Doxiciclina:
- Nebulización e inhaloterapia: Si el perro muestra signos de congestión o dificultad respiratoria, la nebulización con solución salina o antibióticos nebulizados puede mejorar la ventilación y eliminar secreciones.
- Solución salina:
- Dosis: Nebulización durante 10-15 minutos, 2-3 veces al día.
- Solución salina:
- Broncodilatadores: Si hay signos de broncoespasmo, los broncodilatadores pueden ayudar a mejorar la respiración.
- Aminofilina:
- Dosis: 5-10 mg/kg cada 8-12 horas.
- Vía de administración: Oral (VO) o intravenosa (IV).
- Aminofilina:
- Fluídoterapia: En casos donde el perro esté deshidratado o tenga fiebre, la administración de líquidos es crucial para mantener la hidratación y mejorar la recuperación.
- Solución salina isotónica:
- Dosis: 40-60 ml/kg/día.
- Vía de administración: Intravenosa (IV) o subcutánea (SC).
- Solución salina isotónica:
Tratamiento a largo plazo y prevención
La tos de las perreras, aunque a menudo se resuelve por sí sola, puede ser recurrente si el perro continúa expuesto a otros animales infectados. En estos casos, es importante educar a los tutores sobre la necesidad de limitar el contacto con otros perros hasta que la enfermedad se haya resuelto por completo.
Asimismo, la vacunación preventiva contra Bordetella bronchiseptica y el virus de la parainfluenza es una de las medidas más eficaces para prevenir futuros brotes.
Vacunación:
- Vacuna contra Bordetella bronchiseptica: Se administra tanto de forma inyectable como intranasal, y se recomienda especialmente en perros que frecuentan lugares con muchos animales.
- Refuerzos anuales: Para perros que visitan guarderías caninas, perreras o que participan en exposiciones caninas, es esencial mantener al día las vacunaciones de refuerzo.
Tabla resumen de tratamiento
Medicamento | Dosis (perros) | Vía de administración |
Butorfanol | 0.5 mg/kg cada 6-12 horas | Subcutánea (SC) o IV |
Doxiciclina | 5 mg/kg cada 12 horas | Oral (VO) |
Enrofloxacino | 5-20 mg/kg cada 24 horas | Oral (VO) o inyectable |
Aminofilina | 5-10 mg/kg cada 8-12 horas | Oral (VO) o IV |
Solución salina isotónica | 40-60 ml/kg/día | Intravenosa (IV) o SC |
Solución salina (nebulización) | Nebulización 10-15 minutos | Nebulización |
Conclusión
La traqueobronquitis infecciosa canina, o tos de las perreras, es una enfermedad respiratoria que puede afectar a perros de todas las edades, pero especialmente a aquellos que conviven en grupo.
Un manejo adecuado, junto con el uso de antibióticos y tratamiento de soporte en casos graves, puede acelerar la recuperación del perro y prevenir complicaciones. El tratamiento sintomático, combinado con la vacunación preventiva, es clave para proteger a los perros de futuros brotes y mantener su salud respiratoria óptima.
¿Sabías cómo actuar en caso de encontrarte con un caso de tos de las perreras en la clínica? ¡Esperamos que este artículo en forma de guía te resulte de gran utilidad para tu práctica veterinaria!
Referencias
- Greene, C. E. (2012). Infectious Diseases of the Dog and Cat. Elsevier.
- Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.