La piroplasmosis canina, también conocida como babesiosis, es una enfermedad hemoparasitaria grave y potencialmente mortal, causada por protozoos del género Babesia.
Se transmite por la picadura de garrapatas ixódidas, principalmente Rhipicephalus sanguineus en Europa, y puede generar un cuadro de anemia hemolítica aguda, fiebre, letargia e incluso fallo multiorgánico si no se diagnostica y trata a tiempo.
Su prevalencia varía según la región geográfica, pero en España se considera una enfermedad endémica con picos estacionales, especialmente en primavera y otoño.
Agente etiológico y transmisión
Los agentes más frecuentes en Europa son:
- Babesia canis vogeli: la más común en España, de curso clínico moderado
- Babesia gibsoni: menos frecuente, más grave, especialmente en razas de pelea
- Babesia canis canis y Babesia canis rossi: más agresivas, endémicas de Europa del Este y África respectivamente
La transmisión se produce principalmente por picadura de garrapatas infectadas, aunque también se han descrito casos por:
- Transfusiones sanguíneas contaminadas
- Transmisión vertical (poco frecuente)
- Mordeduras entre perros (en B. gibsoni)
Fisiopatología
Tras inoculación por la garrapata, el protozoo invade los eritrocitos, donde se reproduce y causa hemólisis intravascular. Esta destrucción de glóbulos rojos lleva a:
- Anemia hemolítica regenerativa
- Ictericia
- Hemoglobinuria
- Hipoxia tisular y daño orgánico en casos graves
La respuesta inmunitaria del huésped también contribuye al daño mediante fenómenos de autoinmunidad y activación inflamatoria sistémica.
Signos clínicos
Los síntomas varían según la especie de Babesia, carga parasitaria y estado inmunológico del paciente.
Presentación aguda (la más frecuente)
- Fiebre (>40 ºC)
- Letargia y anorexia
- Mucosas pálidas o ictéricas
- Hemoglobinuria (orina color rojizo o marrón oscuro)
- Esplenomegalia y linfadenopatía generalizada
- Taquicardia, taquipnea, intolerancia al ejercicio
Presentación crónica o subclínica
- Anemia leve persistente
- Pérdida de peso
- Trombocitopenia
- Episodios de fiebre intermitente
- Más frecuente en perros con inmunidad parcial o razas resistentes
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la combinación de hallazgos clínicos, hematológicos y pruebas específicas:
Hemograma
- Anemia regenerativa moderada o severa
- Trombocitopenia
- Leucocitosis o leucopenia según fase de la enfermedad
- Hemoglobinemia y hemoglobinuria
Bioquímica
- Hiperbilirrubinemia
- Aumento de ALT, AST y fosfatasa alcalina
- En casos graves: uremia o creatininemia por daño renal secundario
Diagnóstico específico
Prueba | Ventajas / Limitaciones |
Extensión de sangre periférica | Permite visualizar el parásito en eritrocitos (sensibilidad limitada en fases crónicas) |
PCR | Alta sensibilidad y especificidad, permite diferenciar especies |
Test serológicos ELISA o IFI | Detectan anticuerpos, útiles en vigilancia epidemiológica |
Tratamiento
El tratamiento debe iniciarse inmediatamente tras sospecha clínica, incluso antes de la confirmación por laboratorio si el cuadro es grave.
Tratamiento específico antiparasitario
Fármaco | Dosis en perros | Comentario clínico |
Imidocarb dipropionato | 5–6.6 mg/kg IM o SC, dosis única o repetir en 14 días | De elección para B. canis, buena tolerancia |
Atovacuona + azitromicina | Atovacuona 13.3 mg/kg VO c/8 h + Azitromicina 10 mg/kg c/24 h, 10 días | Especialmente para B. gibsoni, costoso y más prolongado |
Doxiciclina (adicional) | 5 mg/kg cada 12 h VO durante 21 días | Ayuda en coinfecciones (p. ej. Ehrlichia), no elimina Babesia por sí sola |
Manejo de soporte
- Fluidoterapia IV: Ringer lactato o soluciones equilibradas
- Transfusión sanguínea si PCV <15% o hay hipoxia severa
- AINEs o corticoides: valorar según hemólisis inmunomediada o CID
- Antibióticos de amplio espectro: si hay sospecha de sepsis secundaria
Control del dolor y fiebre
- Metamizol: 25–50 mg/kg cada 8–12 h VO o IV
- Buprenorfina: 0.01–0.02 mg/kg SC cada 8 h en casos graves
Seguimiento y pronóstico
El pronóstico depende de:
- Especie de Babesia implicada
- Rapidez del diagnóstico e inicio de tratamiento
- Edad, estado inmunitario y presencia de coinfecciones
Presentación clínica | Pronóstico aproximado |
B. canis sin complicaciones | Bueno con tratamiento precoz |
B. gibsoni o casos crónicos | Reservado, riesgo de recaídas |
Con complicaciones (CID, IRA, shock) | Grave, hasta 50% de mortalidad |
Es recomendable realizar revisión a los 10–14 días tras el tratamiento para comprobar hematología y valorar una segunda dosis si fuera necesario.
Prevención
La prevención se basa en el control eficaz de garrapatas:
- Antiparasitarios externos de acción rápida (isoxazolinas: fluralaner, afoxolaner, sarolaner)
- Collares repelentes (deltametrina, flumetrina)
- Evitar paseos en zonas infestadas durante primavera y otoño
- Revisión exhaustiva del pelaje tras salidas al campo
Actualmente no existe vacuna comercial disponible en España.
Conclusión
La piroplasmosis canina es una enfermedad potencialmente letal, cuyo abordaje clínico debe ser rápido y estructurado. La identificación precoz de signos clínicos, el uso adecuado de imidocarb dipropionato y el tratamiento sintomático intensivo son claves para el éxito terapéutico.
En zonas endémicas, el papel del veterinario incluye no solo el tratamiento, sino también la educación del tutor y la implementación de medidas preventivas durante todo el año.
Referencias
- Irwin, P. J. (2010). Canine babesiosis: from molecular taxonomy to control. Parasites & Vectors, 3(1), 1–9
- Solano-Gallego, L., & Baneth, G. (2011). Babesiosis in dogs and cats. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 41(6), 1141–1159
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (10ª ed.). Wiley-Blackwell
- European Advisory Board on Cat Diseases (ESCCAP). (2022). Guía para enfermedades transmitidas por vectores en pequeños animales
- MSD Veterinary Manual. (2023). Babesiosis en perros