La anorexia prolongada en gatos constituye una urgencia clínica. Un paciente felino que deja de comer más de 48–72 horas corre un alto riesgo de desarrollar lipidosis hepática, además de descompensar enfermedades subyacentes graves.
El abordaje debe ser sistemático, combinando diagnóstico rápido con medidas de soporte nutricional, siempre adaptadas a la especie felina, que presenta particularidades metabólicas y conductuales frente al ayuno.
Importancia clínica de la anorexia en gatos
El gato, a diferencia de otras especies, no tolera bien los periodos prolongados de ayuno. La movilización de grasas hacia el hígado provoca esteatosis, que en pocos días puede evolucionar a lipidosis hepática con fallo hepático secundario.
Por ello, un gato con anorexia de más de 3 días nunca debe considerarse como un problema “menor” o autolimitado. Requiere atención clínica inmediata y un protocolo diagnóstico-terapéutico claro.
Principales causas de anorexia en gatos
Las etiologías son múltiples y abarcan desde problemas locales hasta enfermedades sistémicas graves.
Causas frecuentes:
- Enfermedades sistémicas: insuficiencia renal crónica, hipertiroidismo, diabetes mellitus, pancreatitis.
- Enfermedades digestivas: gastritis, enfermedad inflamatoria intestinal, obstrucciones.
- Enfermedades hepáticas: colangitis, lipidosis hepática.
- Dolor crónico: dental, articular, abdominal.
- Factores ambientales o de estrés: cambios de hogar, presencia de nuevos animales, alteraciones en la rutina.
- Neoplasias: linfoma intestinal, tumores hepáticos o pancreáticos.
Dada esta variedad, el diagnóstico debe ser estructurado y adaptado a cada paciente.
Historia clínica y exploración física
El primer paso es recopilar información detallada del tutor y realizar una exploración completa.
Aspectos clave a preguntar al tutor:
- Tiempo exacto de anorexia y cambios en el patrón alimenticio.
- Tipo de dieta habitual y cambios recientes.
- Presencia de vómitos, diarrea o pérdida de peso.
- Conducta y nivel de actividad.
- Antecedentes médicos y medicaciones previas.
Exploración física:
- Valoración de mucosas, hidratación y condición corporal.
- Palpación abdominal (dolor, masas, organomegalias).
- Exploración oral para descartar dolor dental o lesiones.
- Auscultación cardiopulmonar.
- Peso exacto y comparación con registros previos.
Pruebas diagnósticas recomendadas
El protocolo diagnóstico debe ser progresivo, empezando por pruebas básicas y ampliando según los hallazgos.
Pruebas iniciales:
- Hemograma y bioquímica sérica.
- Análisis de orina.
- Glucemia.
- Ecografía abdominal básica.
Pruebas complementarias según sospecha:
- Radiografías torácicas o abdominales.
- Ecocardiografía.
- Determinación de T4 total.
- Serologías o PCR para enfermedades infecciosas (FeLV, FIV, coronavirus felino).
- Biopsia hepática o intestinal en casos crónicos o graves.
Manejo terapéutico inicial
Además de avanzar en el diagnóstico, el tratamiento de soporte debe instaurarse de inmediato para evitar complicaciones metabólicas.
Medidas terapéuticas básicas:
- Fluidoterapia IV o SC según grado de deshidratación.
- Control del dolor con analgésicos apropiados para gatos.
- Antieméticos (maropitant, ondansetrón) si hay vómitos.
- Estimulantes del apetito (mirtazapina, capromorelina) cuando esté indicado.
- Nutrición asistida si la anorexia supera las 48–72 horas.
Métodos de nutrición asistida:
- Alimentación por jeringa (temporal, en casos leves).
- Colocación de sonda nasoesofágica o esofagostomía en casos moderados o graves.
- Dietas hipercalóricas y palatables formuladas para recuperación felina.
El soporte nutricional precoz es clave para evitar la lipidosis hepática.
Comunicación con el tutor
Es fundamental explicar al tutor la gravedad de la situación. Muchos consideran que la anorexia es un signo inespecífico y esperan una recuperación espontánea. El veterinario debe enfatizar que en gatos la anorexia prolongada es siempre un motivo de urgencia.
Aspectos a comunicar:
- La importancia de un diagnóstico rápido.
- La necesidad de hospitalización en algunos casos.
- Los riesgos de lipidosis hepática.
- La duración potencial del tratamiento según la causa subyacente.
Tabla resumen: protocolo clínico en anorexia felina >3 días
Etapa | Acciones principales | Objetivo clínico |
Historia clínica | Entrevista con el tutor y exploración completa | Identificar factores desencadenantes |
Pruebas básicas | Hemograma, bioquímica, orina, ecografía abdominal | Diagnóstico inicial |
Pruebas avanzadas | Radiografías, T4, infecciosas, biopsias | Confirmar enfermedad subyacente |
Soporte inmediato | Fluidoterapia, antieméticos, analgésicos | Estabilizar al paciente |
Nutrición asistida | Sonda nasoesofágica/esofagostomía, dietas hipercalóricas | Prevenir lipidosis hepática |
Comunicación tutor | Explicar urgencia y plan de actuación | Asegurar adherencia y colaboración |
Conclusión
El gato con anorexia de más de 3 días debe considerarse un paciente crítico. El abordaje clínico incluye una evaluación rápida, pruebas diagnósticas escalonadas y soporte inmediato, con especial énfasis en la nutrición asistida.
La educación del tutor resulta esencial para que comprenda que la falta de apetito en gatos nunca es un signo menor, sino un marcador de enfermedad que requiere atención veterinaria urgente.
Referencias científicas
- Sparkes, A. H., et al. (2016). ISFM consensus guidelines on the practical management of the anorexic cat. Journal of Feline Medicine and Surgery, 18(1), 7–25.
- Peterson, M. E., & Kintzer, P. P. (2015). Feline anorexia: diagnostic approach and management. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 45(2), 233–248.