El ataque cardíaco o infarto en perros es un evento de emergencia en el que el flujo de sangre al corazón se ve comprometido, pudiendo causar daños severos en el tejido cardíaco.
Aunque los ataques cardíacos en perros son menos comunes que en humanos, reconocer rápidamente los signos, implementar intervenciones adecuadas y conocer las técnicas de manejo de emergencia puede marcar una gran diferencia en la vida del animal.
Por eso queremos abordar las claves en el manejo de emergencias cardíacas en perros, las técnicas de estabilización y tratamiento, y las recomendaciones para la prevención. ¡Comenzamos!
¿Qué es un ataque cardíaco en perros?
Un ataque cardíaco en perros, o infarto de miocardio, ocurre cuando una obstrucción en el flujo sanguíneo impide que el oxígeno llegue adecuadamente al músculo cardíaco.
Este bloqueo puede deberse a un coágulo de sangre, a una afección cardíaca subyacente o incluso a causas externas como una reacción alérgica severa o un shock. La falta de oxígeno en el corazón provoca daño en el tejido muscular, lo cual puede ser irreversible si no se actúa con rapidez.
¿Por qué se produce un ataque cardíaco en perros?
Las causas de los ataques cardíacos en perros pueden ser diversas:
- Enfermedad cardíaca subyacente: Los perros con problemas como la cardiomiopatía dilatada, la enfermedad de la válvula mitral o la miocardiopatía hipertrófica están en riesgo aumentado.
- Trastornos de coagulación: Afecciones que aumentan el riesgo de formación de coágulos, como el síndrome de Cushing, pueden elevar la probabilidad de infarto.
- Obesidad y sedentarismo: El exceso de peso y la falta de ejercicio contribuyen a la acumulación de grasa en las arterias, dificultando el flujo sanguíneo.
- Factores externos: Estrés extremo, reacciones alérgicas o choque térmico también pueden desencadenar un evento cardíaco.
Signos de un ataque cardíaco en perros
Reconocer los síntomas de un ataque cardíaco es fundamental para una intervención oportuna:
- Dificultad para respirar o respiración rápida.
- Debilidad o colapso súbito.
- Tos persistente o jadeo extremo.
- Encías pálidas o azuladas, señal de falta de oxígeno.
- Ritmo cardíaco irregular o acelerado.
- Vómitos o náuseas.
- Ansiedad o comportamiento anormal.
Técnicas de intervención inmediata para un ataque cardíaco en perros
En una situación de ataque cardíaco, la rapidez y precisión de la intervención pueden ser cruciales. Algunos pasos de intervención que pueden ser de gran utilidad en estos casos incluyen:
1. Evaluación y estabilización inicial
- Evaluación de signos vitales: Comprobad la frecuencia cardíaca, el pulso y la respiración del animal. Un pulso débil o irregular y la dificultad respiratoria requieren atención inmediata.
- Oxigenoterapia: Si es posible, administrar oxígeno mediante una máscara para optimizar la oxigenación y reducir la carga de trabajo del corazón.
- Control de la temperatura: Evita el sobrecalentamiento o enfriamiento; en un entorno de emergencia, la temperatura corporal debe mantenerse estable.
2. Administración de fármacos
La administración de fármacos puede ayudar a estabilizar al animal durante una crisis. Los siguientes medicamentos pueden utilizarse en situaciones de emergencia:
- Nitroglicerina: Aplicada en forma de ungüento o parche sobre la piel para dilatar las arterias y mejorar el flujo de sangre hacia el corazón.
- Furosemida: En caso de que el animal presente edema pulmonar, puede administrarse como diurético para reducir la acumulación de líquidos. La dosis estándar es de 1-2 mg/kg por vía intravenosa en emergencias.
- Lidocaína: Para controlar arritmias severas. La dosis es de 1-2 mg/kg por vía intravenosa, seguido de una infusión continua si es necesario.
- Aspirina: A veces administrada para reducir la agregación plaquetaria, especialmente en casos donde se sospecha la formación de coágulos. La dosis debe ser baja (5-10 mg/kg) y ajustada por un veterinario.
3. Compresiones torácicas en caso de colapso
Si el perro entra en un paro cardíaco:
- Compresiones torácicas: Colocar al perro sobre su lado derecho y realizar compresiones torácicas firmes a un ritmo de 100-120 por minuto, permitiendo la expansión del pecho entre cada compresión.
- Respiración de rescate: Alternado cada 30 compresiones con 2 respiraciones de rescate, asegurándose de cerrar la boca del perro mientras exhalas en sus fosas nasales.
- Desfibrilación: Si se dispone de un desfibrilador, aplicarlo tras verificar que el perro tiene un ritmo cardíaco irregular o caótico.
Técnicas avanzadas de monitorización y cuidados continuos
La monitorización y el cuidado continuo tras el ataque cardíaco son vitales para asegurar la estabilidad del paciente:
- ECG continuo: Para detectar arritmias o irregularidades en el ritmo cardíaco.
- Ecocardiografía: Útil para evaluar el daño cardíaco y determinar el tratamiento a largo plazo.
- Análisis de sangre y electrolitos: La monitorización de los electrolitos, la glucosa y los marcadores cardíacos ayuda a detectar posibles complicaciones.
Tratamientos y cuidados a largo plazo para perros con antecedentes de ataques cardíacos
Para evitar al máximo posible un nuevo ataque cardíaco, algunas pautas que se pueden considerar incluyen:
1. Modificación de la dieta
Un enfoque dietético específico puede mejorar la salud cardíaca a largo plazo. Las dietas ricas en ácidos grasos omega-3 y baja en sodio son ideales para estos casos.
Además, el uso de suplementos como la taurina y la L-carnitina, puede fortalecer el músculo cardíaco, pero para ofrecer estos suplementos, siempre hay que tener en cuenta el contexto general del paciente.
2. Ejercicio moderado
Mantener al perro en un nivel de actividad adecuado es esencial para evitar el sobrepeso, pero sin que esto genere un esfuerzo excesivo. Las caminatas cortas y frecuentes suelen ser más beneficiosas que los ejercicios intensos.
3. Control de enfermedades subyacentes
Condiciones como el hipotiroidismo, la diabetes o el síndrome de Cushing, que aumentan el riesgo de ataques cardíacos, deben ser tratadas de manera integral para evitar futuros episodios. La monitorización regular y el ajuste de medicación son clave para mantener al perro en óptimas condiciones de salud.
Prevención de ataques cardíacos en perros
La prevención es una parte fundamental en el manejo de la salud cardíaca de los perros:
- Controles veterinarios regulares: La evaluación periódica y los chequeos cardíacos ayudan a detectar problemas antes de que se conviertan en emergencias.
- Manejo del estrés: Minimizar el estrés es esencial, especialmente en razas predispuestas a problemas cardíacos.
- Vigilancia de factores de riesgo: Mantener un peso saludable, una dieta equilibrada y una vida activa reduce el riesgo de enfermedad cardíaca.
Conclusión
El manejo de los ataques cardíacos en perros requiere de una rápida intervención y conocimientos específicos para estabilizar al animal y brindarle una oportunidad de recuperación. Con técnicas de primeros auxilios eficaces, administración precisa de medicamentos y un seguimiento adecuado, es posible mejorar considerablemente el pronóstico de un perro que ha sufrido un infarto.
Fuentes:
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