La anisocoria en gatos se manifiesta cuando las pupilas tienen tamaños diferentes, un signo clínico que puede estar relacionado con afecciones oculares, neurológicas o sistémicas.
A diferencia de los perros, los gatos presentan ciertas peculiaridades anatómicas y fisiológicas que hacen que las causas de anisocoria sean más específicas. Este artículo aborda las causas principales, métodos de diagnóstico y enfoques terapéuticos para manejar esta afección de manera efectiva.¡Aprende todo acerca de la anisocoria en gatos!
¿Qué es la anisocoria en gatos?
La anisocoria es un desajuste en el tamaño de las pupilas debido a una alteración en los mecanismos que regulan la contracción y dilatación del iris. Estas alteraciones pueden originarse en el ojo afectado, los nervios que controlan las pupilas, o incluso en el cerebro.
En gatos, la anisocoria puede ser aguda o crónica, y a menudo está asociada con otros signos clínicos como dolor ocular, pérdida de visión o sensibilidad a la luz (fotofobia).
El tamaño desigual de las pupilas es un síntoma que requiere atención veterinaria inmediata, ya que puede ser indicativo de enfermedades graves.
Principales causas de anisocoria en gatos
Entre las principales causas de la anisocoria felina encontramos:
1. Enfermedades oculares
- Uveítis anterior: Inflamación intraocular frecuente en gatos, especialmente en casos asociados con infecciones como Toxoplasma gondii o el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). La uveítis suele causar miosis (contracción de la pupila afectada).
- Glaucoma: Una elevación de la presión intraocular puede provocar midriasis (dilatación de la pupila) en el ojo afectado debido al daño en el nervio óptico.
- Luxación del cristalino: El desplazamiento del cristalino puede bloquear el flujo del humor acuoso, desencadenando anisocoria.
- Úlceras corneales: Causan espasmos reflejos que contraen la pupila del ojo afectado.
2. Traumatismos
Los traumatismos en la cabeza o en la región ocular son una causa común de anisocoria en gatos, especialmente en aquellos con acceso al exterior. Lesiones directas pueden dañar el nervio óptico, los músculos del iris o las estructuras intraoculares.
3. Alteraciones neurológicas
- Síndrome de Horner: Una disfunción del sistema nervioso simpático que produce miosis, caída del párpado superior y retracción del globo ocular. En gatos, a menudo está relacionado con abscesos en la zona cervical o lesiones en la médula espinal.
- Lesiones intracraneales: Tumores, inflamaciones o traumatismos en el cerebro pueden interferir con las vías nerviosas responsables del control pupilar.
4. Enfermedades infecciosas
- Toxoplasmosis: Una infección parasitaria que puede afectar al sistema nervioso central y causar anisocoria como síntoma neurológico.
- Virus del herpes felino (FHV-1): Puede provocar queratitis y uveítis, alterando el tamaño pupilar.
5. Intoxicaciones
Ciertos tóxicos, como los organofosforados o medicamentos oftálmicos mal administrados, pueden generar anisocoria debido a sus efectos sobre el sistema nervioso autónomo.
6. Causas congénitas
En algunos gatos, especialmente aquellos de razas puras como el Persa, la anisocoria puede ser congénita y no afectar su visión ni calidad de vida.
Signos clínicos asociados
Además de la desigualdad en el tamaño de las pupilas, los gatos con anisocoria pueden presentar:
- Dolor ocular (frotamiento del ojo afectado).
- Secreción ocular (serosa o purulenta).
- Enrojecimiento e inflamación de la conjuntiva.
- Pérdida de visión o ceguera.
- Hipersensibilidad a la luz (fotofobia).
Cómo diagnosticar la anisocoria en gatos
El enfoque diagnóstico de la anisocoria en gatos requiere una evaluación integral para identificar la causa subyacente.
1. Historia clínica
Es importante recopilar información sobre:
- La aparición y duración de la anisocoria (aguda o crónica).
- Síntomas acompañantes, como dolor o cambios en la visión.
- Traumatismos recientes o exposición a toxinas.
- Enfermedades previas diagnosticadas, especialmente infecciones virales o parasitarias.
2. Examen físico y oftalmológico
- Inspección externa: Evaluar la simetría de las pupilas, inflamación ocular y secreciones.
- Reflejo pupilar directo e indirecto: Comprobar la respuesta de las pupilas a la luz para identificar anomalías en la inervación simpática o parasimpática.
- Medición de la presión intraocular: Identificar glaucoma o uveítis.
- Examen con lámpara de hendidura: Detectar inflamaciones o lesiones en estructuras intraoculares.
3. Pruebas complementarias
- Ecografía ocular: Para evaluar alteraciones estructurales del ojo.
- Tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM): Esencial para descartar tumores, abscesos o lesiones intracraneales.
- Serología y análisis de sangre: Identificar infecciones sistémicas como toxoplasmosis o enfermedades virales.
- Prueba de fenilefrina: Indicada en casos sospechosos de síndrome de Horner.
Tratamiento de la anisocoria en gatos
El tratamiento de la anisocoria en gatos depende de la causa subyacente y puede incluir terapias médicas o quirúrgicas.
Opciones de tratamiento médico
Causa subyacente | Tratamiento recomendado | Dosis | Vía de administración | Duración |
Uveítis anterior | Prednisolona oftálmica | 1-2 gotas cada 6-8 horas | Tópica (ocular) | Según evolución |
Glaucoma | Latanoprost | 1 gota cada 24 horas | Tópica (ocular) | Uso continuo |
Síndrome de Horner | Fenilefrina (prueba diagnóstica) | 1 gota (con observación clínica) | Tópica (ocular) | Según la causa |
Toxoplasmosis | Clindamicina | 10-12 mg/kg cada 12 horas | Oral | 4-6 semanas |
Abscesos retrobulbares | Antibióticos (Amoxicilina-Clavulánico) | 12,5-25 mg/kg cada 12 horas | Oral o inyectable | 7-14 días |
Cuidados adicionales
- Lágrimas artificiales: Para prevenir irritación en casos de síndrome de Horner o exposición corneal prolongada.
- Control del dolor: Uso de analgésicos como meloxicam o tramadol en casos de dolor ocular severo.
- Cirugía: Indicada en casos de luxación del cristalino, tumores o lesiones oculares graves.
Razas predispuestas a la anisocoria en gatos
Aunque la anisocoria puede afectar a cualquier gato, ciertas razas como el Siamés, el Persa y el Himalayo presentan mayor predisposición a enfermedades oculares y neurológicas que pueden derivar en anisocoria.
Prevención de la anisocoria en gatos
Entre algunas medidas preventivas que se pueden utilizar para la prevención de la anisocoria felina podemos encontrar
- Mantener a los gatos en interiores o en entornos controlados para reducir el riesgo de traumatismos.
- Realizar revisiones oftalmológicas regulares, especialmente en razas predispuestas.
- Tratar rápidamente infecciones oculares o sistémicas.
- Evitar la exposición a tóxicos o medicamentos oftálmicos no prescritos.
Conclusión
La anisocoria en gatos es un signo clínico que puede estar relacionado con una amplia gama de afecciones, desde problemas oculares locales hasta enfermedades neurológicas o infecciosas graves.
Es nuestro deber informar y educar a las familias, que si observan diferencias en el tamaño de las pupilas de su gato, que acudan inmediatamente al veterinario para una evaluación completa.
Fuentes consultadas
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- American College of Veterinary Ophthalmologists (ACVO). (2023). Guidelines for Diagnosis and Treatment of Pupillary Disorders in Cats.
- Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2020). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
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