La diarrea es uno de los motivos más frecuentes de consulta en la clínica de pequeños animales. Sin embargo, hablar de “diarrea” sin precisar su origen resulta poco útil a nivel clínico.
Distinguir si procede del intestino delgado o del intestino grueso (colon) es el primer paso para orientar el diagnóstico, seleccionar pruebas complementarias y establecer un tratamiento adecuado.
La diferenciación se basa fundamentalmente en la observación de las características de las heces, la frecuencia defecatoria y los signos asociados, tanto generales como digestivos. Aunque pueda parecer un detalle menor, este análisis permite reducir diagnósticos diferenciales y evitar pruebas innecesarias.
Importancia clínica de la diferenciación
En medicina interna, la localización del problema intestinal condiciona la lista de diagnósticos diferenciales y el enfoque terapéutico. Por ejemplo:
- Una diarrea de intestino delgado prolongada puede orientar hacia malabsorción, insuficiencia pancreática exocrina o enteropatías inflamatorias.
- Una diarrea de intestino grueso es más sugestiva de colitis, pólipos, neoplasias o parásitos como Trichuris vulpis.
Además, esta diferenciación mejora la comunicación con el tutor, que muchas veces solo describe “diarrea”, sin precisar volumen, frecuencia o aspecto. Explicarles qué observaciones deben registrar en casa facilita el seguimiento clínico.
Características de la diarrea del intestino delgado
El intestino delgado se encarga principalmente de la digestión y absorción de nutrientes. Cuando se ve afectado, los signos reflejan alteraciones en la digestión y el aprovechamiento de los alimentos.
Características clínicas:
- Volumen elevado de heces: deposiciones grandes, a menudo menos frecuentes de lo esperado.
- Frecuencia normal o levemente aumentada: rara vez hay urgencia defecatoria marcada.
- Consistencia: heces pastosas o líquidas, mal digeridas, con aspecto grasiento en casos de malabsorción.
- Color: pueden aparecer heces muy pálidas (maldigestión de grasas) o muy oscuras si hay melena.
- Presencia de melena: heces negras, alquitranadas, indicativas de sangrado digestivo alto.
- Signos generales frecuentes: pérdida de peso, polifagia, vómitos asociados, hipoproteinemia.
- Flatulencia y borborigmos por fermentación de nutrientes no absorbidos.
Ejemplo clínico: un perro joven con diarrea abundante, pérdida de peso y apetito voraz puede orientar hacia insuficiencia pancreática exocrina.
Características de la diarrea del intestino grueso
El colon tiene funciones distintas: absorción de agua y electrolitos, así como almacenamiento temporal de heces. Por tanto, cuando se altera, los signos se reflejan en la frecuencia y calidad final de las deposiciones más que en el volumen.
Características clínicas:
- Volumen reducido de heces por deposición.
- Frecuencia muy aumentada: defecaciones repetidas en cortos intervalos.
- Moco en las heces, consecuencia de la inflamación de la mucosa colónica.
- Hematoquecia: sangre fresca, roja, visible en la superficie de las heces.
- Tenesmo y urgencia defecatoria, a menudo descritos por el tutor como “esfuerzos repetidos con poca cantidad de heces”.
- Menor repercusión sistémica: la pérdida de peso es poco frecuente salvo en procesos graves o crónicos.
Ejemplo clínico: un perro adulto con heces escasas, muy frecuentes, con moco y sangre fresca, probablemente presenta colitis.
Presentaciones mixtas
En algunos pacientes, los signos no se ajustan claramente a un origen único. Se habla entonces de diarrea mixta, que puede darse en:
- Enteropatías inflamatorias crónicas que afectan a todo el intestino.
- Infecciones parasitarias extensas (ej. giardiasis).
- Neoplasias que comprometen varias secciones intestinales.
En estos casos, la clínica debe interpretarse con cautela y confirmarse con pruebas complementarias.
Historia clínica y rol del tutor
El tutor es la principal fuente de información sobre el aspecto y evolución de las heces. Es fundamental formular preguntas específicas:
- ¿Con qué frecuencia defeca el animal?
- ¿Cómo describiría el volumen y la consistencia?
- ¿Ha visto sangre? ¿Era roja o negra?
- ¿Observa moco?
- ¿El perro o gato ha perdido peso en las últimas semanas?
- ¿Hay urgencia defecatoria o esfuerzo marcado?
Formar al tutor en la observación de las deposiciones facilita el diagnóstico diferencial y permite detectar recaídas en enfermedades crónicas.
Pruebas complementarias recomendadas
La diferenciación clínica es la base, pero las pruebas confirman la localización y etiología.
- Si sospecha de intestino delgado:
- Perfil digestivo: cobalamina y folato séricos.
- Ecografía abdominal centrada en asas intestinales.
- Biopsia intestinal endoscópica o quirúrgica.
- Pruebas específicas: TLI (insuficiencia pancreática exocrina).
- Perfil digestivo: cobalamina y folato séricos.
- Si sospecha de intestino grueso:
- Coprológicos seriados y cultivo fecal.
- Colonoscopia con toma de biopsias.
- Ecografía abdominal enfocada en colon y recto.
- Coprológicos seriados y cultivo fecal.
En la práctica, la combinación de pruebas permite confirmar o descartar procesos primarios intestinales frente a enfermedades sistémicas.
Tabla comparativa: diarrea de intestino delgado vs grueso
Característica | Intestino delgado | Intestino grueso |
Volumen de heces | Aumentado | Disminuido |
Frecuencia defecatoria | Normal o levemente aumentada | Muy aumentada |
Presencia de sangre | Melena | Hematoquecia |
Moco | Raro | Muy frecuente |
Pérdida de peso | Habitual | Poco frecuente |
Esfuerzo defecatorio | Ausente | Presente (tenesmo, urgencia defecatoria) |
Otros signos | Vómitos, flatulencia, hipoproteinemia | Dolor abdominal leve, esfuerzo repetido |
Ejemplo práctico de diferenciación
- Caso 1: perro de 3 años, con diarrea abundante, maloliente, pérdida de peso y polifagia → diarrea de intestino delgado (descartar EPI o enteropatía crónica).
- Caso 2: gato adulto, deposiciones pequeñas y frecuentes, con moco y hematoquecia → diarrea de intestino grueso (sospecha de colitis idiopática o infecciosa).
Conclusión
La diarrea en perros y gatos no debe evaluarse de forma genérica. Diferenciar si procede del intestino delgado o del grueso permite orientar el diagnóstico diferencial, optimizar las pruebas y seleccionar la terapia adecuada.
La clave está en una anamnesis detallada, la observación cuidadosa de las características de las heces y la colaboración estrecha con el tutor. De esta forma, el clínico puede avanzar con mayor seguridad en el manejo de un signo tan frecuente como complejo.
Referencias científicas
- Hall, E. J., & German, A. J. (2005). Diseases of the small and large intestine. En: Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier.
- Willard, M. D., & Jergens, A. E. (2012). Diseases of the large and small intestine. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 42(2), 419–446.
- Washabau, R. J., & Day, M. J. (2013). Canine and Feline Gastroenterology. Saunders Elsevier.