Los eccemas caninos, término que comúnmente se emplea para describir la piodermatitis húmeda aguda, son lesiones cutáneas inflamatorias de rápida evolución que afectan a perros de todas las edades, aunque con mayor frecuencia en razas de pelo denso y en climas cálidos y húmedos.
Se caracterizan por aparición repentina de zonas de piel enrojecida, exudativa, muy pruriginosa y a menudo dolorosa, que progresan en pocas horas.
En la práctica clínica, su manejo requiere un diagnóstico preciso, alivio sintomático inmediato y control de la causa subyacente para evitar recurrencias.
Fisiopatología y desencadenantes
El eccema en perros no es una enfermedad primaria, sino una reacción inflamatoria aguda secundaria a un traumatismo autoinfligido, generalmente causado por:
- Prurito localizado (alergia, picadura, dermatitis por contacto)
- Dolor localizado (otitis, artritis, postoperatorios)
- Presencia de cuerpos extraños o humedad constante
El animal, al lamerse o rascarse de forma repetida, causa disrupción de la barrera cutánea, que facilita la infección secundaria por bacterias oportunistas como Staphylococcus pseudintermedius. El resultado es una lesión húmeda, dolorosa, con olor y bordes enrojecidos.
Factores predisponentes
- Razas de pelo denso: Labrador Retriever, Golden Retriever, Pastor Alemán, San Bernardo
- Verano, humedad ambiental, baños frecuentes sin secado adecuado
- Animales con hipersensibilidad cutánea (atopias, alergia alimentaria, dermatitis por picadura de pulga)
- Machos adultos no castrados (por comportamiento territorial o contacto con otras hembras)
Signos clínicos
La presentación clásica de un eccema canino incluye:
- Lesión circular o irregular, eritematosa, exudativa, brillante
- Zona alopécica con pelo húmedo adherido
- Mal olor local por sobreinfección
- Dolor a la palpación y comportamiento defensivo
- Prurito intenso o lamido compulsivo
Las zonas más afectadas son: cuello, mejillas, base de la cola, muslos y tórax lateral. En algunos casos puede haber lesiones múltiples si hay más de un desencadenante.
Diagnóstico diferencial
Condición | Características diferenciales |
Pioderma superficial | Lesiones secas, costrosas, evolución más lenta |
Mordeduras o heridas | Historial traumático, bordes irregulares |
Dermatitis alérgica aguda | Prurito generalizado, no tan húmedo |
Dermatitis húmeda por contacto | Distribución según zona de exposición |
Dermatitis acral por lamido | Lesión crónica, firme, en extremidades |
El diagnóstico es clínico, basado en anamnesis, aspecto de la lesión y su evolución rápida. En casos recurrentes o de mala respuesta, se recomienda realizar citología, cultivo bacteriano o incluso biopsia.
Tratamiento clínico
El objetivo terapéutico es interrumpir el ciclo prurito-lamido-lesión y tratar la infección secundaria. El tratamiento debe iniciarse de forma inmediata.
Manejo local
- Rasurado amplio alrededor de la lesión (2–3 cm más allá del borde)
- Limpieza con antisépticos suaves (clorhexidina al 0,05–0,2%) 2 veces al día
- Aplicación de secantes tópicos (acetato de aluminio) si la exudación es abundante
- Cremas antibacterianas y corticoides tópicos (mupirocina + hidrocortisona)
Tratamiento sistémico
Tipo de fármaco | Dosis recomendada en perros | Observaciones clínicas |
Corticoides (prednisona) | 0.5–1 mg/kg/día VO durante 3–5 días | Control rápido del prurito |
Antibióticos sistémicos (si hay pioderma profunda o extensa) | Cefalexina 20–30 mg/kg cada 12 h VO | Mínimo 7–10 días, revisar evolución |
Antiparasitarios externos | Según producto y peso | Indispensable si hay DAPP subyacente |
Ansiolíticos o collar isabelino | — | Para evitar autotraumatismo |
Duración del tratamiento
El tiempo de tratamiento varía según la profundidad de la lesión. En casos leves puede bastar con 5–7 días. En lesiones extensas o recidivantes puede ser necesario prolongar hasta 14 días y ajustar según evolución clínica.
Prevención de recurrencias
Es fundamental identificar la causa subyacente del eccema:
- Control de ectoparásitos (pulgas, garrapatas)
- Diagnóstico de alergias cutáneas o dermatitis atópica
- Secado correcto tras el baño o exposición al agua
- Higiene de zonas de pliegues cutáneos o zonas húmedas
- Cuidado en épocas de calor: ventilación, evitar humedad en piel
- Esterilización en animales con comportamiento sexual compulsivo
Pronóstico
El pronóstico es excelente si se actúa en fases iniciales. La mayoría de los casos responden rápidamente al tratamiento, con resolución completa en 5–10 días.
Sin embargo, si no se identifica y elimina la causa primaria, el eccema puede recidivar o cronificarse, lo que complica el manejo clínico.
Conclusión
Los eccemas en perros, o piodermatitis húmeda aguda, son lesiones cutáneas autoinfligidas de rápida evolución y curso doloroso. Su abordaje debe ser rápido y sistemático, combinando tratamiento tópico, antiinflamatorios, antibióticos si es necesario y prevención del lamido.
El papel del veterinario no solo consiste en tratar la lesión, sino en identificar la causa subyacente y educar al tutor sobre prevención y manejo a largo plazo.
Referencias
- Hill, P. B., et al. (2017). Canine pyoderma: Diagnosis and treatment. Veterinary Dermatology, 28(4), 245–e57
- Scott, D. W., Miller, W. H., & Griffin, C. E. (2018). Muller and Kirk’s Small Animal Dermatology (7ª ed.). Elsevier
- Rosser, E. J. (2016). Acute moist dermatitis (“hot spot”) in dogs. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 46(1), 19–27
Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (10ª ed.). Wiley-Blackwell