La encefalitis felina representa uno de los retos diagnósticos más complejos en neurología veterinaria. Esta inflamación cerebral puede deberse a infecciones, trastornos inmunomediados o incluso enfermedades sistémicas que afectan al sistema nervioso central (SNC).
Qué es la encefalitis en gatos
La encefalitis se define como la inflamación del encéfalo, pudiendo afectar también meninges (meningoencefalitis) o médula espinal (encefalomielitis).
Esta inflamación altera la función neuronal, genera edema cerebral y puede derivar en convulsiones, ataxia, alteración del estado mental e incluso muerte si no se trata de forma adecuada.
En gatos, las encefalitis pueden ser:
- Infecciosas: provocadas por virus, parásitos, bacterias u hongos.
- Inmunomediadas: secundarias a una respuesta inmune desregulada del propio organismo.
- Indeterminadas: cuando no se logra identificar una causa específica tras pruebas exhaustivas.
El enfoque diagnóstico debe centrarse en localizar la lesión, identificar la causa y aplicar un tratamiento dirigido cuanto antes.
Cómo diagnosticar la encefalitis en gatos
El proceso diagnóstico debe partir de una evaluación neurológica completa y un conjunto de pruebas complementarias orientadas.
Evaluación clínica
- Alteraciones de comportamiento: apatía, agresividad, hipersensibilidad.
- Déficits neurológicos focales: hemiparesia, ataxia, nistagmo, anisocoria.
- Convulsiones: especialmente si son nuevas en un gato adulto.
- Fiebre, dolor cervical, incoordinación.
Pruebas recomendadas
- Hemograma y bioquímica completa: para descartar causas sistémicas.
- Serología de Toxoplasma gondii y Cryptococcus spp.
- Detección de coronavirus felino (FCoV) si se sospecha PIF neurológica.
- Punción de líquido cefalorraquídeo (LCR):
- Presión, celularidad, proteínas.
- PCR para agentes infecciosos.
- Presión, celularidad, proteínas.
- Resonancia magnética (RMN): identifica lesiones focales, edema, hidrocefalia o inflamación meníngea.
- Test de FeLV y FIV: descartar inmunosupresión viral subyacente.
El análisis del LCR es clave, aunque debe evitarse en pacientes con sospecha de hipertensión intracraneal si no se dispone de RMN previa.
Predisposición en gatos y factores de riesgo
Aunque puede afectar a cualquier gato, existen factores que aumentan el riesgo o modifican la presentación clínica:
- Gatos jóvenes: mayor incidencia de encefalitis por PIF.
- Gatos inmunosuprimidos: infecciones oportunistas como criptococosis o toxoplasmosis.
- Gatos de colonias o con historial de calle: mayor exposición a agentes infecciosos.
- Razas como Abisinio o Siamés: predisposición genética a enfermedades inmunomediadas.
Manejo clínico y tratamiento según etiología
El tratamiento depende del agente causal y del estado neurológico del paciente. Se basa en terapia de soporte, tratamiento específico (si se identifica causa) y manejo de la inflamación cerebral.
Encefalitis por PIF (FIP neurológica)
- Interferón omega felino + corticoides.
- GS-441524 (uso compasivo, bajo supervisión ética).
Toxoplasmosis neurológica
- Clindamicina 10–12 mg/kg cada 12 h, VO o IM, durante 4 semanas.
- Monitorización con serología y respuesta clínica.
Criptococosis con afectación neurológica
- Fluconazol 10 mg/kg cada 24 h, VO.
- Puede requerir tratamiento de 6 a 12 meses.
Encefalitis inmunomediada
- Prednisona: 2–4 mg/kg/día VO, reduciendo gradualmente.
- En casos graves: añadir ciclofosfamida o clorambucilo como inmunosupresores.
Tratamiento sintomático general
- Anticonvulsivos: fenobarbital o levetiracetam en casos convulsivos.
- Manejo de la presión intracraneal: manitol IV a 0,5–1 g/kg si signos de herniación cerebral.
- Fluidos IV: mantener perfusión cerebral adecuada.
- Dieta hipoproteica: si hay afectación hepática concomitante.
Monitorización
- Escala neurológica seriada.
- Reevaluación con RMN o análisis de LCR tras 4–6 semanas.
- Control de parámetros hepáticos si se usan tratamientos prolongados.
Tabla resumen: causas y tratamiento de encefalitis felina
Causa principal | Diagnóstico sugerido | Tratamiento base | Dosis orientativa |
PIF neurológica | PCR FCoV en LCR + RMN compatible | Interferón + GS-441524 (uso especial) | Según protocolo compasivo |
Toxoplasmosis | Serología IgG/IgM + PCR en LCR | Clindamicina | 10–12 mg/kg cada 12 h (VO o IM) |
Criptococosis | Antígeno en LCR + cultivo | Fluconazol | 10 mg/kg cada 24 h VO |
Encefalitis inmunomediada | Exclusión + LCR con pleocitosis | Prednisona ± inmunosupresores | 2–4 mg/kg/día VO (ajustar según respuesta) |
Conclusión
La encefalitis en gatos exige una combinación de atención neurológica minuciosa, pruebas diagnósticas precisas y tratamiento agresivo pero dirigido. Cuanto antes se actúe, mejores serán las opciones de recuperación.
Aunque en muchos casos la etiología permanece sin confirmar, el manejo sintomático y empírico basado en experiencia clínica sigue siendo eficaz. Integrar un protocolo clínico estructurado en estos casos puede evitar retrasos críticos en el tratamiento y mejorar el pronóstico neurológico a largo plazo.
Referencias
- Timmann, D., & Tipold, A. (2019). Encephalitis in cats: causes and clinical management. Journal of Feline Medicine and Surgery, 21(8), 705–715.
- Sharif, S., et al. (2020). Diagnosis and treatment of neurological FIP: Current perspectives. Veterinary Journal, 258, 105435.
- Beatty, J. A., & Barrs, V. R. (2019). Feline cryptococcosis and toxoplasmosis. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 49(1), 37–55.
- Dewey, C. W., & da Costa, R. C. (2021). Practical Guide to Canine and Feline Neurology (3rd ed.). Wiley-Blackwell.
- Platt, S. R., & Garosi, L. (2020). Small Animal Neurological Emergencies. CRC Press.