La hernia diafragmática en gatos es una afección en la que se produce el desplazamiento de vísceras abdominales hacia el tórax a través de un defecto en el diafragma.
Puede ser congénita, aunque lo más habitual en la práctica clínica es la forma adquirida secundaria a traumatismos, como atropellos, caídas desde altura o contusiones toracoabdominales.
Su diagnóstico y tratamiento requieren un enfoque clínico urgente, ya que el compromiso respiratorio y circulatorio puede poner en peligro la vida del animal. La cirugía es el tratamiento de elección, pero el momento y la estabilización previa del paciente son decisivos para el éxito.
Fisiopatología
El diafragma es un músculo respiratorio que separa la cavidad torácica de la abdominal. Cuando se produce un desgarro parcial o completo, el gradiente de presión negativa intratorácica favorece el paso de órganos abdominales (hígado, estómago, intestino, bazo) al tórax.
Este desplazamiento causa:
- Compresión pulmonar → disminución de la capacidad respiratoria
- Alteración del retorno venoso → disfunción cardiovascular
- Irritación pleural → dolor y disnea
La hernia puede ser inmediata o desarrollarse horas o días después del trauma, lo que complica su diagnóstico si no se mantiene un alto índice de sospecha.
Etiología
Adquirida (traumática)
- Accidentes de tráfico
- Síndrome del gato paracaidista (caídas desde altura)
- Golpes torácicos o abdominales
Congénita (rara)
- Hernia peritoneopericárdica (defecto de desarrollo embriológico)
- Puede coexistir con otras malformaciones (cardiovasculares o esternales)
Signos clínicos
La presentación es altamente variable según el órgano herniado, el tamaño del defecto y la duración de la hernia.
Signos respiratorios
- Disnea o taquipnea
- Patrón respiratorio abdominalizado
- Cianosis en casos graves
- Tórax silente a la auscultación (ausencia de murmullo vesicular unilateral)
Signos digestivos
- Vómitos o arcadas
- Anorexia
- Estreñimiento si hay atrapamiento intestinal
Signos generales
- Letargia
- Mucosas pálidas
- Abdomen retraído y doloroso
- Shock en casos agudos
Es importante destacar que algunos gatos pueden permanecer clínicamente estables durante días, semanas o incluso meses si la hernia es parcial o crónica.
Diagnóstico clínico y de imagen
Evaluación física
- Exploración torácica: asimetría, murmullo vesicular reducido
- Abdomen vacío al tacto, doloroso o con órganos no palpables
- Evaluación hemodinámica y nivel de oxigenación
Radiografía torácica
Hallazgos más frecuentes | Comentario clínico |
Opacidad en hemitórax | Con silueta abdominal atípica |
Desplazamiento del corazón | Puede simular efusión pleural |
Presencia de gas intestinal en tórax | Patognomónico si se identifica |
Ecografía toracoabdominal
- Muy útil para identificar vísceras herniadas (hígado, bazo, asas intestinales)
- Técnica especialmente práctica en gatos disneicos donde no se pueden manipular con seguridad para radiografías
TC torácico (en casos crónicos o dudosos)
- Permite delimitar el tamaño del defecto y la ubicación exacta de las vísceras afectadas
Tratamiento: cirugía correctiva
El tratamiento definitivo es quirúrgico, mediante reducción del contenido herniado y reparación del defecto diafragmático.
Estabilización previa
Antes de operar, el paciente debe estar hemodinámicamente estable. Esto puede requerir:
- Oxigenoterapia (cámara o mascarilla)
- Fluidoterapia IV con control de electrólitos
- Analgesia (metadona o buprenorfina)
- Antibióticos si hay sospecha de translocación bacteriana
- Monitorización cardíaca y gasometría arterial
La estabilización suele durar entre 12–24 horas, salvo en casos de compromiso vital inmediato (torsión gástrica intratorácica, obstrucción intestinal).
Cirugía
- Abordaje por laparotomía media ventral
- Reducción cuidadosa del contenido abdominal
- Reparación del diafragma con puntos simples o sutura continua absorbible
- Toracocentesis al cierre para eliminar aire libre
- En casos con hernias crónicas o adherencias: toracotomía lateral puede estar indicada
Posoperatorio
- Hospitalización 24–48 h
- Oxigenoterapia continua si hay hipoxia residual
- Control del dolor: opioides IV + AINEs (meloxicam 0.05 mg/kg/día VO) si no hay contraindicación renal o hepática
- Antibiótico de amplio espectro durante 3–5 días (amoxicilina-clavulánico 20 mg/kg cada 12 h VO)
Pronóstico
El pronóstico es bueno en pacientes estabilizados correctamente antes de la cirugía. La mortalidad puede superar el 50% si se interviene sin estabilización previa o si hay lesiones concomitantes graves (rotura hepática, contusión pulmonar masiva).
Situación clínica | Pronóstico |
Hernia aguda, operada tras estabilización | Excelente (>90% supervivencia) |
Hernia crónica sin adherencias | Bueno a excelente |
Hernia con atrapamiento intestinal o gástrico | Reservado a grave |
Hernia congénita (peritoneopericárdica) | Bueno tras cirugía |
Prevención y recomendaciones al tutor
Aunque no siempre se puede prevenir, en gatos de vida libre o con acceso a alturas, es fundamental:
- Controlar salidas a balcones o terrazas
- Uso de redes de seguridad en ventanas
- Esterilización temprana para reducir conductas de fuga en celo
A los tutores se les debe explicar que la recuperación completa puede llevar varias semanas, pero que la mayoría de los gatos vuelven a hacer vida normal tras la cirugía si no hay complicaciones.
Conclusión
La hernia diafragmática en gatos es una urgencia quirúrgica frecuente tras traumatismos toracoabdominales. Su diagnóstico se basa en la combinación de historia clínica, radiografía y ecografía torácica, y el tratamiento exige una cirugía meticulosa y un periodo previo de estabilización.
El pronóstico tras la corrección quirúrgica es excelente si se actúa de forma precoz y se gestiona correctamente el entorno perioperatorio.
Referencias
- Tobias, K. M., & Johnston, S. A. (2017). Veterinary Surgery: Small Animal (2ª ed.). Elsevier
- Radlinsky, M. G. (2020). Diaphragmatic Hernia. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 50(1), 103–118
- Fossum, T. W. (2019). Small Animal Surgery (5ª ed.). Elsevier
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (10ª ed.). Wiley-Blackwell