Reconocer un estado de shock en un perro o un gato a tiempo puede marcar la diferencia entre salvar o perder un paciente.
Aunque la fisiopatología varía según el tipo, todos los shocks tienen algo en común: la hipoperfusión tisular crítica que compromete la oxigenación celular. Y esto requiere actuar rápido, sin esperar confirmaciones diagnósticas completas.
Vamos a ver cómo identificar los signos clave, clasificar el tipo de shock y aplicar las medidas terapéuticas más efectivas desde los primeros minutos.
Tipos de shock más frecuentes en clínica
No todos los shocks son iguales, y su tratamiento tampoco lo es. Estos son los principales tipos que vemos en consulta:
- Shock hipovolémico: por pérdida de volumen (hemorragia, deshidratación grave).
- Shock distributivo: vasodilatación periférica (séptico, anafiláctico, neurogénico).
- Shock cardiogénico: fallo de bomba (miocardiopatías, arritmias).
- Shock obstructivo: flujo sanguíneo impedido (torsión gástrica, tromboembolismo, derrame pericárdico).
Cómo identificar un estado de shock en clínica
Cómo ya hemos comentado, dependiendo del tipo de shock la fisiopatología cambia, hay algunos signos comunes que podemos observar
Signos clínicos comunes
Aunque la presentación varía entre perros y gatos, hay patrones que debemos tener claros:
Signo | Perros | Gatos |
Mucosas | Pálidas o congestivas | Pálidas o amarillentas |
Tiempo de relleno capilar | > 2 segundos | A menudo normal incluso en shock |
Pulso femoral | Débil o ausente | Muy difícil de palpar |
Frecuencia cardíaca | Alta (>140 lpm) o baja (terminal) | Puede estar baja desde fases iniciales |
Extremidades | Frías, hipotérmicas | Frías, hipotermia marcada (<37 ºC) |
Nivel de consciencia | Letargo, estupor | Estupor o coma |
Atención con los gatos: suelen presentar un “shock silencioso”, con menos signos evidentes que los perros. Un gato hipotérmico, con pulso débil y respuesta pobre al estímulo, debe considerarse en shock hasta que se demuestre lo contrario.
Qué hacer en los primeros minutos
Vamos con las medidas que pueden marcar la diferencia:
1. Colocar vía intravenosa de gran calibre
- Al menos una vía periférica de 20–22G en perros medianos.
- Si no es posible en gatos hipotérmicos, considerar intraósea (fémur proximal, tibia proximal).
2. Iniciar fluidoterapia inmediata
- Shock hipovolémico/distributivo: cristaloides isotónicos (Ringer lactato o NaCl 0,9%) a bolos rápidos.
Especie | Bolo inicial recomendado | Evaluar respuesta tras… |
Perro | 20 ml/kg IV en 15–20 min | 1–2 bolos |
Gato | 10 ml/kg IV en 15–20 min | Más gradual, evaluar a los 5–10 min |
- Si no hay respuesta tras 2 bolos → considerar coloides o transfusión si hay hemorragia.
3. Oxigenoterapia
- Usar mascarilla o jaula de oxígeno si el animal está consciente.
- Flujo nasal o intubación si hay compromiso respiratorio.
4. Monitorización estrecha
- ECG continuo si hay arritmias o sospecha de shock cardiogénico.
- Presión arterial indirecta cada 10–15 min.
- Lactato sérico si está disponible: un descenso tras fluidos sugiere buena respuesta.
5. Medicación de soporte (según causa)
Tipo de shock | Tratamiento específico adicional |
Séptico | Antibioterapia empírica IV inmediata (cefazolina + metronidazol) |
Anafiláctico | Adrenalina 0,01 mg/kg IM + dexametasona |
Cardiogénico | Furosemida 1–2 mg/kg IV + pimobendan si hipotensión |
Obstructivo | Estabilizar y cirugía urgente (torsión gástrica, taponamiento) |
Tabla resumen de actuación por tipo de shock
Tipo de shock | Signos clave | Tratamiento base |
Hipovolémico | Mucosas pálidas, pulso débil | Bolos de cristaloides + transfusión si es necesario |
Distributivo | Extremidades calientes, TRC <1 seg | Fluidos + vasopresores si refractario |
Cardiogénico | Crepitantes, distensión yugular | Furosemida, oxígeno, evitar sobrecarga de fluidos |
Obstructivo | Abdomen distendido, pulso paradójico | Estabilizar, cirugía urgente |
Qué evitar en un paciente en shock
Si tenemos un paciente en shock, tenemos que tener en cuenta los siguientes puntos:
- No iniciar anestesia sin estabilización previa, salvo urgencia vital.
- No usar fluidoterapia agresiva en shock cardiogénico.
- Evitar los opioides potentes IV a dosis altas sin soporte hemodinámico.
- No retrasar el tratamiento por esperar analíticas.
Conclusión
Identificar el shock en perros y gatos es una de las habilidades clínicas más críticas en urgencias. El tiempo es un factor determinante: cada minuto sin perfusión cuenta. Tener claros los tipos, signos específicos y un protocolo de actuación rápido y adaptado a cada caso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte del paciente.
Referencias
- Silverstein, D. C., & Hopper, K. (2022). Small Animal Critical Care Medicine (3.ª ed.). Elsevier.
- DiBartola, S. P. (2020). Fluid, Electrolyte, and Acid-Base Disorders in Small Animal Practice (5.ª ed.). Elsevier.
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (9.ª ed.). Wiley-Blackwell.
- Otto, C. M., & Drobatz, K. J. (2021). Recognition and management of shock in dogs and cats. Journal of Veterinary Emergency and Critical Care, 31(1), 1–15.