El urianálisis, ¡ese gran desconocido! Realmente, los análisis de las muestras de orina de perros y gatos nos dan mucha información acerca del estado de salud del paciente. Pero, y pese a ser pruebas con un bajo coste, no siempre se utilizan en su totalidad de forma rutinaria. ¡Y esto debería cambiar!
Un urianálisis completo debe incluir un estudio tanto de sus componentes macroscópicos, como microscópicos. Y claro, para esto debemos saber cuándo es recomendable hacerlo, como recoger las muestras de orina de forma correcta, cómo interpretarlo, ¡y muchas cosas más!
Las ATVs tenemos que saber muy bien cómo recolectar y extraer la orina, y los veterinarios, como interpretar estos resultados. ¡Un buen trabajo en equipo que ayuda a nuestros pacientes!
Así que para conocer más acerca de la interpretación del urianálisis, ¡sigue leyendo!
¿Cuándo lo hacemos? ¿Qué información nos da?
El urianálisis debería estar considerado una prueba de rutina en bastantes casos. En muchas ocasiones, está bastante claro que es importante realizar un examen de orina a nuestros pacientes. Entre estos casos nos encontramos los siguientes:
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- Observación de signos clínicos relacionados con cambios en el comportamiento relacionado con la micción: como poliuria- polidipsia (PU/PD), periuria, disuria, etc
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- Cambios físicos en la orina: más oscura, pálida, hematuria, etc.
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- Sospechas y/o antecedentes de afectación renal o vías urinarias bajas.
Pero existen muchas otras circunstancias en las que el urianálisis puede ser una prueba diagnóstica adicional. Entre ellas nos encontramos:
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- Pacientes con enfermedades sistémicas no renales, como por ejemplo en enfermedades hepáticas o shunt portosistémico, entre otras
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- Sospechas de enfermedades infecciosas
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- Pacientes con fiebre
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- En evaluaciones iniciales de pacientes deshidratados
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- Como rutina, junto con el hemograma y la bioquímica, en animales con signos clínicos no específicos, como anorexia, pérdida de peso, etc
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- En un examen preanestésico
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- Como rutina en pacientes geriátricos
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- En animales sanos, para tener un perfil de sus valores normales
En cualquiera de estos casos el urianálisis ayuda a obtener un diagnóstico. Pero para que esta prueba nos de unos resultados válidos, hay que conocer los métodos idóneos de recolección de muestra, así como su manipulación y preparación.
Recogida de muestra para el urianálisis
Para que un urianálisis nos de información relevante que ayude a obtener un diagnóstico, tenemos que conocer muy bien cómo recoger las muestras. Cada técnica que existe afecta de forma directa al resultado. Por eso es imprescindible conocerlas y saber cuál es el motivo por el cuál estamos recogiendo dicha orina y de qué modo.
La recogida y/o la indicación de pautas que los tutores deben seguir para recoger la orina la realizan mayormente las ATVs.
Recogida de orina de forma directa
Esta forma de recogida es la menos invasiva, y por lo tanto, suele ser la primera opción, ya que los tutores pueden recoger la orina en su casa. Esta técnica se utiliza principalmente para evaluaciones iniciales o cuando hay sospechas de problemas urinarios.
También se utiliza en casos de hematuria, ya que con otros métodos más invasivos podemos contaminar la orina con sangre de forma iatrogénica.
¡Pero ojo! Debemos tener en cuenta que estas muestras pueden estar contaminadas por bacterias. Esto es porque la orina, al salir al exterior, atraviesa zonas como la uretra, el prepucio, la vagina o el pelo.
La recolección de orina en perros (tanto hembras como machos), consiste en poner el bote de muestra debajo del chorro de orina cuando el animal empieza a miccionar.
En el caso de los gatos es un poco más complicado. Si es posible, también se puede utilizar la misma técnica que en perros. Otra opciones son dejar el arenero sin piedras poniendo una bolsa y dejar que el gato orine y recogerla, o usar las arenas especiales para la recogida.
Recogida de muestras por cateterización
Esta técnica consiste en introducir un catéter (sonda) por la uretra para recoger la orina. Para realizarla, es importante conocer bien la técnica y hacerlo de forma completamente estéril para evitar traumas.
Cuando se obtiene la muestra por este método, debemos descartar los primeros mililitros de orina, porque probablemente estén contaminados.
En el caso de las perras hembras, la cateterización se realiza con un espéculo estéril y con luz, que se introduce por la vagina con 45º de inclinación. De esta forma se visualiza la uretra y se introduce el catéter.
En las gatas hembras, el procedimiento es el mismo. Pero tenemos que tener en cuenta que no suele ser posible realizarla sin una sedación previa.
La técnica de la cateterización en los perros machos consiste en extraer el pene del prepucio, lavarlo muy bien con soluciones estériles e introducir el catéter. Para los gatos machos la técnica es la misma, pero como sucedía con las hembras, no suele ser tolerada sin sedación previa.
Recolección de muestra por cistocentesis
La cistocentesis consiste en la introducción de una aguja (normalmente de 22G y de forma oblicua) en la vejiga a través de la pared abdominal para aspirar la orina. Preferiblemente, esta técnica se realiza ecoguiada. Además, tenemos que saber que esta técnica no se puede realizar si observamos que la vejiga está vacía.
Tenemos que saber que la muestra recogida presenta mayor concentración de hematíes (debido a la punción que hemos realizado).
Obtención de orina por presión manual
Este tipo de técnica solamente está indicada cuando no es posible obtener una muestra de orina por los métodos que ya hemos comentado. La muestra obtenida de este modo está contaminada por hematíes y proteínas. Además, si apretamos fuerte la vejiga, podemos llegar a romperla, por lo que sería nuestra última opción.
Manipulación de las muestras de orina
Para que la interpretación del urianálisis sea fiable, es importante la forma de manipular la muestra una vez obtenida. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el recipiente que usemos esté limpio y libre de cualquier producto de limpieza.
También es importante realizar el urianálisis en menos de 30 minutos después de la recogida. Si dejamos más tiempo, puede haber falsos resultados como contaminación bacteriana, PH alterado, degeneración celular y pérdida de detalle o precipitación.
Si no se puede realizar el urianálisis en los 30 minutos posteriores, debemos refrigerar la muestra. Esto también origina precipitación, aunque podemos agregar preservante para conservar mejor la orina. Aun así, estos preservantes también pueden afectar a los resultados del urianálisis.
Para hacer un urianálisis completo cuando no tenemos el suficiente tiempo, lo recomendable es medir la densidad urinaria y usar tiras reactivas con orina fresca. A continuación, refrigeramos la muestra para hacer un sedimento más adelante.
Centrifugado de la muestra y sedimento
A la hora de centrifugar la orina, es importante que la muestra esté bien mezclada. La velocidad de centrifugado debe estar entre 1000 – 1500 rpm y hacerlo de entre 3 a 5 minutos. Para detener la centrifugadora, debemos hacerlo de forma lenta.
Una vez terminado el centrifugado, veremos el sedimento suspendido. Es recomendable que este sedimento se examine tanto teñido, como sin teñir. Para eso, lo primero que haremos será sacar una muestra del sedimento sin teñir.
Para la tinción, colocaremos 1 o 2 gotas de colorante en el tubo y lo agitamos. A continuación, sacaremos una gota con una pipeta y lo pondremos sobre un portaobjetos limpio. También se puede utilizar un cubreobjetos para evitar las burbujas en la muestra. Así tenemos la muestra lista para el microscopio.
Empezaremos observando la muestra con bajo aumento (x100). Para identificar mejor las anomalías observadas, a continuación haremos una observación a x400.
Interpretación “normal” del urianálisis
A la hora de interpretar lo que se observa en el urianálisis, es importante observar tanto sus propiedades físicas como las químicas. Con ello, los veterinarios, pueden definir un diagnóstico, junto con los signos clínicos que se han observado en el paciente y otras pruebas diagnósticas.
Con el análisis químico (las tiras reactivas) obtenemos información muy valiosa la cual se debe complementar (y contrastar) con el análisis físico y la lectura microscópica.
Propiedades físicas de la orina
Las propiedades físicas de la orina son el color, el olor y la transparencia. El análisis de estas 3 propiedades es subjetivo, por lo que es conveniente “tener el ojo hecho” para no malinterpretarlas. La cuarta propiedad física es la densidad específica, y esta sí, es objetiva.
En condiciones normales, el color de la orina es de un amarillo claro. En cuanto al olor, suele ser leve, aunque con algunas excepciones, por ejemplo, los gatos machos adultos no castrados. Estos presentan un característico olor intenso, sin que sea patológico.
Respecto a la transparencia, la orina recién recogida en un tubo estéril suele ser clara.
Y para terminar de hablar de las propiedades físicas, hablamos de la densidad específica. La densidad de la orina normal en perros varía de 1.015 a 1.045 y en gatos de 1.020 a 1.080.
Es importante tener en cuenta que estos datos son genéricos y que dependen de cada individuo y sus circunstancias, por ejemplo, si ha bebido agua antes de recoger la muestra o el tipo de alimentación de cada animal.
Propiedades químicas de la orina
Las propiedades químicas de la orina se miden, en un inicio, a través de las tiras reactivas. Ante cualquier anormalidad, es conveniente realizar mediciones más cuantitativas y específicas.
A través de las tiras reactivas se pueden medir numerosas propiedades, pero vamos a centrarnos en las que se realizan en los urianálisis de rutina: PH, proteínas, sangre, glucosa, cetonas, bilirrubina y cetonas.
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- PH de la orina
El PH urinario varía en función de la dieta y del balance ácido-base. El PH normal, tanto para perros como gatos, se sitúa entre 5,5 y 7,5.
Las orinas ácidas (PH < 7) pueden ser debido a una alimentación basada en carne, y por lo tanto, no patológica. De la misma forma, las orinas alcalinas (PH > 7) pueden deberse a una alimentación basada en vegetales, o a una muestra recogida después de comer (por la marea alcalina postprandial).
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- Proteínas
La presencia de una pequeña cantidad de proteínas en una orina concentrada está considerada normal (máximo 50 mg/dl). Hay que destacar que estos valores hay que interpretarlos junto con la densidad específica para que sea clínicamente relevante.
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- Sangre
Una orina normal no debería contener sangre.
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- Glucosa
En condiciones normales, la presencia de glucosa es tan baja que no se detecta en un urianálisis.
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- Cetonas
En un análisis de un animal sano, no se detectan cetonas en la orina.
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- Bilirrubina
Es normal encontrar valores bajos de bilirrubina en la orina concentrada de perros, sobre todo machos, sin que sea patológico. En el caso de los gatos, en condiciones normales no aparece la bilirrubina.
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Alteraciones que podemos encontrar en un urianálisis
Sabiendo lo que es “normal” a la hora de realizar un urianálisis, podemos detectar las alteraciones que hay en esa orina.
Alteraciones en las propiedades físicas de la orina
Empezamos hablando del color de la orina. Partiendo de la base de que la orina normal presenta un color amarillo claro, veamos una lista de las diferentes pigmentaciones que se pueden observar, así como las causas más frecuentes:
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- Rojo o marrón rojizo: signo de hematuria, hemoglobinuria y mioglobinuria
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- Marrón oscuro: presencia de metahemoglobina
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- Amarillo oscuro, verdoso: muestra concentrada, presencia de bilirrubina, presencia de pseudomona
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- Azul verdoso: uso de azul de metileno
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- Naranja: presencia de bilirrubina
Si hablamos del olor, la alteración más habitual es el olor a amoniaco. Por ejemplo, las infecciones en el tracto urinario desprenden este olor.
Sobre la transparencia, si observamos la orina turbia, puede ser debido a múltiples factores. Puede ser por presencia de glóbulos blancos, células epiteliales, bacterias, hongos o espermatozoides, entre otros.
En algunos casos de orina turbia, también es posible observar pequeños cálculos.
Dónde hay que prestar atención dentro de las propiedades físicas es en la densidad urinaria. Los valores bajos de densidad específica, (aún en rango) obtenidos en diferentes mediciones pueden indicar una insuficiencia renal, tanto en perros como en gatos. ¡Vamos a explicarte por qué existe esta relación para que lo entiendas mejor!
El riñón es el órgano encargado de fabricar la orina, con lo que él regula la composición de esta y si está más diluida en agua o menos. Un animal deshidratado deberá hacer una orina más concentrada ya que el riñón está intentando retener toda el agua posible en el organismo del animal, en cambio en un animal sobrehidratado será “normal” ver orinas más diluidas. En condiciones de salud, orinas con densidades bajas nos hacen pensar que el riñón no está siendo capaz de concentrar la orina.
Aun así, los valores por debajo del rango normal, y que presentan una osmolaridad menor que la del plasma, no tienen por qué ser indicativos siempre de patología renal sinó que también puede ser indicativo de patologías como diabetes insípida, hiperadrenocorticismo (síndrome de Cushing) y/o piometra. Si os fijáis todas provocan poliuria y polidipsia lo que nos cuadra con una densidad menor de la orina ya que el cuerpo está sobrehidratado. Algunas otras causas pueden ser hipercalcemia o hipokalemia.
Amplía información sobre la poliuria en gatos y perros para conocer más en profundidad.
Alteraciones en las propiedades químicas de la orina
En los puntos anteriores ya hemos visto cuáles son las propiedades químicas de un paciente sano. Así, sabremos identificar las alteraciones que veremos a continuación.
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- PH
Cuando tenemos un pH alterado, ya sea demasiado alcalino, o demasiado ácido, esto puede ocasionar precipitación de cristales. Los más comunes son los cristales de estruvita que se crean en pH alcalinos.
También tenemos que tener en cuenta que algunas infecciones del tracto urinario (proteus spp. y Staphylococcus aureus) causan orinas alcalinas.
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- Proteínas
La presencia de proteínas en la orina puede tener origen pre-renal, renal o post-renal. Dependiendo del origen, las causas más comunes pueden ser: ejercicio previo, enfermedad glomerular, o inflamación en las vías urinarias altas, de manera respectiva.
La medición mediante tiras no es muy fiable, ya que estas detectan principalmente la albúmina, y poco las globulinas. Por eso, si nos encontramos frente a esta alteración, es recomendable realizar pruebas más exactas, como el ratio UPC y medir las proteínas totales (PT) en sangre, ya que nos puede ayudar a diagnosticar una enfermedad renal en las etapas iniciales.
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- Sangre
La presencia de sangre en la orina se puede deber a múltiples factores. Se puede deber a la existencia de eritrocitos, hemoglobina o mioglobina, siendo la más común la hematuria (debido a eritrocitos).
Las razones por la que se puede presentar la hematuria son varias, entre las que destacan: traumatismos, infecciones, neoplasias y cálculos. También podría deberse a la cistocentesis.
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- Glucosa
Cuando observamos glucosa en la orina, puede que también haya hiperglicemia. Cuando hay hiperglicemia y glucosuria, es porque las células del túbulo proximal han superado su capacidad de filtrado. También en casos de diabetes mellitus, estrés en gatos o si hemos administrado un fluido glucosado.
Casos con glucosuria pero sin hiperglucemia, suelen verse sobre todo en gatos que presentan enfermedad renal crónica, sobre todo del túbulo proximal renal.
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- Cetonas
Las causas de encontrar cetonas en el urianálisis pueden ser varias. Entre las más comunes nos encontramos la cetoacidosis metabólica, la cual aparece en situaciones en que el paciente no puede obtener la energía de la glucosa y empieza a obtenerla de las grasas, dando cómo resultado cuerpos cetónicos los cuales serán eliminados por la orina. Situaciones cómo estas pueden ser hipoglucemia crónica, fiebres constantes, ayunos prolongados o dietas bajas en carbohidratos.
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- Bilirrubina
En este caso también, la presencia de bilirrubina en la orina puede deberse a numerosos factores. Los más habituales suelen ser la anemia hemolítica inmunomediada, enfermedades hepáticas, fiebre persistente y/o ayuno prolongado.
Análisis del sedimento de orina
Ya hemos visto una parte de cómo interpretar el urianálisis y hemos hablado de las propiedades físicas y químicas y sus alteraciones más comunes. Pero no podemos olvidarnos del análisis del sedimento de orina a través del microscopio. Gracias a la visualización microscópica obtenemos una valiosa información. ¿Qué podemos encontrarnos en el sedimento? ¡Vamos a ello!
Hay que tener en cuenta que los valores normales varían dependiendo del laboratorio, pero veámoslo de manera general. Y no dudes en preguntarnos por nuestro Programa de Especialista en Laboratorio.
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- Células rojas
Cómo hemos comentado en las propiedades químicas, una orina normal no debería tener células rojas. La presencia de eritrocitos en sangre nos indica hematuria la cual puede ser debida a las alteraciones anteriormente planteadas.
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- Leucocitos
En condiciones normales, se pueden encontrar una pequeña cantidad de leucocitos en la orina de perros y gatos sin que sea patológico. En los sedimentos urinarios, los leucocitos que se suelen encontrar son los neutrófilos.
Cuando encontramos bastantes leucocitos se denomina piuria, y las causas más comunes son las infecciones bacterianas del tracto urinario.
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- Bacterias
De forma fisiológica la orina es estéril. Cuando encontramos cantidades superiores y el paciente tiene signos clínicos habrá presencia de infección urinaria.
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- Células epiteliales
Es normal encontrar células epiteliales en la orina de perros y gatos en pequeñas cantidades. Hay diferentes clases de células epiteliales (escamosas, transicionales, pequeñas, caudadas y renales).
Encontrar células epiteliales de transición puede ser debido a una infección, inflamación, irritación por químicos como la ciclosporina, o neoplasias. Suele ser complicado diferenciar al microscopio las que se originan por procesos inflamatorios a las que se originan por neoplasias.
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- Elementos formes (cilindros)
Hay muchísimas clases de cilindros y están formados por combinaciones de diferentes células y una matriz de mucoproteína. En animales sanos, no se debería observar ningún tipo de cilindro.
Cuando observamos un gran número de cilindros (del tipo de que sean), es indicativo de enfermedad glomerular, tubular e intersticial. Para diferenciarlas y hacer cualquier tipo de diagnóstico, es importante realizar pruebas adicionales al paciente (analítica general, pruebas de imagen, etc).
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- Cristales
Cuando vemos cristales en una orina que ha sido refrigerada, no debemos tomarlo en cuenta ya que no tienen significado clínico. En todos los demás casos, no es normal encontrarnos cristales en un urianálisis.
Los cristales en la orina se suelen generar (y observar) cuando el PH está por valores fuera del rango, tanto en PHs ácidos (<7) o PHs básicos (>7). Entre los PH ácidos, nos encontramos mayormente con cristales de ácido úrico y cistina. En PH básicos, los más comunes son estruvita, fosfato cálcico, carbonato cálcico y fosfato amorfo.
En dálmatas, por ejemplo, es común encontrar cristales de urato, por genética. En otros animales, los uratos se pueden encontrar en enfermedades hepáticas o shunt portosistémico.
Los cristales de estruvita es común verlos en gatos con cistitis idiopática.
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- Otros elementos
Aunque se pueden encontrar varios elementos, sobre todo por contaminación a la hora de recoger la muestra, uno de los más comunes es el esperma, sobre todo en muestras extraídas por cistocentesis en perros y gatos macho sin castrar.
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Conclusiones acerca de la interpretación del urianálisis
El urianálisis es una herramienta de gran valor clínico que ayuda en los procesos diagnósticos (junto con otras pruebas). Todo el equipo veterinario, ATVs y veterinarios, debe estar involucrado en la realización del análisis de orina.
Cualquier fallo, en las diferentes partes del proceso, puede afectar gravemente a la interpretación del urianálisis. ¡Es importante seguir aprendiendo y que todo el equipo vayamos a una!
Recuerda que también puedes seguir formándote gracias a nuestro Postgrado de Medicina Interna.
Bibliografía
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- Interpretación del urianálisis canino y felino – Dennis J. Chew, Stephen P. DiBartola
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- Las vías urinarias “tan complejas como sencillas” – Avepa 2013
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- El análisis de orina en la clínica de pequeños animales – L. Madejón, C. Zaragoza, M. C. Mañé