Poliuria-polidipsia: Cómo abordar la gestión de líquidos en animales

La poliuria-polidipsia, también conocida como PU/PD, es un signo clínico por el cuál se reciben numerosas consultas en la clínica veterinaria. Afecta tanto a perros como a gatos y puede ser consecuencia de varias alteraciones y/o patologías.

Si hablamos de gatos concretamente, una de las afecciones de las vías urinarias bajas que más les afecta a los pequeños felinos es el FLUTD. Pero hay mucho más allá de eso.

¿Sabemos identificar correctamente la poliuria-polidipsia y diferenciarla de otras alteraciones? ¿Cuál es el protocolo diagnóstico a seguir en cada caso?

Si quieres tener las respuestas y a otras preguntas, ¡te lo contamos todo!

¡Mira, aquí tienes un vídeo de una charla que hicimos de Poliuria y Polidipsia! Te explicamos de 0 a 100 el protocolo de abordaje para que tengas claro clarinete los pasos a dar.

https://youtu.be/uTFM_RlWWIE

Diferenciar la poliuria-polidipsia de otras alteraciones de la micción

Cuando en la consulta recibimos un paciente que presenta alteraciones en la orina, lo primero que tenemos que hacer es una buena anamnesis. Y es que hay varias alteraciones relacionadas con la micción.

Se definen las siguientes:

     

      • Poliuria: Cuando la producción de orina supera los 50 ml/kg/d

      • Polidipsia: Cuando el consumo de agua supera los 100 ml/kg/d en perros y los 50 ml/kg/d en perros

      • Polaquiuria: Micción frecuente. Puede ser con disuria (micción difícil y dolorosa) o con estranguria (micción lenta y dolorosa)

      • Incontinencia: Pérdida involuntaria de orina

    Poliuria-polidipsia

    Si con la anamnesis confirmamos que se trata de poliuria/polidipsia, podemos diferenciar entre la:

       

        • Polidipsia primaria: Exceso de consumo de agua

        • Poliuria primaria: Disminución de la capacidad de la concentración de la orina

      Primaria secundaria

      En veterinaria, al hablar de pequeños animales, la poliuria primaria suele ser la más habitual. ¿Pero por qué puede suceder? Vamos a los diagnósticos diferenciales.

      Diagnósticos diferenciales de poliuria y polidipsia primaria

      Como ya hemos comentado, las causas subyacentes detrás de estas alteraciones pueden ser varias. Por eso es importante tener claro el diagnóstico diferencial en cada caso (y adecuarlo al paciente).

      Diagnóstico diferencial de polidipsia primaria

      No suele ser tan habitual en veterinaria, pero es necesario que tengamos claro el diagnóstico diferencial de la polidipsia primaria. Nos encontramos con:

         

          • Polidipsia idiopática

          • Cómo consecuencia de enfermedades gastrointestinales, sobre todo en perros

          • A causa de enfermedades como el hipertiroidismo o la insuficiencia hepática

        Diagnóstico diferencial de poliuria primaria

        La poliuria primaria suele ser la alteración más habitual en perros y gatos. Entre los diagnósticos diferenciales podemos hablar de:

           

            • Diabetes insípida central

            • Diabetes nefrogénica primaria (no suele darse en pequeños animales)

            • Diabetes nefrogénica secundaria: los receptores de ADH del riñón no funcionan correctamente debido a una alteración subyacente. Esta alteración puede ser: hipoadrenocorticismo, hipertiroidismo, enfermedad hepática, piometra, hipokalemia, hipercalcemia, eritrocitosis, consumo de algunos fármacos, y muchas más

            • Diuresis osmótica: Cómo consecuencia de diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, síndrome de Fanconi, o dieta rica en sal, entre otras

            • Otras causas como la baja tonicidad muscular, o el hemangiosarcoma esplénico, entre otros.

          Podemos darnos cuenta que los diagnósticos diferenciales pueden ser muchísimos. Por eso es importante tener claro el protocolo diagnóstico para ayudar a nuestro paciente lo más rápido y mejor posible.

          ¿Sabes que disponemos de una revista de Pu/Pd en nuestro Instagram?

          Protocolo diagnóstico para PU/PD

          Para empezar a diagnosticar a un paciente, independientemente de la causa que le haya llevado a la clínica, empezaremos teniendo su historia clínica, y una buena anamnesis. También es importante que siempre preguntemos por el consumo de fármacos.

          Protocolo diagnóstico para PUPD

          Acto seguido realizaremos una exploración física general, anotando todo lo que observamos.

          Con estos primeros pasos dados, y si la familia ha venido con sospecha de PU/PD, la primera prueba que realizamos es la medición de la densidad de orina. Para evitar estrés al animal a la hora de conseguir la orina, podemos pedir a la familia que nos traiga varias orinas de casa. Idealmente, pediremos 3 muestras, al poder ser orinas de la mañana.

          Además, es importante que la familia nos sepa decir (o estimar), la cantidad de agua que bebe su animal, así como la cantidad de orina que produce.

          Densidad de orina en rango

          Si la orina tiene una concentración correcta, es decir, mayor de 1030 en perros y 1035 en gatos, nos debemos fijar en la glucosa. Si el animal no presenta glucosuria, podemos concluir que el paciente no presenta poliuria, o bien es una poliuria intermitente.

          En el caso de que esta orina esté correctamente concentrada, pero presente glucosuria, podemos hablar de diferentes diagnósticos diferenciales. La glucosa es osmolar, por lo que nos sube falsamente la densidad de orina. Con esto podemos empezar a sospechar de Diabetes mellitus, glucosuria tubular renal o síndrome de Fanconi

          Densidad de orina por debajo de rango

          Dentro de la densidad de orina baja, podemos hablar de lo siguiente:

             

              • Hipostenuria: Valores de densidad por debajo de 1008. Estos valores tienen menor densidad que el plasma, y con ellos podemos descartar la enfermedad renal crónica y las causas osmóticas

              • Isostenuria: Valores entre 1008-1012. Densidad similar al plasma

              • Orina mínimamente concretada: Valores entre 1012-1030 (1035 en gatos). Aunque es una concentración baja, es un poco mayor a la del plasma.

            Asimismo, con una hipostenuria marcada, con valores por debajo de 1006, podemos apuntar a los siguientes diagnósticos diferenciales: diabetes insípida central, diabetes insípida nefrogénica, hiperadrenocorticismo, hipercalcemia o polidipsia primaria. 

            Si la orina está poco concentrada, el siguiente paso es realizar una analítica completa, es decir, un hemograma, una bioquímica y un urianálisis. Como estamos hablando de orinas poco concentradas, evaluar el sedimento para identificar posibles infecciones es complicado. Por eso, podemos pensar en hacer un cultivo.

            Los resultados de estas pruebas nos pueden ayudar mucho. Si algunos parámetros están alterados, dependiendo de cuáles sean, podemos concluir que nuestro paciente presenta: enfermedad renal, hipokalemia, hipercalcemia, diabetes mellitus o eritrocitosis.

            En otros casos, los resultados de esta analítica completa no serán concluyentes, pero nos darán sospechas de alguna de las siguientes patologías:

               

                • Hiperadrenocorticismo 

                • Hipoadrenocorticismo

                • Hipertiroidismo

                • Hiperaldosteronismo

                • Enfermedad hepática

                • Pielonefritis

                • Piometra

                • Leptospirosis

                • Acromegalia

                • Hemangiosarcoma 

                • Feocromocitoma

                • Diuresis post-obstructiva

              Según cuáles sean nuestras sospechas y el resultado de la analítica completa, realizaremos pruebas adicionales. Según el caso, con estas pruebas adicionales podemos obtener un diagnóstico definitivo. Es muy recomendable empezar haciendo una ecografía abdominal.

              En el caso de no haber llegado un diagnóstico definitivo con las pruebas adicionales, realizaremos un test de desmopresina y/o un test de privación de agua. Con esto, podemos obtener los siguientes diagnósticos definitivos:

                 

                  • Diabetes insípida central

                  • Polidipsia primaria

                • Diabetes insípida nefrogénica primaria (muy poco probable)

                Conclusiones acerca de la poliuria-polidipsia en perros y gatos

                El diagnóstico de las causas subyacentes de la poliuria-polidipsia puede ser bastante complejo. No existe solamente una causa, por eso es importante tener claro el protocolo diagnóstico y adecuarlo para cada caso.

                Perros y gatos son especies diferentes, y por eso, aunque el protocolo es el mismo, es necesario conocer las particularidades de cada animal. Tanto como especie, como para cada individuo. 

                Las pruebas adicionales dependen siempre de toda la historia clínica del animal, de las pruebas que ya hemos realizado previamente, y de las sospechas que tengamos.

                ¡Cuéntanos! ¿Con cuántos casos de poliuria-polidipsia te has encontrado? ¿Has aplicado este protocolo o alguno similar? ¿Cuál ha sido el diagnóstico definitivo? ¿Y el tratamiento para ese caso? ¡Te leemos!

                Asimismo, también puedes entrar ya en nuestro postgrado sobre Medicina Interna.

                Desiré Huerga

                Desiré es licenciada en física por la Universidad del País Vasco y ATV. Uniendo estas dos pasiones, ha realizado varios cursos de especialización sobre diagnóstico por imagen, haciendo internados en hospitales. Además, se enamoró del quirófano desde el primer día que entró en uno. Le encanta la divulgación, y piensa que la formación continúa y la información veraz es imprescindible para esta profesión.

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