La nutrición asistida desde un punto de vista más práctico

La importancia del aporte calórico

El soporte nutricional en pacientes enfermos, u hospitalizados, es de vital importancia. Todos los animales deben contar con un aporte calórico diario para mantener sus funciones vitales. Si éste aporte no existe, el animal enfermo debe conseguir energía por otros medios. Si el animal cuenta con una cantidad considerable de reservas energéticas, podrá mantenerse algo más de tiempo degradando ese exceso de grasa para obtener energía, pero si por el contrario los animales se encuentran con escasos recursos o caquécticos, no cuentan con esa opción.

El problema se haya en que la obtención de la energía para seguir con sus funciones vitales, pasará a catabolizar músculo y con ello la degradación de proteínas para obtener esa energía. Ese catabolismo supone una pérdida de masa corporal y de proteínas, por lo que incrementa la gravedad del paciente, sea la patología que sea. Un estado de degradación no beneficia la recuperación del paciente. Por tanto, proporcionar una cantidad adecuada de calorías, proteínas y otros nutrientes es esencial para la correcta recuperación.

No obstante, los animales enfermos suelen estar reacios a la comida y no tienen apetito, o incluso no pueden hacerlo debido a su patología. Por todo ello, en ocasiones es necesario recurrir a técnicas de soporte nutricional y/o a dietas especializadas, mediante la nutrición enteral o parenteral.

El soporte nutricional enteral es aquel que los nutrientes se administran en el aparato digestivo, por tanto pueden ser:

  1. Nutricion enteral oral: alimentos se ingieren por la boca.
  2. Nutrición enteral por sonda: acceden los nutrientes directamente al tuvo digestivo o estómago.

El soporte nutricional parenteral, es aquel que se administra a través de una vena mediante un catéter.

¿En qué ocasiones es necesario?

Existe un algoritmo que puede ayudar a orientarnos hacia el aporte nutricional más adecuado. Nos centraremos en animales que se encuentren hospitalizados. El siguiente algoritmo es de carácter genérico y orientativo, por lo que cada caso en particular deberá ser evaluado según su circunstancia por un especialista.

Para saber qué opciones tomar, nos realizaremos diferentes preguntas:

1. ¿Existe anorexia?

En primer lugar, conocer si existe anorexia en el paciente. Si el paciente no tiene anorexia, se encuentra con apetito y tiene estímulos positivos hacia la comida, se puede iniciar la admisnitración progresivamente con pequeñas cantidades y frecuentes comidas a lo largo del día.

  • Si lo tolera correctamente, se irá incrementando progresivamente la cantidad hasta alcanzar su volumen normal de ingestión.
  • Si no lo tolera o no ingiere lo suficiente, se iniciará soporte de nutrición asistida.

Si por el contrario, el animal si que presenta anorexia, dependerá del tiempo que lleve el animal sin comer:

  • Si lleva menos de 72h y tiene vómitos, se aplicará tratamiento farmacológico frente a los vómitos. Se esperará máximo 12h hasta iniciar la ingestión a pequeñas dosis y repetidas veces.
  • Si lleva más de 72h sin alimentarse y/o tiene vómito persistente, se iniciará la nutrición asistida.

Cuando ya se ha llegado a la conclusión de que necesita nutrición asistida, viene la siguiente pregunta:

2. ¿Tiene un estado mental adecuado y existe la posibilidad de anestesia?

Si la respuesta es sí, se colocará una sonda de alimentación. Con ella se iniciará progresivamente el soporte nutricional con un alimento adecuado en varias tomas al día. Se podrá plantear diferentes:

Si se prevé soporte a corto plazo u otra opción no es posible:

  • Sonda nasoenteral

Si se prevé a largo plazo:

  • Esofagostomía
  • Gastrostomía
  • Yeyunostomía

Por otro lado, si la respuesta es no:

  • Se optaría por colocar sonda nasoenteral para comenzar lo más pronto posible con la nutrición enteral.
  • Puede ir acompañado de nutrición parenteral para cubrir el aporte calórico necesario.

Tipos de técnicas de aporte nutricional asistido

Nutrición enteral

Las técnicas más utilizadas en la alimentación enteral por sonda son:

  1. Tubo nasoesofágico
  2. Tubo de esofagostomía
  3. Tubo de gastrotomía

Instauración de la técnica

Estas técnicas son sencillas y rápidas de instaurar. La nutrición enteral es más segura, más fisiológica y más económica que la nutrición parenteral, además, conviene mantener la estructura y función del tracto gastrointestinal para que no se vuelva estático.

Dieta a utilizar

La dieta a utilizar dependerá tanto del paciente como del tubo utilizado. Por ejemplo, los tubos nasoesofágicos requieren de dieta líquida, mientras que el resto permiten dietas más sólidas.

Existen técnicas más avanzadas a las que se recurre cuando el estómago no puede utilizarse para la administración de nutrición enteral:

  1. Tubos de yeyunostomía. También puede usarse en animales con pancreatitis, ya que las secreciones pancreáticas no se estimulan con esta vía de alimentación.

Nutrición parenteral

Por tanto, cuando la alimentación no puede ser por vía enteral, se optará por alimentación parenteral. Ésta puede ser administrada mediante catéter específico por dos vías:

  1. Vía venosa periférica (Nutrición parenteral parcial – NPP)

Ésta será util para manejo nutrional a corto plazo (menos de 5 días) aunque aporte menos nivel de nutrición que la nutrición parenteral total. Con esta opción el objetivo es curbir el 50-70% de las necesidades de energía del paciente. A veces se utiliza compaginada con la nutrición enteral por tubo.

  1. Vía venosa central (Nutrición parenteral total – NPT)

Ésta es más dificil de llevar a cabo, tanto por la formulación de la dieta como por el manejo y los riesgos asociados.

Complicaciones de la nutrición enteral y parenteral

Ambos soportes nutricionales requieren de un orificio artificial externo al organismo, por lo que lleva consigo riesgos asociados, como pueden ser:

  • Complicaciones sépticas: infección del tubo o del catéter.
  • Complicaciones mecánicas: pérdida de funcionalidad del tubo, como una obstrucción.
  • Complicaciones metabolicas: poco frecuentes pero pueden ocurrir si la alimentación es demasiado rápida. Un ejemplo sería una cetoacisosis diabética si el paciente lleva un periodo prolongado sin ingerir alimentos.
  • Complicaciones gastrointestinales: en la nutrición enteral, como diarrea o vómitos si los tubos no son colocados adecuadamente.

¡Esperamos que la información os haya resultado útil!

Los contenidos de esta publicación se redactan sólo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar diagnósticos o sustituir la labor de un profesional. Le recomendamos que contacte con su especialista de confianza.

Raquel Rivas

Raquel es una veterinaria licenciada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha trabajado en varios hospitales del área metropolitana de Barcelona, donde sus principales áreas de trabajo han sido medicina interna, urgencias, UCI y hospitalización. Ha cursado posgrado de Medicina Interna acreditado por la Universidad Católica de Valencia (UCV). Actualmente forma parte del equipo de Medicina Interna del hospital en el que trabaja, en Barcelona.

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