El llamado “moquillo en gatos” es en realidad la panleucopenia felina (FPV), una enfermedad vírica altamente contagiosa y potencialmente mortal, causada por un parvovirus felino.
Afecta especialmente a gatitos no vacunados entre las 6 semanas y los 5 meses de edad, y su curso clínico puede ser fulminante si no se detecta a tiempo.
Su presentación puede confundirse con otras patologías gastrointestinales, lo que hace esencial un diagnóstico rápido y un tratamiento de soporte intensivo. Además, la prevención mediante vacunación es la herramienta más eficaz frente a esta enfermedad.
¿Qué es la panleucopenia felina?
La panleucopenia es causada por un parvovirus felino (FPV), genéticamente muy similar al parvovirus canino tipo 2. Es un virus resistente en el ambiente (hasta un año) y se transmite por contacto directo con fluidos corporales, heces, fómites o incluso de forma transplacentaria.
Ataca especialmente a:
- Células en división rápida (criptas intestinales, médula ósea, sistema linfoide)
- Gatitos en fase de destete o con vacunación incompleta
- Colonias felinas, protectoras, criaderos o entornos con mala higiene
Signos clínicos en gatitos
El curso puede ser hiperagudo, agudo o subclínico, dependiendo de la edad, el estado inmunológico y la carga viral.
Signos más comunes:
- Vómitos y diarrea acuosa o hemorrágica
- Letargia extrema
- Deshidratación severa
- Fiebre alta o hipotermia terminal
- Anorexia total
- Dolor abdominal marcado
- Panleucopenia (leucocitos <2000/µl)
- Muerte súbita en gatitos sin signos previos
En neonatos, puede provocar daño cerebeloso permanente si la infección ocurre durante la gestación o primeras semanas de vida.
Diagnóstico clínico y de laboratorio
El diagnóstico se basa en la combinación de clínica, analítica y test antigénico.
Pruebas recomendadas:
- Hemograma completo: leucopenia marcada, neutropenia y linfopenia
- Test ELISA de antígeno FPV en heces (tests rápidos similares a parvo canino)
- Bioquímica: hipoproteinemia, hipoglucemia, alteración electrolítica
- PCR: confirmación en laboratorios de referencia (especialmente en casos vacunados)
Es importante diferenciar FPV de parvovirosis canina, coronavirus entérico, toxoplasmosis o cuerpos extraños digestivos en cachorros.
Tratamiento del moquillo en gatitos
No existe un tratamiento antiviral específico. El objetivo es mantener al animal con vida mientras el sistema inmunitario combate el virus. El tratamiento debe iniciarse cuanto antes y adaptarse a la gravedad del cuadro.
Manejo hospitalario:
- Fluidoterapia IV agresiva: corrección de deshidratación, glucosa, potasio
- Antieméticos: maropitant (1 mg/kg/día SC) o ondansetrón (0.2 mg/kg cada 8 h IV)
- Antibióticos de amplio espectro IV: por el riesgo de sepsis secundaria
- Ampicilina (20–30 mg/kg cada 8 h IV) + enrofloxacina (5 mg/kg cada 24 h)
- Ampicilina (20–30 mg/kg cada 8 h IV) + enrofloxacina (5 mg/kg cada 24 h)
- Cuidado térmico: control de temperatura y ambiente cálido
- Transfusión de plasma o sangre total: en leucopenias graves o colapso
- Nutrición enteral temprana (si posible): jeringa o sonda nasogástrica
Duración del tratamiento:
- Mínimo 5–7 días de cuidados intensivos
- Requiere hospitalización continua en la mayoría de los casos
- El pronóstico mejora si el paciente supera las primeras 72 horas
Pronóstico
El pronóstico depende de:
- Edad y estado inmune del gatito
- Rápida instauración del tratamiento
- Presencia o no de coinfecciones (calicivirus, micoplasma, giardia)
Tasa de mortalidad:
- Sin tratamiento: 90%
- Con tratamiento intensivo: 40–60%
- En neonatos infectados intraútero: lesiones cerebelosas permanentes
Prevención
La vacunación es la única herramienta realmente eficaz para prevenir la panleucopenia.
Protocolo vacunal recomendado:
Edad del gatito | Vacunación FPV |
6–8 semanas | 1ª dosis vacuna trivalente (V3) |
9–12 semanas | 2ª dosis |
13–16 semanas | 3ª dosis (refuerzo final) |
>1 año | Revacunación anual o trianual |
- En casos de brote o alto riesgo: vacunar a partir de las 4 semanas en refugios
- Evitar contacto con gatos sospechosos durante mínimo 1 semana postvacunación
Desinfección: usar lejía diluida al 1:32 (hipoclorito sódico), ya que el virus es muy resistente en el entorno.
Conclusión
El moquillo felino (panleucopenia) es una enfermedad vírica de alta letalidad en gatitos no vacunados. Su presentación clínica puede ser fulminante, y requiere una actuación rápida, intensiva y hospitalaria. El diagnóstico precoz, el soporte intensivo y el aislamiento son claves para la supervivencia.
La herramienta más poderosa sigue siendo la prevención mediante vacunación. En entornos multigato, refugios o criaderos, un protocolo vacunal riguroso y medidas higiénicas estrictas marcan la diferencia entre el control y el desastre sanitario.
Referencias
- MSD Veterinary Manual. (2023). Panleucopenia felina: etiología, diagnóstico y tratamiento
- Mirringo. (2023). El moquillo en gatos: cómo prevenirlo y tratarlo
- Papich, M. G. (2021). Saunders Handbook of Veterinary Drugs (5ª ed.). Elsevier
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (10ª ed.). Wiley-Blackwell