El uso de antibióticos en medicina veterinaria requiere un equilibrio entre eficacia terapéutica, prevención de resistencias y seguridad para el paciente. Una de las decisiones más frecuentes en la práctica clínica es si iniciar un tratamiento empírico inmediato o esperar a los resultados de un cultivo con antibiograma.
Ambos enfoques tienen ventajas y limitaciones, y conocer en qué escenarios aplicar cada uno es fundamental para optimizar el manejo de las infecciones en perros y gatos.
Qué entendemos por terapia empírica
La terapia empírica consiste en iniciar el tratamiento antibiótico sin conocer el patógeno ni su sensibilidad exacta, basándose en:
- Localización de la infección.
- Patógenos más probables en esa especie y contexto.
- Datos de resistencias locales.
- Gravedad del cuadro clínico.
Se trata de una estrategia útil en urgencias, cuando retrasar la terapia puede comprometer la vida del paciente.
Ventajas de la terapia empírica
- Permite iniciar tratamiento de inmediato.
- Evita progresión de infecciones graves (ej. septicemias, neumonías).
- Basada en guías y patrones epidemiológicos conocidos.
Limitaciones
- Riesgo de elegir un antibiótico ineficaz.
- Favorece la aparición de resistencias si no se ajusta tras cultivo.
- Puede enmascarar signos clínicos y dificultar el diagnóstico posterior.
Qué entendemos por terapia basada en cultivo
La terapia basada en cultivo y antibiograma consiste en identificar el microorganismo responsable de la infección y seleccionar el antibiótico más eficaz contra él.
Ventajas
- Asegura el uso del antibiótico más adecuado.
- Reduce resistencias antimicrobianas.
- Permite ajustar dosis y duración óptimas.
- Mejora el pronóstico en infecciones crónicas o recurrentes.
Limitaciones
- Retraso en el inicio del tratamiento (48–72 h).
- No siempre es viable en urgencias.
- Puede ser más costoso para el tutor.
El balance entre rapidez y precisión es lo que determina cuándo elegir cada enfoque.
Cuándo elegir terapia empírica
La terapia empírica está indicada en escenarios donde esperar el resultado del cultivo supone un riesgo vital o clínico elevado.
Situaciones más comunes:
- Infecciones agudas graves: septicemias, neumonías, piometras.
- Pacientes hospitalizados en estado crítico.
- Infecciones superficiales leves cuando el patógeno probable es muy claro (ej. piodermas superficiales iniciales).
- Cuando el cultivo no es viable por limitaciones económicas o técnicas.
En estos casos, se recomienda basar la elección en guías actualizadas y ajustar posteriormente según evolución.
Cuándo elegir terapia basada en cultivo
El cultivo es la opción de elección en:
- Infecciones crónicas o recurrentes.
- Fracasos terapéuticos tras tratamientos empíricos previos.
- Infecciones profundas (otitis medias, infecciones urinarias recurrentes, osteomielitis).
- Hospitalizaciones prolongadas con riesgo de bacterias multirresistentes.
- Cuando existe sospecha de patógenos poco habituales.
En estos casos, la espera compensa, ya que el tratamiento empírico podría ser ineficaz o incluso perjudicial.
Estrategia combinada: lo mejor de ambos enfoques
En muchos escenarios clínicos, la estrategia más eficaz es comenzar con terapia empírica y ajustar después de los resultados del cultivo.
Ejemplo práctico:
- Paciente con cistitis aguda y signos graves → iniciar antibiótico empírico (ej. amoxicilina-ácido clavulánico).
- Tomar muestra de orina estéril para cultivo antes de la primera dosis.
- Ajustar el tratamiento tras antibiograma, reduciendo duración o cambiando el fármaco si es necesario.
De esta forma, se garantiza un tratamiento inmediato sin renunciar a la precisión posterior.
Papel del tutor en la decisión terapéutica
El tutor debe estar informado de las diferencias entre ambos enfoques:
- Explicar la importancia del cultivo en infecciones recurrentes o graves.
- Justificar el inicio de terapia empírica en urgencias.
- Aclarar los costes asociados y el beneficio de un tratamiento más dirigido.
- Destacar el impacto en la prevención de resistencias, que beneficia tanto a su animal como a la salud pública.
La comunicación clara mejora la adherencia y facilita la toma de decisiones compartida.
Tabla comparativa: terapia empírica vs basada en cultivo
Aspecto | Terapia empírica | Terapia basada en cultivo |
Inicio del tratamiento | Inmediato | Tras 48–72 h (resultado de laboratorio) |
Criterio de elección | Localización + patógeno probable + guías | Sensibilidad confirmada del patógeno |
Ventajas principales | Rapidez, útil en urgencias | Precisión, reduce resistencias, mejor pronóstico |
Limitaciones | Riesgo de ineficacia y resistencias | Retraso, coste, no viable en todas urgencias |
Escenarios típicos | Urgencias, infecciones agudas graves | Infecciones crónicas, recurrentes, fracasos previos |
Rol del tutor | Comprender urgencia, adherirse a revisión | Aceptar coste y demora, valorar beneficios |
Conclusión
La elección entre terapia empírica y basada en cultivo depende del contexto clínico. En urgencias, la terapia empírica es necesaria para evitar la progresión rápida de infecciones graves, pero debe ajustarse tan pronto como se disponga de un antibiograma.
En infecciones recurrentes, crónicas o complejas, el cultivo es indispensable para garantizar eficacia y prevenir resistencias.
El veterinario debe combinar ambos enfoques de manera racional, comunicando claramente al tutor las ventajas y limitaciones de cada opción, y adaptando la estrategia a cada paciente.
Referencias científicas
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