Manejo y tratamiento de la cardiomiopatía dilatada en perros: Guía completa para veterinarios

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La cardiomiopatía dilatada (CMD) es una de las patologías cardíacas más comunes en perros, especialmente en razas grandes. Es una afección que puede llevar al desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva, si no se trata adecuadamente. 

Aunque la CMD es un reto diagnóstico y terapéutico, conocer sus características, factores predisponentes y tratamientos eficaces puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los pacientes. 

En este artículo se ofrece una guía práctica y detallada sobre el manejo de esta enfermedad, con recomendaciones basadas en la evidencia actual y experiencia clínica.¡Vamos a ello!

¿Qué es la cardiomiopatía dilatada en perros?

La cardiomiopatía dilatada es una enfermedad del miocardio, caracterizada por la dilatación de las cavidades cardíacas y un adelgazamiento de las paredes ventriculares. Esto reduce la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente.

En términos simples, el corazón de un perro con CMD se vuelve menos capaz de contraerse y, como resultado, no puede cumplir su función de bombeo correctamente, lo que conduce a una insuficiencia cardíaca progresiva.

¿Por qué ocurre?

Aunque en algunos casos la causa exacta de la CMD es idiopática, hay factores conocidos que predisponen a ciertos perros a desarrollarla, como:

  • Predisposición genética: Algunas razas son más susceptibles debido a su herencia genética.
  • Deficiencias nutricionales: La deficiencia de taurina y carnitina está asociada a la CMD, especialmente en razas como el Cocker Spaniel.
  • Infecciones virales: En algunos casos, las infecciones virales pueden provocar miocarditis, que luego evoluciona a CMD.
  • Enfermedades metabólicas: Como el hipotiroidismo, que puede afectar la función cardíaca.

Razas con mayor predisposición

Ciertas razas de perros tienen una mayor predisposición genética a la CMD. Entre ellas se incluyen:

  • Doberman Pinscher
  • Gran Danés
  • Boxer
  • San Bernardo
  • Cocker Spaniel
  • Pastor Alemán

Es importante realizar controles cardíacos preventivos en estas razas desde una edad temprana.

Síntomas de la cardiomiopatía dilatada

Los síntomas de la CMD pueden variar, pero suelen estar relacionados con la disminución del rendimiento cardíaco. Entre los signos más comunes se encuentran:

  • Letargo: El perro muestra menos interés en actividades diarias, se fatiga fácilmente.
  • Tos: Especialmente en momentos de esfuerzo o durante la noche.
  • Dificultad respiratoria: Debido a la congestión pulmonar.
  • Distensión abdominal: Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis).
  • Pérdida de peso: Progresiva a medida que la enfermedad avanza.

En estadios más avanzados, se pueden observar episodios de síncope o desmayos, causados por la falta de perfusión cerebral debido a un bajo gasto cardíaco.

Diagnóstico de la cardiomiopatía dilatada

El diagnóstico precoz es crucial para el manejo adecuado de la CMD. Los métodos diagnósticos incluyen:

Exploración clínica

Se debe realizar una auscultación cardíaca completa para detectar sonidos anormales como soplos o arritmias. También, es importante evaluar el ritmo cardíaco, ya que los perros con CMD suelen presentar arritmias ventriculares.

Pruebas diagnósticas

  • Ecocardiografía: Es la prueba de elección para evaluar la función cardíaca, permitiendo observar la dilatación ventricular y la fracción de acortamiento.
  • Electrocardiograma (ECG): Útil para detectar arritmias ventriculares.
  • Radiografía torácica: Para evaluar el tamaño del corazón y detectar signos de congestión pulmonar o edema.
  • Pruebas de laboratorio: Los niveles de biomarcadores como el NT-proBNP pueden ser útiles para evaluar el daño miocárdico.

Manejo y tratamiento de la cardiomiopatía dilatada

El tratamiento de la CMD se centra en mejorar la función cardíaca, reducir la congestión y prevenir complicaciones como las arritmias.

Tratamiento médico

  1. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): Fármacos como enalapril o benazepril ayudan a reducir la carga del corazón disminuyendo la presión arterial. La dosis típica es:
    • Enalapril: 0,5 mg/kg cada 12 horas por vía oral.
  2. Diuréticos: Como la furosemida, son esenciales para reducir el edema pulmonar y la ascitis. Dosis recomendada:
    • Furosemida: 2-4 mg/kg cada 8-12 horas, vía oral o intravenosa.
  3. Pimobendan: Un agente inotrópico positivo que mejora la contracción del corazón y reduce la postcarga. Dosis:
    • Pimobendan: 0,25-0,3 mg/kg cada 12 horas por vía oral.
  4. Beta-bloqueantes: En algunos casos, se utilizan beta-bloqueantes como atenolol para controlar la frecuencia cardíaca en presencia de arritmias.
  5. Espironolactona: Un diurético ahorrador de potasio que también reduce la fibrosis miocárdica. Dosis:
    • Espironolactona: 2 mg/kg cada 24 horas, vía oral.

Manejo en caso de urgencia

En situaciones de emergencia, como un episodio de insuficiencia cardíaca aguda, es vital actuar rápidamente para estabilizar al perro:

  • Oxigenoterapia: Es crucial si hay signos de dificultad respiratoria grave o cianosis.
  • Furosemida intravenosa: En casos de edema pulmonar agudo, se administra a dosis de 2-4 mg/kg IV cada 1-2 horas hasta estabilizar al paciente.
  • Nitroglicerina tópica: Puede ser útil para reducir la congestión en situaciones críticas. Aplicar en zonas poco peludas.

La monitorización constante de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la oxigenación es esencial para ajustar el tratamiento en función de la respuesta del paciente.

Conclusión

El manejo de la cardiomiopatía dilatada tiene que estar adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. Aunque es una enfermedad progresiva y sin cura definitiva, el tratamiento temprano y adecuado puede mejorar la calidad de vida de los perros afectados. 

Como veterinarios, es crucial estar al día con los últimos avances en tratamientos y ofrecer a los tutores de este perros una comprensión clara de la enfermedad y su evolución. Con una atención adecuada, los perros con CMD pueden vivir durante años con una buena calidad de vida.

Fuentes:

  1. Atkins, C. (2012). “Guidelines for the Diagnosis and Treatment of Canine Chronic Valvular Heart Disease.” Journal of Veterinary Internal Medicine.
  2. Meurs, K. M. (2018). “Inherited Cardiac Diseases in Dogs.” Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice.
  3. Ware, W. A. (2020). “Cardiomyopathies in Dogs.” Textbook of Veterinary Internal Medicine.

Clàudia Valle

Veterinaria generalista graduada en 2019 en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha cursado un postgrado en Medicina Interna acreditado por la Universidad Católica de Valencia (UCV). Ha dedicado cuatro años a enriquecer su experiencia en diversos hospitales veterinarios. Le encanta la divulgación y piensa que la formación continua e información veraz son imprescindibles para esta formación.

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