Los tumores cerebrales en perros representan un desafío diagnóstico y terapéutico en la clínica de pequeños animales. Su presentación clínica puede ser inespecífica o simular otras enfermedades neurológicas, lo que exige un enfoque sistemático y preciso por parte del veterinario clínico.
Qué es un tumor cerebral en perros
Un tumor cerebral en perros es una masa anormal dentro del cráneo que puede tener origen primario —originado en el sistema nervioso central— o secundario —por metástasis desde otro órgano.
Los tumores primarios más comunes son el meningioma, el glioma (astrocitoma y oligodendroglioma), el ependimoma y el papiloma del plexo coroideo.
El crecimiento de estas masas puede generar compresión de estructuras cerebrales, hipertensión intracraneal y alteraciones neurológicas graves, dependiendo de su localización y tamaño.
Cómo diagnosticarlo
La sospecha clínica suele surgir ante la presencia de signos neurológicos progresivos, especialmente en animales de edad avanzada. Los signos más frecuentes incluyen:
- Convulsiones (especialmente en perros mayores sin historial epiléptico)
- Cambios de comportamiento (agresividad, desorientación, vocalización)
- Ataxia y déficits posturales
- Paresias o parálisis
- Signos vestibulares (incluyendo nistagmo y caída de cabeza)
El protocolo diagnóstico debe incluir:
- Anamnesis detallada y exploración neurológica completa, para localizar la lesión.
- Analítica sanguínea y bioquímica para descartar enfermedades sistémicas y valorar anestesia.
- Resonancia magnética (RM): prueba de elección para caracterización y localización del tumor.
- Tomografía computarizada (TC): alternativa útil cuando la RM no está disponible.
- Punción de líquido cefalorraquídeo (LCR): puede ayudar a descartar procesos inflamatorios, aunque debe evitarse si se sospecha hipertensión intracraneal.
- Biopsia: es el único método definitivo para el diagnóstico histopatológico.
Predisposición en gatos y perros
Aunque también se describen en felinos, los tumores cerebrales son significativamente más frecuentes en perros, especialmente en individuos geriátricos. Entre las razas con mayor predisposición destacan:
- Bóxer
- Golden Retriever
- Bulldog Francés
- Boston Terrier
- Pastor Alemán
Esta predisposición genética se relaciona con una mayor incidencia de gliomas en razas braquicéfalas y meningiomas en razas dolicocéfalas.
Manejo en urgencias
Ante una sospecha de tumor cerebral en un perro con signos neurológicos agudos, el objetivo es estabilizar al paciente, reducir la presión intracraneal y controlar las convulsiones.
Protocolo inicial de estabilización:
- Acceso venoso inmediato
- Fluidoterapia isotónica (Ringer Lactato o NaCl 0,9 %) si hay hipovolemia
- Manejo del dolor y la ansiedad con opioides y/o benzodiacepinas
Tratamiento médico de urgencia
Fármaco | Dosis en perro | Vía de administración | Indicaciones principales |
Diazepam | 0,5 mg/kg | IV, rectal | Crisis convulsiva activa |
Levetiracetam | 20 mg/kg cada 8 h | IV o VO | Control de convulsiones a largo plazo |
Fenobarbital | Carga: 4 mg/kg cada 30 min hasta 16 mg/kg | IV | Estado epiléptico o convulsiones graves |
Prednisona | 0,5–1 mg/kg/día | VO | Edema peritumoral, efecto antiinflamatorio |
Manitol | 0,5–1 g/kg durante 20 minutos | IV (en bolus) | Disminuir presión intracraneal |
Omeprazol | 1 mg/kg/día | VO | Protección gástrica |
Importante: si se sospecha de herniación cerebral (pupilas fijas, bradicardia, hipoventilación), debe actuarse rápidamente con manitol y control de ventilación.
Tratamiento definitivo
La elección del tratamiento depende del tipo de tumor, su localización, estado general del paciente y disponibilidad de recursos.
Opciones terapéuticas:
- Cirugía: indicada especialmente en meningiomas. Permite la extirpación parcial o total, aunque depende del acceso anatómico. Se realiza mediante craneotomía.
- Radioterapia: opción eficaz sola o como complemento postquirúrgico. Mejora significativamente la supervivencia en tumores no resecables.
- Quimioterapia: limitada eficacia, reservada para ciertos tumores sensibles como linfomas. Se ha usado lomustina, temozolamida y carboplatino.
- Terapia médica paliativa: combinación de antiepilépticos, corticoides y analgésicos para mejorar la calidad de vida en casos no operables.
Tabla resumen
Tipo de tumor | Razas predispuestas | Diagnóstico de elección | Tratamiento principal | Pronóstico |
Meningioma | Golden Retriever, Dóberman | RM + Biopsia | Cirugía ± radioterapia | Bueno si resecable |
Glioma | Bóxer, Bulldog Francés | RM | Radioterapia ± quimioterapia | Reservado |
Linfoma | Variable | RM + citología | Quimioterapia sistémica | Reservado a favorable |
Metástasis | Variable (según tumor primario) | RM + estudios toracoabdominales | Terapia paliativa o dirigida | Muy reservado |
Conclusión
El tumor cerebral en perros requiere un enfoque clínico riguroso y personalizado. El diagnóstico precoz, junto con un tratamiento adecuado y bien planificado, puede mejorar notablemente la calidad de vida del paciente.
En la clínica diaria, es fundamental mantener un alto índice de sospecha ante cualquier alteración neurológica en perros mayores, y actuar con celeridad ante signos compatibles con hipertensión intracraneal o crisis convulsiva.
La colaboración entre clínicos, neurólogos y especialistas en imagen es clave para optimizar el manejo de estos casos complejos.
Referencias
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