La exploración neurológica es una herramienta clínica fundamental en medicina veterinaria. Permite identificar si un paciente presenta una disfunción del sistema nervioso y, en ese caso, localizar la lesión dentro del neuroeje.
Aunque puede parecer compleja, existen protocolos estructurados que permiten realizar una evaluación neurológica básica en consulta general de forma rápida y eficaz.
Una correcta aproximación inicial es esencial para decidir si el caso puede manejarse en la clínica general o si requiere derivación a un especialista en neurología veterinaria.
Objetivos de la exploración neurológica
La exploración neurológica persigue tres objetivos principales:
- Confirmar si los signos clínicos tienen origen neurológico o no.
- Localizar la lesión dentro del sistema nervioso central o periférico.
- Determinar la gravedad y urgencia del cuadro para orientar el pronóstico.
En consulta general, incluso un examen básico permite orientar al tutor y priorizar pruebas diagnósticas.
Preparación del paciente y condiciones de la exploración
Un examen neurológico debe realizarse en un entorno tranquilo, evitando ruidos o estímulos que alteren la respuesta del animal.
Recomendaciones:
- Permitir al paciente aclimatarse unos minutos a la sala.
- Evitar sedación si no es estrictamente necesaria, ya que puede enmascarar hallazgos.
- Involucrar al tutor para sujetar al animal con calma si colabora.
- Disponer de material simple: linterna, superficie antideslizante, espacio para observar la marcha.
Pasos de la evaluación neurológica básica
La exploración neurológica puede dividirse en varias fases ordenadas, que ayudan a no omitir aspectos importantes.
1. Estado mental y comportamiento
El primer paso es valorar el nivel de consciencia y el comportamiento del paciente.
- Alerta normal.
- Depresión o letargia.
- Estupor (responde solo a estímulos dolorosos).
- Coma (sin respuesta a estímulos).
- Cambios de conducta: desorientación, convulsiones, agresividad.
Estos hallazgos ayudan a localizar la lesión en el prosencéfalo o en el tronco encefálico.
2. Marcha y postura
Observar la marcha del animal ofrece información valiosa sobre la función neurológica.
- Ataxia: incoordinación en la locomoción.
- Paresia: debilidad parcial.
- Plejia: parálisis completa.
- Posturas anormales: cabeza ladeada, giros en círculo, inclinación corporal.
Es importante distinguir entre un déficit neurológico y una alteración ortopédica.
3. Nervios craneales
La exploración de los nervios craneales es sencilla y aporta datos sobre múltiples áreas neurológicas.
Pruebas básicas:
- Reflejo pupilar a la luz (nervios II y III).
- Reflejo de amenaza (nervios II y VII).
- Movimiento de los ojos y reflejo oculocefálico (nervios III, IV, VI, VIII).
- Reflejo corneal y sensibilidad facial (nervio V).
- Movilidad de labios y orejas (nervio VII).
- Deglución y reflejo nauseoso (nervios IX y X).
- Movilidad de lengua (nervio XII).
4. Reacciones posturales
Permiten valorar la integración de vías motoras y sensoriales.
Pruebas más utilizadas:
- Colocación propioceptiva: doblar la pata para que apoye el dorso sobre el suelo; un animal normal corrige de inmediato.
- Salto: desplazar lateralmente al animal apoyado en una sola extremidad; evalúa fuerza y coordinación.
- Empuje lateral: empujar suavemente el animal para valorar corrección postural.
Estas pruebas son muy sensibles a lesiones neurológicas.
5. Reflejos espinales
Valoran la integridad de los arcos reflejos y permiten localizar lesiones medulares.
Reflejos básicos:
- Patelar (L4-L6).
- Flexor en extremidades (C6-T2 y L6-S2).
- Perineal (S1-S3).
- Cutáneo-troncal (C8-T1).
Un reflejo disminuido o ausente sugiere lesión de neurona motora inferior; un reflejo normal o exagerado con déficit motor indica lesión de neurona motora superior.
6. Sensibilidad al dolor
Es una parte crítica del examen, especialmente en pacientes con parálisis.
- Dolor superficial: respuesta a pellizco cutáneo leve.
- Dolor profundo: respuesta a presión intensa en falanges.
La presencia o ausencia de dolor profundo tiene gran valor pronóstico, sobre todo en lesiones medulares graves.
Interpretación y localización de la lesión
Tras completar el examen, el clínico debe integrar los hallazgos para intentar localizar la lesión.
Ejemplos orientativos:
- Alteración del estado mental → prosencéfalo o tronco encefálico.
- Ataxia vestibular → oído interno o sistema vestibular central.
- Déficit propioceptivo en cuatro extremidades → lesión cervical alta (C1-C5).
- Paresia paraparesia con reflejos normales o aumentados → lesión toracolumbar (T3-L3).
- Déficit motor con reflejos ausentes en extremidad torácica → lesión de neurona motora inferior (C6-T2).
La localización no es definitiva, pero permite orientar las pruebas complementarias.
Limitaciones de la evaluación básica
Aunque la exploración neurológica básica es muy útil, tiene limitaciones:
- No sustituye a pruebas avanzadas (RM, mielografía, análisis de LCR).
- Puede ser difícil en pacientes poco colaboradores.
- Los hallazgos deben interpretarse en conjunto con la historia clínica y otras pruebas.
Aun así, es una herramienta indispensable en la consulta general.
Papel del tutor
El tutor juega un papel importante en la evaluación neurológica, ya que puede aportar información valiosa sobre la evolución de los signos: inicio agudo vs progresivo, cambios de conducta en casa, caídas o alteraciones en la marcha que no siempre se ven en la consulta.
Explicar al tutor lo que se está evaluando durante la exploración mejora la comprensión del proceso y la confianza en el equipo veterinario.
Tabla resumen: evaluación neurológica básica
Paso de la exploración | Aspectos evaluados | Hallazgos principales |
Estado mental | Nivel de consciencia, conducta | Normal, depresión, estupor, coma |
Marcha y postura | Locomoción y equilibrio | Ataxia, paresia, plejia, posturas anómalas |
Nervios craneales | Reflejos oculares, faciales, auditivos | Déficits sensoriales o motores |
Reacciones posturales | Propiocepción, salto, empuje lateral | Alteraciones motoras o sensoriales |
Reflejos espinales | Patelar, flexor, perineal, cutáneo | Hiporreflexia o hiperreflexia |
Sensibilidad dolorosa | Dolor superficial y profundo | Presente o ausente |
Conclusión
La evaluación neurológica básica en consulta general es una herramienta clínica fundamental que, realizada de forma estructurada, permite diferenciar entre problemas neurológicos y no neurológicos, orientar la localización de la lesión y decidir los siguientes pasos diagnósticos.
Aunque no sustituye a técnicas avanzadas, su aplicación mejora la calidad del diagnóstico inicial y la comunicación con el tutor, facilitando la toma de decisiones sobre derivación, pruebas complementarias o inicio de tratamiento.
Referencias científicas
- de Lahunta, A., Glass, E., & Kent, M. (2014). Veterinary Neuroanatomy and Clinical Neurology (4ª ed.). Elsevier.
- Chrisman, C. L. (1991). Problems in Veterinary Neurology. Lea & Febiger.
- Platt, S. R., & Olby, N. J. (2013). BSAVA Manual of Canine and Feline Neurology (4ª ed.). BSAVA.