La hipopotasemia y la hiperpotasemia son dos de las alteraciones más comunes que podemos encontrarnos al hacer una analítica sanguínea. Al hablar de ellas nos referimos a las variaciones de los niveles de potasio en el organismo.
¿Pero por qué es tan importante el potasio en el organismo? ¿Cuál es su función? ¿Cómo se interpreta la falta o el exceso de potasio en sangre? Para responder a estas preguntas y muchas más, ¡sigue leyendo!
Hablemos sobre el potasio
El potasio es el catión intracelular más abundante (K+). Para entenderlo mejor, tenemos que saber que un catión, en este caso el del potasio, es un elemento químico que ha perdido uno de sus electrones, y por lo tanto, su carga eléctrica es positiva (de ahí que se escriba el signo +).
Otro punto importante a tener en cuenta es que el organismo de perros y gatos está compuesto por aproximadamente un 60% de fluidos. El 40% de estos fluidos se encuentran en el comportamiento intracelular (donde el potasio es abundante), y el restante 20% en compartimiento extracelular.
Dentro del compartimento intracelular, entre el 60% – 70% del potasio se encuentra dentro de las células del músculo esquelético. Por este motivo, el potasio es sumamente necesario para facilitar la transmisión de impulsos nerviosos y la contractilidad muscular.
Pero no sólo eso, este catión también tiene una función fundamental en el mantenimiento del equilibrio ácido-base y osmótico.
En condiciones normales, el organismo es capaz de regular la cantidad de potasio (de forma sencilla, lo que entra por lo que sale, para mantener el equilibrio). En este caso, el riñón es uno de los principales órganos involucrados, ya que el potasio se excreta a través de la orina.
Los valores fisiológicos del potasio en el organismo se encuentran entre 3,5 mEq/l y 5,5 mEq/l. Estos valores pueden variar (pero muy ligeramente) dependiendo de si hablamos de perros o gatos, o incluso de la referencia del laboratorio).
Hipopotasemia
Vamos a empezar a hablar sobre la hipopotasemia (también puedes encontrarla como hipokalemia, es lo mismo). Comenzamos hablando de ella ya que esta es la alteración del potasio más común que podemos encontrar en pequeños animales.
¿Qué significa?
La hipopotasemia, por su prefijo hipo-, hace referencia a valores de potasio por debajo del rango de referencia. En este caso, hablamos de hipopotasemia con valores menores a 3,5 mEq/l. Cuando la concentración de potasio es menor de 2-2,5mEq/l, la hipopotasemia se considera severa y requiere tratamiento de urgencia.
Causas de la hipopotasemia
En general, los valores bajos de potasio pueden estar causados por diferentes motivos, que se pueden agrupar en 3 bloques.
Por un lado tenemos una disminución considerable del aporte de potasio al organismo. Por otro lado, la hipopotasemia puede deberse al traslado de potasio del compartimento extracelular al intracelular. Y como tercer motivo están las pérdidas excesivas a través del tracto gastrointestinal o urinario.
Desglosando un poco más las causas podemos ver:
- Dietas bajas en potasio (poco común)
- Aumento de la excreción por el tracto urinario, entre las causas más comunes están:
- Hiperadrenocorticismo (síndrome de Cushing)
- Hiperaldosteronismo (trastorno metabólico de sobreproducción de la hormona aldosterona por parte de las glándulas suprarrenales)
- Por administración de diuréticos
- Por glucosuria (si es con hiperglucemia debido a diabetes mellitus)
- Enfermedad renal crónica
- Pérdidas gastrointestinales: debidas a diarreas y/o vómitos
- Paso de potasio al compartimento intracelular. En este caso las causas pueden ser, entre otras:
- Administración de insulina o fluidoterapia con suero glucosado
- Alcalosis metabólica
- Hipertiroidismo
- Síndrome de realimentación
- Hipotermia
¿Cuáles son los signos clínicos que observamos?
Sabemos que cuando llega un paciente al centro veterinario, una de las primeras cosas que debemos hacer es una buena anamnesis. Algunos de los signos clínicos que han observado los tutores nos pueden dar pie a sospechar de una hipopotasemia.
En general, los signos clínicos los podemos dividir en 4 categorías: anormalidades metabólicas, neuromusculares, renales y cardiovasculares. A nivel clínico, y que se pueden observar más fácilmente, tenemos las alteraciones neuromusculares y cardiovasculares.
Uno de los signos clínicos más evidentes es la debilidad músculo esquelética. Por ejemplo, en gatos, la ventroflexión del cuello puede ser un signo muy evidente. Otros signos clínicos relacionados con esta debilidad pueden ser marcha envarada y el plantigradismo.
Si hablamos de hipopotasemia severa, se puede observar debilidad muscular extrema y parálisis de la musculatura respiratoria.
En cuanto a los signos cardíacos, aunque en muchas ocasiones es necesario realizar un electrocardiograma, a veces pueden llegar a observarse taquiarritmias.
Ya hemos comentado que las diarreas y vómitos, pueden ocasionar hipopotasemia. Cuando se presenta un paciente con este cuadro gastrointestinal, también podemos sospechar de hipopotasemia. En estos casos es importante recordar que la hipopotasemia es consecuencia de las diarreas y vómitos, y no al revés.
Tratamiento de la hipopotasemia
Nunca debemos olvidarnos que cada paciente es un mundo, y todos los tratamientos que se administran deben estar prescritos por un veterinario y ser individualizados. Aunque es verdad que existen ciertas pautas generales que podemos tomar como base.
Si hablamos de una hipopotasemia moderada (3-3,5 mEq/l), se suele tratar con la inclusión de alimentos ricos en potasio en la dieta, o con la adición de suplementos.
Para hipopotasemias más severas o casos de urgencia, el tratamiento se suele realizar a través de la vía intravenosa, normalmente administrando cloruro de potasio.
Hiperpotasemia
Después de hablar de la hipopotasemia, tenemos que hablar de la hiperpotasemia (o hipercalemia). ¡Vamos a ello!
¿Qué significa?
El prefijo hiper- hace referencia a un exceso, por lo que en este caso tenemos un exceso de potasio en el organismo. Hablamos de hiperpotasemia cuando la concentración plasmática de potasio es superior a 5,5 mEq/l.
Cuando los niveles de potasio son superiores a 7,5 mEq/l,la hiperpotasemia puede ser signo de riesgo vital (debido a su cardiotoxicidad) y hay que actuar de inmediato.
Causas de la hiperpotasemia
De la misma forma que sucede con la hipopotasemia, la hiperpotasemia puede estar producida por numerosos factores. A la hora de plantear los diferentes diagnósticos diferenciales que pueden ocasionar hiperpotasemia, hay que tener en cuenta también los niveles de sodio plasmáticos.
Si tenemos niveles de sodio disminuidos, estamos ante una disminución del ratio Na/K. En este caso, se suele deber a hipoadrenocorticismo (o síndrome de Addison).
Cuando los niveles de sodio son normales, o incluso altos, las causas pueden ser:
- Deshidratación: También nos encontramos con mucosas secas, tiempo de repleción del pliegue cutáneo aumentado, y hematocrito, proteínas totales y albúmina elevadas
- Enfermedad renal crónica, insuficiencia renal aguda o uroabdomen: En estos casos la urea (el BUN), y la creatinina también están altos. No se presenta globo vesical
- Obstrucción uretral: También tenemos la urea y la creatinina altas, y en este caso observamos globo vesical. La obstrucción puede estar causada por cálculos, neoplasias, tapón uretral o estenosis, entre otras
- Iatrogénica: puede producirse por suplementos orales o intravenosos excesivos, IECAs o antibloqueantes, entre otros
- Artefactual: por trombocitosis, hemólisis o leucocitosis grave
Signos clínicos de la hiperpotasemia
De la misma forma que sucede con la hipopotasemia, los efectos de la hiperpotasemia pueden verse mayormente en la membrana de la célula neuromuscular y cardiaca. Normalmente se suele observar debilidad muscular. En hiperpotasemias severas, pueden llegar a producir parálisis y parestesia.
Tratamiento de la hiperpotasemia
Como regla general, lo primero que debemos hacer es suspender todos los fluidos que contengan potasio. Es importante también resolver la etiología primaria y administrar fluidos (libres de potasio, como hemos dicho).
Entre los tratamientos que se pueden administrar (siempre individualizando), se encuentran:
- Antagonizar la acción de la hiperpotasemia en la membrana celular. Podemos hacerlo con gluconato cálcico, o con suero salino hipertónico en los casos que también cursan con hiponatremia (bajo sodio)
- Redistribución del potasio extracelular al compartimento intracelular: con insulina o glucosa, con bicarbonato sódico, o con agonistas beta-2 adrenérgicos.
- Eliminación del potasio del cuerpo mediante hemodiálisis o diálisis peritoneal. Este tratamiento normalmente se usa cuando las opciones anteriores no han funcionado
– POSTGRADO DE MEDICINA INTERNA
¿Qué hemos aprendido de la hipopotasemia y la hiperpotasemia?
Como hemos visto a lo largo del artículo, es muy importante tener los valores del potasio en los rangos de referencia. Pero no podemos olvidarnos que para entender lo que le está pasando a un paciente, no podemos interpretar los valores de forma aislada.
Es importante conocer la historia clínica de cada paciente, sus antecedentes, los signos observados, la analítica en su conjunto, así como todas las pruebas complementarias que se estimen necesarias.
En veterinaria, ¡todo suma! y cuantos más datos tengamos mejor podremos trabajar en equipo 🙂
Bibliografía
- Medicina de urgencias en pequeños animales- Torrente & Bosch (tomo I)
- Guía práctica de interpretación analítica y diagnóstico diferencial en pequeños animales – Servet
