La elevación de las transaminasas en perros es un hallazgo común en la práctica veterinaria y puede indicar la presencia de enfermedades hepáticas, musculares u otras afecciones sistémicas. En este artículo, veremos las causas más frecuentes de la elevación de las transaminasas en perros, los métodos de diagnóstico utilizados y las estrategias de manejo disponibles.
¿Qué causa los niveles altos de ALT en los perros?
Las transaminasas, como la alanina aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST), son enzimas que se encuentran en altas concentraciones en el hígado y los músculos. La elevación de estas enzimas en la sangre puede ser indicativa de lesiones hepáticas, como hepatopatía crónica, hepatitis, o neoplasias hepáticas, como vimos en el artículo en el que comparábamos la neutrofilia con la neutropenia.
Esto también puede derivas en lesiones musculares, como rabdomiólisis, miositis o traumatismos musculares.
Cómo diagnosticar una elevación de las transaminasas
El diagnóstico de la elevación de las transaminasas en perros se realiza mediante análisis de sangre que incluyen pruebas de función hepática y evaluación de los niveles séricos de ALT y AST. Además, pueden realizarse pruebas complementarias, como ecografía abdominal, biopsia hepática, y pruebas específicas para descartar otras causas de elevación de las transaminasas, como enfermedades musculares o sistémicas.
Cómo combatir la elevación de las transaminasas
El manejo de la elevación de las transaminasas en perros varía según la causa subyacente, y puede implicar el uso de terapias específicas para abordar la enfermedad hepática o muscular.
A continuación, se presentan ejemplos de medicaciones comúnmente utilizadas y sus dosis recomendadas:
Hepatoprotectores
- S-Adenosilmetionina (SAMe): 20 mg/kg vía oral una vez al día.
- Silimarina: 2-5 mg/kg vía oral una vez al día.
Antioxidantes
- Vitamina E: 10-20 UI/kg vía oral una vez al día.
- Vitamina C: 10-20 mg/kg vía oral una vez al día.
Modificaciones en la dieta
- Dietas hepatoprotectoras: Formuladas para reducir la carga sobre el hígado y proporcionar nutrientes específicos para la función hepática.
- Dietas bajas en grasa: Para reducir la acumulación de grasa en el hígado en casos de esteatosis hepática.
Es importante consultar con un veterinario para determinar el manejo más adecuado para cada caso individual, y ajustar las dosis según la respuesta clínica y los resultados de seguimiento del paciente. Además, se deben tener en cuenta las posibles interacciones medicamentosas y efectos adversos al prescribir múltiples medicaciones simultáneamente.
Conclusiones
La elevación de las transaminasas en perros es un hallazgo clínico importante que requiere una evaluación completa para determinar la causa subyacente. Con un diagnóstico preciso y un manejo adecuado, es posible gestionar eficazmente esta condición y mejorar el bienestar del paciente.
Referencias
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3. Cullen, J. M. (2017). Enfermedades Hepáticas Caninas: Un Enfoque de Diagnóstico Diferencial. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 47(3), 585-601.