El abdomen distendido agudo es una urgencia veterinaria frecuente y potencialmente mortal en perros y gatos. Puede tener múltiples causas, desde procesos gastrointestinales hasta enfermedades metabólicas, y requiere una actuación inmediata para estabilizar al paciente, identificar la etiología y aplicar el tratamiento adecuado.
El objetivo de un protocolo estructurado es priorizar la estabilización del paciente mientras se avanza en el diagnóstico, ya que en muchos casos la demora puede comprometer la supervivencia.
Definición y relevancia clínica
Se considera abdomen distendido agudo cuando el tamaño abdominal aumenta de forma rápida y evidente, acompañado de dolor, disnea, colapso o signos sistémicos.
Las causas pueden ser digestivas, urogenitales, cardiacas, metabólicas o traumáticas. El gran desafío es diferenciar rápidamente entre procesos que requieren cirugía inmediata (torsión gástrica, rotura de vísceras) y aquellos que pueden estabilizarse con manejo médico.
En la comunicación con el tutor, es clave transmitir la gravedad potencial de esta presentación clínica.
Causas más frecuentes de abdomen distendido agudo
Las etiologías son múltiples y deben considerarse según especie, edad y antecedentes.
Perros
- Dilatación-torsión gástrica (GDV): la causa más crítica y frecuente en razas grandes y gigantes.
- Hemoperitoneo traumático o espontáneo (rotura de bazo, neoplasia).
- Ascitis rápida secundaria a insuficiencia cardiaca derecha o hipoalbuminemia severa.
- Obstrucción intestinal aguda con distensión marcada.
Gatos
- Obstrucciones urinarias con distensión vesical.
- Hemoperitoneo traumático (caídas, atropellos).
- Piometra cerrada en hembras enteras.
- Derrames abdominales secundarios a peritonitis infecciosa felina (PIF).
En ambas especies, el abdomen distendido agudo es siempre un signo de alarma que requiere atención inmediata.
Evaluación inicial del paciente
La primera fase es la estabilización básica siguiendo el protocolo de triage en urgencias.
- Vía aérea y oxigenación: administrar oxígeno suplementario en pacientes disneicos.
- Evaluación circulatoria: control de mucosas, pulso, frecuencia cardiaca, presión arterial.
- Acceso venoso rápido: catéteres periféricos de buen calibre.
- Fluidoterapia inicial: cristaloides isotónicos ajustados según perfusión y riesgo de hemorragia.
- Analgesia inmediata: opioides como metadona o buprenorfina; evitar AINEs hasta conocer la causa.
El objetivo es mantener al paciente estable para permitir un diagnóstico dirigido.
Exploración física
La palpación abdominal es fundamental, aunque puede ser difícil en casos de gran distensión o dolor.
Hallazgos orientativos:
- Abdomen timpánico y muy doloroso → sospecha de GDV.
- Fluctuación líquida → ascitis o hemoperitoneo.
- Masa palpable → neoplasia esplénica, vesical o uterina.
- Abdomen firme y distendido → obstrucción intestinal.
En gatos, la palpación cuidadosa puede revelar una vejiga muy distendida en obstrucciones urinarias.
Pruebas diagnósticas rápidas
En urgencias, se priorizan pruebas rápidas y de alto rendimiento diagnóstico:
- Radiografía abdominal: esencial para confirmar GDV (signo del “doble compartimento gástrico”).
- Ecografía abdominal (FAST scan): útil para identificar líquidos libres, masas o roturas de vísceras.
- Punción abdominal diagnóstica: citología y hematocrito del líquido para diferenciar hemoperitoneo de ascitis.
- Analítica rápida: hematocrito, lactato, glucosa, electrolitos, función renal y hepática.
- Electrocardiograma: detectar arritmias, frecuentes tras GDV o hemoperitoneo.
Estas pruebas deben realizarse en paralelo a la estabilización del paciente.
Manejo específico según causa
El tratamiento dependerá de la etiología confirmada o más probable.
Dilatación-torsión gástrica (GDV)
- Descompresión gástrica inmediata (sonda gástrica o trocars).
- Fluidoterapia agresiva para tratar el shock.
- Cirugía de urgencia (gastropexia) tras estabilización inicial.
Hemoperitoneo traumático o neoplásico
- Estabilización con fluidos y transfusión si es necesario.
- Ecografía para confirmar origen (bazo, hígado).
- Cirugía exploratoria en hemorragias activas.
Ascitis aguda
- Tratar causa primaria: insuficiencia cardiaca, hipoalbuminemia, peritonitis.
- Evitar drenajes excesivos que desestabilicen al paciente.
Obstrucción urinaria en gatos
- Descompresión inmediata mediante cistocentesis si hay riesgo vital.
- Cateterización uretral bajo sedación.
- Corrección de alteraciones electrolíticas, en especial hiperkalemia.
Piometra cerrada
- Fluidoterapia y estabilización.
- Cirugía de urgencia (ovariohisterectomía).
Papel del tutor
El tutor debe comprender la gravedad y urgencia de un abdomen distendido agudo. La comunicación clara incluye:
- Explicar que puede tratarse de una condición que requiere cirugía inmediata.
- Informar de la necesidad de hospitalización intensiva.
- Comentar que el pronóstico dependerá de la causa y de la rapidez de la intervención.
- Reforzar la importancia de acudir inmediatamente en futuros episodios similares.
El tutor informado se convierte en aliado en la toma de decisiones rápidas y en la monitorización postoperatoria.
Tabla resumen: protocolo ante abdomen distendido agudo
| Paso clínico | Actuación recomendada |
| Estabilización inicial | Oxígeno, fluidos IV, analgesia, monitorización |
| Exploración física | Palpación abdominal, detección de dolor, masas, timpanismo |
| Diagnóstico rápido | Radiografía, ecografía, analítica, punción abdominal |
| Manejo específico | GDV → cirugía urgente; hemoperitoneo → transfusión/cirugía; obstrucción urinaria → cateterización; piometra → OVH |
| Comunicación con tutor | Explicar gravedad, necesidad de hospitalización y cirugía |
Referencias científicas
- Fossum, T. W. (2019). Small Animal Surgery (5ª ed.). Elsevier.
- Penninck, D., & d’Anjou, M. A. (2015). Atlas of Small Animal Ultrasonography. Wiley-Blackwell.
- Monnet, E. (2003). Gastric dilatation-volvulus syndrome in dogs. Compendium on Continuing Education for the Practicing Veterinarian, 25, 46–57.
- Hosgood, G. (2000). Acute abdomen in dogs and cats. Clinical Techniques in Small Animal Practice, 15(3), 121–127.





